Aunque el asma es la enfermedad crónica más habitual en la población infantil, también se debe tener en cuenta que esta patología respiratoria no afecta únicamente a niños, sino a personas de todas las edades, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por ello, es necesario concientizar a la población sobre la importancia de identificar los síntomas, acudir al médico y recibir un tratamiento temprano para lograr alcanzar el mejor manejo posible de esta afección.
“El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias, donde participan distintas células y mediadoras de la inflamación, condicionada en parte por factores genéticos. Cursa con una hiper-respuesta bronquial y una obstrucción variable al flujo aéreo, total o parcialmente reversible, ya sea por la acción medicamentosa o espontáneamente”, estableció la Dra. Pierina Lucía Martini Pastor, neumóloga de SANNA Centro Clínico Miraflores.
Según la Dra. Fátima Ortega, neumóloga de la Clínica Ricardo Palma, a pesar de que el asma puede afectar a personas de todas las edades, no todos suelen tomarse en serio los síntomas. “En Latinoamérica, se suele diagnosticar tardíamente porque los pacientes no acuden a ser evaluados después de padecer los episodios de dificultad para respirar, por lo que no se inicia un tratamiento en etapa temprana. Debemos tener en cuenta que la OMS estableció que es una de las enfermedades no transmisibles más frecuentes a nivel mundial”, añadió la doctora.
¿Cómo se diagnostica el asma?
Para hablar del diagnóstico, primero se debe tener en claro cuáles son los síntomas principales de esta enfermedad. “Los signos de asma varían en frecuencia y severidad para cada paciente. No obstante, sí podemos afirmar que los síntomas suelen empeorar por la noche y en la madrugada, tal como pueden agravarse por factores como ciertas infecciones respiratorias, ejercicio, aire frío, humo de tabaco y estrés emocional”, aclaró el Dr. Ronald Purcell, alergólogo e inmunólogo de Cleveland Clinic.
En esa línea, el doctor señaló que los principales síntomas son opresión en el pecho, dificultad para respirar (disnea), tos persistente y sibilancias. En adición a ello, la Organización Mundial de la Salud resaltó que la disnea puede darse incluso cuando el paciente se encuentra en reposo.
Aunque esta afección respiratoria puede ser diagnosticada a cualquier edad, lo más común es que sea identificada durante la infancia. En palabras del Dr. Purcell, la gran mayoría de niños reciben el diagnóstico antes de los cinco años, pero también se debe considerar que determinar la enfermedad en bebés y niños pequeños puede ser complicado debido a la prevalencia de otras patologías respiratorias en aquellas edades. “A menudo, la evaluación implica observar la historia médica familiar y la respuesta a ciertos medicamentos específicos”, agregó.
“De todos modos, es importante aclarar que la edad de diagnóstico es variable y puede ser tanto en la niñez como en la edad media o la adultez”, resaltó la Dra. Martini Pastor.
La Clínica de la Universidad de Navarra subrayó que un correcto diagnóstico y tratamiento del asma requiere de un equipo multidisciplinario, el cual debe estar conformado por neumólogos, alergólogos y, en algunas ocasiones, otorrinolaringólogos y gastroenterólogos. Asimismo, los expertos de la clínica enumeraron las siete pruebas utilizadas para diagnosticar apropiadamente esta patología:
- Prueba de provocación con metacolina
- Espirometría con prueba de broncodilatación
- Prueba de provocación con ejercicio con inhalación de aire frío
- Pruebas radiológicas (generalmente radiografías) del tórax y de los senos paranasales
- Exploración otorrinolaringológica
- PH-metría esofágica
- Pruebas de alergia
¿Cómo es un episodio de asma?
El Dr. Purcell sostuvo que un episodio de asma -también conocido como exacerbación- es un aumento agudo de los síntomas de la enfermedad. “Puede incluir tos severa, sibilancias, dificultad extrema para respirar y opresión en el pecho. Controlar estos episodios implica el uso de inhaladores de alivio rápido, además de la implementación previa de un plan de acción para el asma, el cual tiene que incluir instrucciones detalladas sobre cómo manejar los ataques y cuándo es necesario buscar atención médica”, aseguró el especialista de Cleveland Clinic.
