Neymar siempre es protagonista. Dentro y fuera de la cancha. De hecho, no tiene que hacer nada para tener los reflectores encima. Es innato. Pero algunas veces él mismo se esfuerza en ser el foco de atención, consciente -o no- de las consecuencias de sus palabras y actos. Hasta el día de hoy la polémica está encima de él en Brasil. Su apoyo a Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales le colocó como un blanco perfecto de críticas en un país que se dividió entre dos opciones.
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Antes de la realización de la primera vuelta (2 de octubre), el astro del PSG manifestó su total respaldo hacia la candidatura de Bolsonaro, quien buscaba ser reelegido en estas elecciones, y con quien ‘Ney’ mantiene una relación amena desde hace algunos años.
De hecho, en el 2019 Bolsonaro defendió la inocencia del jugador cuando este fue acusado de violación por la modelo Najila Trindade, una denuncia que posteriormente fue archivada por falta de pruebas. Además, ambos han compartido distintos momentos juntos -principalmente para temas futbolísticos- que han capturado en fotografías.
Es por eso que ‘Ney’, amparándose en su buena relación con Bolsonaro -y probablemente también en sus ideales- hizo caso omiso a los miles de cuestionamientos que enfrenta el candidato presidencial y decidió ser un personaje activo de su campaña días en víspera de la primera vuelta.
“Vota, vota y confirma: 22 es Bolsonaro”, canta y repite el crack del PSG en un video que él mismo compartió en su cuenta oficial de TikTok, haciendo énfasis en el número de la candidatura del presidente con sus dedos.
En tanto, Bolsonaro agradeció al jugador a través de sus redes sociales y compartió este video, que seguramente le ayudó mucho a ganar electores, promoviendo su reelección y el hexacampeonato de Brasil en el Mundial Qatar 2022.
Rápidamente, la polémica estalló. Neymar recibió muchísimas críticas por sumarse a la campaña del candidato ultraderechista. Su nombre se volvió tendencia una vez más y no precisamente por lo que estaba haciendo dentro de un campo de fútbol. Pero el ‘10′ de la selección brasileña no se quedó callado.
“Hablan de democracia y un montón de cosas, pero cuando alguien tiene una opinión diferente es atacado por las propias personas que hablan de democracia. A ver quién lo entiende”, escribió en su cuenta de Twitter.
De igual forma, la polémica continuó sin cesar. Este 30 de octubre se desarrolló la segunda vuelta y el nombre de ‘Ney’ siguió resonando con fuerza por esta situación política. Incluso, en una entrevista previa para el podcast Flow, Lula da Silva, contendiente de Bolsonaro en las elecciones, ironizó sobre el apoyo del futbolista hacia la otra candidatura.
“No estoy molesto. Neymar tiene derecho a elegir a quien quiera como Presidente. Creo que tiene miedo de que, si gano las elecciones, sepa que Bolsonaro le perdonó la deuda del impuesto sobre la renta.Creo que por eso me tiene miedo”, señaló Lula refiriéndose a un supuesto acuerdo entre el presidente y el padre del jugador para la condonación de una antigua deuda de 88 millones de reales en impuestos, por actividades entre 2011 y 2013.
Incluso, el aspirante izquierdista aprovechó la ocasión para hacer hincapié en el juicio que hoy afronta el crack brasileño en Barcelona por la presunta corrupción en su fichaje por el club azulgrana en 2013. También recordó las supuestas deudas pendientes que tiene el jugador con la Hacienda española que ascienden a aproximadamente 35 millones de euros.
De esa manera, Neymar no pudo escapar de la controversia política en su país. Fue inevitable. Un video suyo de 15 segundos le generó muchos comentarios en su contra, aunque él ya está acostumbrado a eso en su profesión. Sea como fuere, él no se volvió a pronunciar sobre el tema y finalmente fue Lula quien ganó las elecciones presidenciales.
Fútbol y política de la mano
En Brasil, no es ninguna novedad que futbolistas o exfutbolistas -principalmente- manifiestan su apoyo hacia alguna candidatura en las elecciones. De hecho, Neymar no ha sido el único crack de su país que ha respaldó la reelección de Bolsonaro en este tiempo.
Además del astro del PSG, hace menos de un mes leyendas futbolísticas como Romário, Dani Alves (todavía en actividad), Julio Baptista y Rivaldo expresaron públicamente su posición a favor de la ultraderecha.
