En el WhatsApp de los padres, Luis Alberto; en el chat de los hijos, Emanuel. Y aunque vengan los abuelos rimenses a decirnos que no hubo un goleador más tremendo que el ‘Jet’ Gallardo -eso no se discute- este versus solo intenta enfrentar a los dos atacantes extranjeros que mayor huella dejaron en Sporting Cristal en los últimos 30 años. El ‘Pelado’ y ‘Ema’, asimismo, vivieron diferencias con la directiva rimense, lo que los llevó a irse del club mostrando abiertamente su disconformidad.
MIRA: Emanuel Herrera y el vacío que deja: el implacable ‘9’ después de Bonnet
O quizás la mejor impronta para definir a ambos sea: goleador finalista de la Copa Libertadores 1997 o el artillero histórico en Liga 1 del 2018. Bonnet es nostalgia pura, una añoranza a ese Cristal noventero, copero y ganador. Herrera es el póster actual, esa sensación satisfactoria que con él en el once titular los celestes siempre salían con ventaja para ganar. Hoy ya no: decidió irse a Argentinos Juniors, anunciaron desde el Rímac.
No hay un rasgo mayor que los iguale más que la estampa de ser señores del gol. Luego, sus características de juego son distintas. El ‘Pelado’ Bonnet era un cazador del área que aprovechaba su estatura (1.83 metros) para suspenderse en el aire y dominar a sus rivales con cabezazos letales. Se fue convirtiendo, también, en uno de los líderes naturales de un vestuario que pasó de tener a Asteggiano, Garay y Solano y luego a Jorge Soto, Julinho y Erick Delgado.
Emanuel Herrera se distinguía, en cambio, por ser un centrodelantero con mayor asociación para el juego que se propone. Por eso fue la punta de la lanza de los dos últimos equipos de Cristal que salió campeón nacional. Con Salas el 2018 o con Mosquera el 2020, ‘Ema’ facturó de cabeza, de rebote, ganando las espaldas o de tiro libre.
¿Quién fue más determinante? ¿Cuál de los dos consiguió mayores éxitos en Sporting Cristal? ¿Qué sucedió para que se fueran sin despedirse? Aquí algunas respuestas.
Clave gol
Luis Alberto Bonnet llegó al Perú a mediados de 1996 para llenar el gran vacío que dejaba Flavio Maestri, peruano que fichaba por el Hércules de España. En aquella ‘Máquina Celeste’ que hacia finales de campaña conseguiría el tricampeonato, el delantero argentino apenas anotó 4 goles.
Aún así, el préstamo acordado con Atlanta continuó en vigencia para afrontar la campaña 1997. Con Sergio Markarián en el banco, ese Cristal alcanzó a disputar la final y Bonnet fue clave con cinco goles: 1 a Cruzeiro en fase de grupo, 1 a Bolívar de visita en cuartos de final, 1 en el Cilindro contra Racing en semis y 2 más contra la ‘Academia’ en Lima para sellar el pase a la definición.
“Recuerdo el micro llegando al Estadio y mirar por las ventanas y ver un mar de gente ‘celeste’ llegando al Estadio Nacional con una expectativa y energía enormes. Lo mismo que se vivía en el partido: cada vez que el equipo cruzaba mitad de cancha, en algún contragolpe, algún avance de Jorge Soto, alguna corrida de Julinho… Parecía que el Estadio se venía abajo, se escuchaba un rugido de león. La vibración era impresionante”, declaró en julio del año pasado al portal web “Glorioso Celeste”.
Lo curioso sucedió hacia finales de 1997. El Comercio reporta que el delantero anotó apenas 3 goles en el torneo local. Sin poder quedarse en Cristal, Atlanta arregló con Gimnasia y Tiro de Salta y así acabó la primera experiencia del ‘Pelado’ en La Florida.
Entre 1998 y el 2000, Bonnet solo anotó 10 goles en el fútbol argentino. Sin embargo, el recuerdo que había dejado en el Perú se mantenía vigente. Para la temporada 2000, Cienciano del Cusco decidió ficharlo y la respuesta fueron 20 goles en el Descentralizado.
En el 2001, Sporting Cristal optó por devolverle su lugar en la plantilla principal y Bonnet no desaprovechó su oportunidad. No podía vivir solo del recuerdo de la Copa del 97 y consiguió ser la solución del gol en el cuadro rimense: 16 goles en el torneo local y 2 en la Copa Merconorte.
Las siguientes campañas confirmaron su estirpe goleadora y permitieron ganar títulos como el 2002 y 2005. Asimismo, en el 2002 firmó un total de 23 anotaciones. Un año después, al fin conseguía quedarse con la marca de ser el máximo anotador del torneo con 20 tantos. Sin embargo, su mejor año con la camiseta celeste sucedió en el 2004: 28 goles en Perú y 5 en Copa Libertadores (incluido un gol a Boca Juniors en octavos de final).
Su productividad el 2005 bajó a 12 goles nacionales y 2 en el extranjero, pero ayudaron a su último título en Perú. El 2006 volvió a marcar 12 veces en el Descentralizado y una vez más en la Copa Libertadores (Santa Fe de Colombia).