En cuanto a las posibles consecuencias de un episodio de asma, el Dr. Pascual Chiarella, Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), indicó que ningún texto especifica directamente las consecuencias de no manejar adecuadamente un episodio, pero sí es importante señalar que los efectos están relacionados con la falta de gestión adecuada, la cual puede agravar la condición del paciente y afectar su calidad de vida.
“Si un episodio de asma no se maneja adecuadamente, puede resultar en una exacerbación severa que podría necesitar tratamiento de emergencia o hospitalización. La falta de manejo puede llevar a una reducción en la función pulmonar y un aumento en la frecuencia y severidad de los episodios futuros”, asintió el Dr. Purcell.
De igual manera, la Dra. Ortega hizo hincapié en que las consecuencias varían según el nivel de asma del paciente. Si un caso de crisis de asma severa no se maneja correctamente, el paciente corre el riesgo de ingresar a la unidad de cuidados intensivos (UCI) debido a un paro respiratorio. Por otro lado, si la crisis es únicamente leve o moderada, puede aumentar la probabilidad de infecciones en el paciente y alterar su calidad de vida.
¿Cuáles son los tratamientos establecidos para manejar el asma?
El Dr. Chiarella dejó en claro que la enfermedad no cuenta con una cura en sí, pero sí se puede llevar un manejo adecuado para garantizar una vida activa y saludable para el paciente.
En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud acentuó el uso de inhaladores para reducir los síntomas. Estos aparatos pueden contener dos tipos de fármacos:
- Broncodilatadores, como el salbutamol: Abren las vías respiratorias y alivian los síntomas.
- Corticosteroides, como la beclometasona: Reducen la inflamación de las vías respiratorias y, de ese modo, alivian los síntomas del asma y reducen el riesgo de que se produzcan crisis asmáticas intensas que puedan producir la muerte.
La OMS también aseveró que utilizar un inhalador constantemente puede resultar complicado, sobre todo para los más pequeños o para los pacientes que se encuentran en situaciones de emergencia. Por ello, mencionaron que las cámaras de inhalación facilitan el uso de aerosoles y ayudan a que el medicamento llegue mejor a los pulmones. “Una cámara de inhalación es un recipiente de plástico con una boquilla o mascarilla en un extremo y un orificio para acoplar el inhalador en el otro. Se pueden fabricar en casa con una botella de plástico de 500 ml, que puede ser tan eficaz como las cámaras comercializadas”, publicó la organización.
¿Cómo mejorar la calidad de vida de un paciente con asma en casa?
La Dra. Ortega incluyó el control ambiental en las principales recomendaciones. “Para ello, debemos eliminar los factores alérgenos que activan la dificultad para respirar del paciente. Los más comunes son los cítricos, el chocolate, los pescados, ciertos medicamentos y los mariscos”, enfatizó. De la misma manera, lo mejor será evitar alfombras y cortinas que boten polvo constantemente.
Acerca de las mascotas, la neumóloga de la Clínica Ricardo Palma recalcó que, si el paciente muestra reacciones alérgicas cuando está cerca del perro o el gato del hogar, es preferible no tenerlos en casa. En caso de que sea estrictamente necesario convivir con ellos, bastará con mantenerlos alejados de las habitaciones y limpiar los restos de pelo constantemente. “Procuren limpiar con una mopa húmeda para evitar levantar polvo”, aconsejó.
“Si hablamos de Lima, una ciudad extremadamente húmeda, una muy buena opción es adquirir un deshumidificador para la habitación del paciente, al igual que ventilar constantemente la habitación. Para hacerlo, pueden abrir las ventanas durante 30 minutos al día, como mínimo”, recomendó Ortega.
De igual forma, la Dra. Martini agregó al listado que los controles son cruciales para garantizar la calidad de vida del paciente. “El paciente asmático debe llevar un correcto control y acudir de manera periódica a su médico para aprender el uso correcto de los inhaladores y las medidas correctas para los episodios de exacerbación, tales como tener sus días de vacunas (antigripal y antineumocócica) y evitar la exposición al polvo y los alérgenos. Educarse a sí mismo es crucial también”, declaró.
“A pesar de que no tenga una cura definitiva, ¡el asma sí se puede controlar! Al manejarla, se puede respirar mejor, ser tan activo como el paciente lo desee, dormir mejor, evitar visitas a emergencias y liberarse de la tos y las sibilancias, lo cual favorecerá notoriamente su calidad de vida”, finalizó la neumóloga de SANNA Centro Clínico Miraflores.
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