En las elecciones del 2018, Ronaldinho fue uno de los que también apoyó abiertamente a Bolsonaro, publicando una fotografía con la camiseta del ‘Scratch’ y la dorsal 17 en su espalda, que hizo alusión al número electoral que entonces identificaba a Bolsonaro.
En el otro bando, Lula contó con el apoyo de Raí, hermano menor del histórico Sócrates y campeón del mundo con Brasil en 1994. Nada más y nada menos que en la ceremonia del Balón de Oro, el exfutbolista expresó su respaldo al exmandatario imitando la letra L con su mano y dejando un mensaje importante.
“Sócrates representa los valores justos, la democracia, para conseguir un mundo mejor, y el fútbol representa el mundo con el que soñamos. En este momento pienso en mi país, que tiene una cita muy importante a finales de mes y sé lo que Sócrates pensaría”, señaló Raí.
Otros cracks
Son muchos los futbolistas y exfutbolistas que prefieren mantenerse apolíticos durante alguna actividad importante en su país. Pero hay casos excepcionales, como el de Diego Armando Maradona, quien se inclinó siempre hacia la izquierda y estrechó relaciones especiales con distintos líderes políticos en Sudamérica.
De hecho, el ‘Pelusa’ se mostró fiel constantemente al chavismo. Fue amigo íntimo de Hugo Chávez, con quien estaba “a muerte” y mantuvo ese mismo lazo con Nicolás Maduro, actual presidente de Venezuela, a quien apoyó incondicionalmente en varios momentos.
El fallecido crack argentino también tuvo una especial amistad con Fidel Castro, a quien incluso llegó a calificar como su “segundo padre”. En tanto, Diego respaldó candidaturas como la del mismo Lula da Silva (Brasil) y Evo Morales (Bolivia). En su país, fue “un soldado del peronismo”, por lo que apoyó a Alberto Fernández y Cristina Kirchner, actual presidente y vicepresidenta de Argentina.
Después hay muchos más ejemplos. En Colombia, dos referentes como Faustino Asprilla y Adolfo ‘El Tren’ Valencia decidieron apoyar públicamente en el 2018 la candidatura de Germán Vargas Lleras. En nuestro país, Perú, algunos jugadores de la selección nacional llamaron a votar por Keiko Fujimori en el 2021 en la campaña “Ponte la camiseta”.
Por último, también hay situaciones políticas, independientemente de las elecciones, que obligan a sentar posición. Es el caso, por ejemplo, de un crack como David Beckham, que en el 2016 se unió a la campaña del “Bremain” para la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea. Así también, en medio del referéndum de la independencia de Cataluña en 2017, distintos cracks del Real Madrid y Barcelona se pronunciaron al respecto de ese tema, siendo Gerard Piqué el mayor protagonista con sus declaraciones independentistas.
De la cancha a los escaños
Mientras algunos futbolistas -la gran mayoría- deciden descansar cuando cuelgan los chimpunes, otros prefieren seguir involucrados en este deporte desde una perspectiva más política. Esto, mayormente, sucede en Brasil. Hay casos de sobra en los que no solo se aventuran como directivos de instituciones del deporte rey, sino también a nivel de un país
Por ejemplo, entre 1994 y 1998, el gran Pelé fue Ministro de Deportes bajo el mandato del expresidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso. Durante su gestión, el exdelantero del ‘Scratch’ promulgó la “Ley Pelé”, que dispone la carta de libertad o la renovación obligatoria cuando finaliza el contrato de un jugador.
Así como Pelé también están las figuras brasileñas de Bebeto y Romario. Los campeones del mundo en 1994 aprovecharon su tirón mediático para que en 2010 sean escogidos como diputado y senador, respectivamente, en el Estado de Río de Janeiro.
Otros, incluso, llegan más lejos en este aspecto como George Weah, único Balón de Oro de origen africano en la historia, quien en el 2018 fue elegido presidente de la República de Liberia.
Después también están cracks que llegaron a altos mandos de las instituciones futbolísticas más importantes en el mundo. El ejemplo más claro es el de Michael Platini -tres veces ganador del Balón de Oro-, quien fue presidente de la UEFA desde 2007 hasta el 2015, pero fue expulsado por el escándalo del ‘FIFA Gate’
Sin embargo, lo que más se ve en la actualidad es que exfutbolistas opten por entrar en la dirigencia de los clubes a los que predicaron su amor y pasión. Como es el caso de Juan Román Riquelme, actual vicepresidente del Boca Juniors; Éric Abidal, director deportivo del Barcelona hasta el 2021; Oliver Kahn, director deportivo del Bayern Múnich; entre otros.
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