El 2007 comenzaría con el calvario de ser eliminado por el América de México en la Pre-Libertadores, donde jugó 9 minutos de visita y 73 de local. Esta fue su última campaña en Perú con 6 goles. En el recuento final se posicionó como el tercer mejor anotador de Sporting Cristal con 139 goles (124 en torneos locales, 15 en copas internacionales).
El final de su vínculo quedó marcado por una disputa abierta contra Juan Carlos Oblitas, técnico del plantel. Hace unas semanas le respondió a El Comercio sobre tal disputa. “Hoy, viendo a la distancia, terminó por beneficiarme. Me quiso desaparecer, borrar de la historia del club, pero los hinchas terminaron idolatrándome. La gente me defendió y peleó por mí. Se le hizo más difícil a Oblitas su tarea como entrenador. Se complicó su futuro en la institución y terminó por consolidarme como ídolo en Cristal”, remarcó.
Bonnet es el pedido popular de los hinchas noventeros en cada presentación oficial del primer equipo a inicios de año. La dirigencia lo ha buscado más de una vez y la respuesta ha sido negativa. El año pasado, El Comercio publicó que en la actualidad el atacante se dedica a sus negocios personales y es activo jugador de póquer. La suerte, hay que decirlo, siempre estuvo de su lado.
El ‘Tanque’ del récord
La primera vez que el fútbol peruano notó el nombre de Emanuel Herrera fue en el 2017. El delantero anotó dos goles con FBC Melgar en el Monumental de River Plate en la derrota 4-2. Luego, volvería anotarle a los millonarios en Arequipa en otra caída (3-2).
Poco y más consiguió en el ‘Dominó’, que lo vio partir al Lobos BUAP de México a mitad del 2017. En la Liga MX su paso fue intrascendente. A pesar de este bajón, Mario Salas aceptó su contratación a inicios del 2018 en Sporting Cristal. La apuesta le saldría redonda al club cervecero.
Después de la temporada del año 2000, cuando Eduardo Esidio marcó 37 goles y se convirtió en el máximo anotador de un mismo torneo peruano, solo tres veces más se puso en discusión esta marca. El 2004 cuando el uruguayo Gabriel García firmó 35 tantos con FBC Melgar. Cuatro años después, otro charrúa, Miguel Ximénez, convirtió 32 goles con Sporting Cristal. Y el 2016, Robinson Aponzá, de Colombia, gritó 30 veces desde el Alianza Atlético de Sullana. Hasta que llegó Emanuel Herrera.
Con cada gol que iba marcando ‘Ema’ en la Liga 1 del 2018, el registro de Esidio se iba cobrando mayor riesgo. Apoyado por Gabriel Costa (26 goles, 19 asistencias), Marcos López (5 goles, 6 asistencias), Horacio Calcaterra (10 goles, 8 asistencias) y Flavio Gómez (6 goles, 3 asistencias), Herrera consiguió marcar la brutal cifra de 40 goles y 6 asistencias en la campaña del torneo local (3 más en Copa Sudamericana en dos partidos). Ahora, tendrán que pasar años para que registro sea superado.
El 2019 la real prueba para el goleador estuvo fuera de las canchas. Tras sufrir un desgarro completo del tendón rotuliano estuvo 7 meses inactivo. En todo el año apenas pudo sumar 10 partidos y 5 goles en el torneo peruano, y 5 duelos en Copa Libertadores con 2 tantos más.
Su gran regreso se vio en el 2020. De atrás hacia adelante, como Cristal en su campaña de campeón, Herrera facturó 20 dianas y completó 9 pases gol. Determinante para que los celestes consigan su quinto título entre 2012 y 2020.
Bicampeón, cómodo y titular en la próxima Copa Libertadores de Cristal. A pesar de su gran ficha (70 goles en 93 partidos), Herrera escuchó la tentadora oferta de Argentinos Juniors. Desde La Florida anunciaron que se cerró el trato, que el goleador no se queda más en el Perú. Tal vez el reto fue ese para la dirigencia: convencer al atacante con una camiseta que diga ídolo en la espalda. Solo así, dentro de 20 años, los padres le pudieron contar a sus hijos sobre un ‘killer’ del área llamado: Emanuel Herrera.
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Hoy, en Voces del Fútbol de Radio Unión, ‘Ema’ utilizó los micrófonos desde Buenos Aires para despedirse de los hinchas de Cristal. En sus palabras, se entiende, su relación con el club no cerró de la mejor forma con los directivos. “Yo tenía intención de continuar en Sporting Cristal, estaba cómo ahí. Los estuve llamando y nunca me respondieron. Me hubiera gustado que me llamen, solamente habló con el ayudante y el preparador físico”, comentó el goleador.
“No hablé con nadie... ni presidente, ni gerente deportivo, ni Roberto Mosquera. Me duele que no me hayan llamado para despedirse. Por lo menos que lo hagan como corresponde, no solo por redes sociales”, remarcó el atacante, quien ya entena con Argentinos Juniors.
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