Con goles, asistencias y nuevas sociedades estelares, Lionel Messi se ha subido a la ola de la vigencia. De tanto navegar a contracorriente en el Barcelona, ahora se alista para llegar al mejor puerto con el PSG. Ese puerto, tan luminoso como dorado, es bastante conocido para Lionel. Se llama Balón de Oro 2021.
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Su doblete, en la victoria 3-2 del PSG sobre el Leipzig, por la fase de grupos de la Champions, suma razones para creer en un séptimo reconocimiento a Messi como mejor jugador del planeta. La competencia esta vez no es un versus entre el crack argentino y Cristiano Ronaldo –su equipo, Manchester United, enfrenta hoy al Atalanta (2:00 p.m.)–, sino que han entrado a la discusión otras figuras como Mohamed Salah, quien también sumó un doblete en el triunfo como visitante 2-3 del Liverpool sobre el Atlético de Madrid.
También es candidato Karim Benzema, presente en la goleada 5-0 del Real Madrid al Shakhtar Donetsk en Kiev. A diferencia de otros años, hay lluvia de favoritos. Tantos favoritos como goles en esta jornada generosa de Champions .
¿Y por qué han crecido las razones para ver otra vez triunfal a Messi? La razón principal es la subjetividad de estos premios individuales. Tanto el Balón de Oro como el premio The Best de la FIFA son votaciones de especialistas. En el primero, son más de 170 periodistas los que envían su voto a la revista “France Football”.
El galardón de la FIFA no solo reúne las preferencias de reporteros, sino también futbolistas y técnicos. Y estas mediciones muchas veces se dejan influenciar por la última foto del momento. Y en ese peso de la actualidad, lo de Messi es una cadena incontrolable de buenas noticias.
El presente de Lionel Messi lo ubica muy al centro en la discusión periodística. Por recordación también le saca ventaja a otros favoritos como Salah y Benzema. En los programas de tertulia en Argentina, España y otros país, la polémica fue el penal que picó Messi para el gol del PSG ante Leipzig. Esa es otra ventaja cuando en unas semanas se inicien las votaciones en estos galardones individuales.
El crack argentino cumple tres variables fundamentales: buen momento con selección, producción goleadora en este año (40 en total) y camino sólido hacia los octavos de final de la Champions. Desde junio, han sido cuatro meses comparables a los mejores tiempos de la ‘Pulga’.
—La sociedad no es anónima—
Ante el Leipzig, lo de Messi también fue pura soberanía y talento. El ‘30′ del PSG apareció en una tarde de primeros auxilios para el club francés: Neymar tuvo una lesión en los abductores, Paredes fue diagnosticado con un desgarro e Icardi pidió un descanso para solucionar problemas familiares. En el rompecabezas que siempre ha tenido que armar el técnico Mauricio Pochettino, Messi es la pieza que siempre completa el cuadro. Es la estrella que siempre está. Y que no está solo. A su rendimiento notable, Messi le está sumando una sociedad con Mbappé, que cada vez crece en productividad. Los tres goles del argentino en Champions fueron con asistencias del delantero galo.
Derrumbando cualquier rumor sobre distanciamientos, lo de Messi y Mbappé es constante solidaridad y desprendimiento. La ‘Pulga’, con sabia desfachatez, picó un penal para sellar el 3-2. Pero a los 93′, a la hora de cobrar otro disparo desde los doce pasos, le cedió el paso al francés, quien al fallar confirmó que en ese arte de la precisión yerra hasta un campeón del mundo.
En Champions League, Messi ya le ha anotado a 37 equipos. Ha igualado la cifra que conserva Cristiano Ronaldo. Después de los 30 años, ambos siguen poblando todas las estadísticas. La fecha de vencimiento de los dos aún sigue prolongando su llegada. No tienen el voto unánime para el Balón de Oro, pero todavía nadie puede bajarlos del podio.
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