Aunque no lo creas, el switch tasking es algo que todos hemos hecho en algún momento. Por ejemplo, cuando estamos leyendo un libro y de pronto paramos para responder un mensaje de texto, volvemos a la lectura, pero nos paramos a abrir la puerta que acaban de tocar. Con este ejemplo, ¿te diste cuenta que no pudimos concentrarnos y disfrutar de nuestra lectura?
La psicoterapeuta Ericka Tello explicó a Bienestar del Diario El Comercio que el switch tasking es una metodología que consiste en cambiar de una tarea a otra totalmente diferente de forma rápida. ”Son distintas tareas que no se relacionan entre ellas, por lo cual no es un método muy eficiente”, manifestó.
Uno de los principales problemas de esta metodología es que no logramos el objetivo, lo cual genera otros sentimientos como la frustración, el estrés y el procrastino, ya que no puedes enfocarte en una sola tarea y te distraes fácilmente. Además, uno deja de vivir el presente, ya que no disfruta las actividades que realiza.
Entonces, ¿no podemos llegar a ser productivos con esta metodología?
No todo es negativo. La psicoterapeuta Tello señaló que para hacer el switch tasking más efectivo, se deben seguir ciertas reglas.
- Organización. Es importante mantener un orden de las actividades que realizarás durante el día.
- Planificación del tiempo. Luego de priorizar las actividades más urgentes, establece un tiempo determinado para enfocarte en cada una de ellas. Tal vez no termines la tarea en ese tiempo, pero te ayudará a concentrarte y avanzar en una sola cosa.
- Tiempo para relajarte. Así como debes enfocarte en avanzar tus tareas, también debes tener tiempo de ocio, para ti mismo.
¡Empieza a ordenar tu día y verás cómo terminas todo mucho más rápido!
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