Una mujer mide su estatura. (Getty)
Una mujer mide su estatura. (Getty)
Redacción EC

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento como la “consecuencia” de la acumulación de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que conduce a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales y a un aumento del riesgo de enfermedades.

LEE TAMBIÉN: “Parece que perdí puntos de coeficiente intelectual”: la neuróloga que investiga (y sufre) covid de larga duración

Los cambios físicos que produce el proceso de envejecer son perceptibles, y uno de los más llamativos es la pérdida de altura. Durante este proceso los huesos se debilitan junto con los músculos y esto va provocando que la estatura se reduzca.

Las causas de reducción de estatura son varias, aunque las principales son la pérdida de músculo y hueso y la compresión que va a sufrir la columna vertebral.

LEE TAMBIÉN: El reto de pasar la página de la pandemia: ¿El Perú está listo para declarar la fase endémica del COVID-19?

Las personas suelen perder alrededor de media pulgada (casi 1 centímetro) cada 10 años después de los 40 años. La pérdida de estatura es aún más rápida después de los 70 años.

El hecho de tener menos músculo en las piernas y articulaciones rígidas puede llevar a que el desplazamiento sea más difícil. El exceso de grasa corporal y los cambios en la forma del cuerpo pueden afectar el equilibrio. Estos cambios corporales pueden hacer que las caídas sean más probables.

Si bien en algún momento todos debemos envejecer, existen algunos hábitos que aceleran este proceso:

1. Mala hidratación, la gran enemiga

”Una hidratación insuficiente tiene un impacto muy negativo sobre nuestro organismo. Nos hace propensos a sufrir cálculos renales y tener un mal funcionamiento del sistema urinario, y afecta la cognición y la memoria a corto plazo. Cuando la ingesta de líquidos es deficitaria y crónica se ha visto podría contribuir al desarrollo de hipertensión, tromboembolismo, ictus y otras enfermedades coronarias”, dice Jordi Salas, especialista y miembro del Instituto Danone.

2. Esos tragos que nos roban días

El consumo de alcohol se asocia con múltiples problemas para la salud a corto y largo plazo, incluyendo fundamentalmente deterioro cognitivo (demencia), neuropatía, alteraciones digestivas, daño en el hígado, en el páncreas, arritmias cardíacas o riesgo de cáncer etc.

Dejar de beber alcohol no solo produce una mayor sensación de salud y bienestar sino que previene el desarrollo de las enfermedades mencionadas: cáncer, demencia, cirrosis hepática, pancreatitis o arritmias cardiacas como la fibrilación auricular, etc. Los efectos negativos del alcohol pueden ser muy diferentes según el patrón de consumo y la susceptibilidad de cada persona al daño.

3. Su majestad el sueño

Se traducen en dolores de cabeza y cansancio generalizado. Uno de los síntomas más evidentes de la falta de sueño se nota directamente en la piel: las ojeras. Estas se marcan cuando estamos cansados porque se produce una dilatación de los vasos sanguíneos, dando un aspecto más oscuro a la piel y haciendo que ésta vaya perdiendo vitalidad y que se vuelva más fina.

Asimismo, la falta de sueño es un factor clave para el envejecimiento prematuro. Se altera el ritmo habitual del organismo y la segregación de ciertas hormonas, como el cortisol, lo que puede acelerar el envejecimiento y empeorar algunas enfermedades.

El Tiempo, Colombia/GDA

VIDEO RELACIONADO

COVID-19: Todo lo que debes saber de la subvariante ómicron BA.2 y qué tanto debe preocuparnos
El sublinaje BA.2, de la variante ómicron, ha sido denominada por los científicos como “silenciosa” o “sigilosa”, debido a que pasa desapercibida por los análisis de algunas pruebas PCR (molecular). En este video te contamos todos los detalles.

TE PUEDE INTERESAR:

Contenido sugerido

Contenido GEC