Mientras algunos clubes cambian de entrenador para darle vuelta a una crisis o para tener un mejor rumbo, otros mantienen un proyecto que ha dado buenos frutos en el camino. Este último es el caso del Liverpool, que no ha dudado en renovarle el contrato a Jürgen Klopp hasta el 2024. Los éxitos del alemán, entre ellos ganar la Champions League 2018-19, le han permitido quedarse por cinco años más en Anfield pese a que tardó cuatro temporadas en redondear una campaña con un gran título.
Hasta el jueves, el contrato de Klopp tenía como fecha de caducidad el 2022, pero la directiva de los ‘Reds’ le agregó dos años más a su contrato. La razón es simple. Tras muchas temporadas de sequía, el conjunto de Anfield ha descubierto su mejor versión con Klopp, quien arribó al club inglés en octubre del 2015. Por ello, Liverpool quiere asegurar el diseño futbolístico que ha implantado el alemán en su equipo.
La última vez que Liverpool ganaba la Champions League fue en el 2005 en el denominado ‘Milagro de Estambul’. Desde entonces, todo se convirtió en mera ilusión para los ‘Reds’, que miraban muy de lejos la ‘Orejona’. En estos cuatro años con Klopp al mando, el conjunto de Anfield ya disputó dos finales de Champions y una de la Europa League, ganando una de ellas.
Asimismo, los 29 años de sequía que padece Liverpool en la Liga Inglesa parecen entrar en su cuenta regresiva esta temporada. De hecho, en la campaña anterior Klopp y sus dirigidos acariciaron el título de la Premier. Ahora el trofeo parece estar muy cerca de las manos de los ‘Reds’, que son líderes absolutos con una ventaja de 8 puntos sobre el segundo puesto y 14 sobre el tercero, con 15 victorias y un empate.
Se puede evidenciar un cambio drástico y favorable para los ‘Reds’. El autor intelectual de todo esto y mayor culpable del gran resurgimiento de Liverpool es Klopp, sin duda alguna. El alemán es lo mejor que le ha podido pasar al club inglés en los últimos años. Ahora el estratega mantendrá su proyecto en Anfield y trabajará también con las nuevas generaciones, pensando a largo plazo.
-¿Vuelve la tendencia del largo plazo?-
Hace no muchos años, los clubes apostaban por proyectos que poco a poco le den una mejor forma al equipo y, con ello, los frutos a futuro. Se fundamentaban en procesos a largo plazo. Sin embargo, hoy por hoy, entrenadores entran y salen. No tienen un paradero definido. Todo se mide en base de respuestas rápidas y, si no las hay, el precoz adiós de los estrategas es un hecho.
Abunda la impaciencia y la urgencia por tener buenos resultados. Lamentablemente no es tan fácil como puede parecer. Y eso lo saben muy bien Alex Ferguson, Valeriy Lobanovskiy o el mismo Arsène Wenger, quienes sí han vivido aquella época en la que era normal dirigir solo un club durante tiempos prolongados.
Sir Ferguson se mantuvo 27 años dirigiendo al Manchester United. Valeriy Lobanovskiy estuvo bajo el mando del equipo más grande de Ucrania, Dinamo Kiev, por 19 temporadas. Y el reconocido entrenador Arsène Wenger trabajó su diseño futbolístico durante 22 calendarios en el Arsenal. Todo lo que sembraron los tres entrenadores en los respectivos clubes lo recogieron ellos.
Actualmente, es muy difícil encontrar una imagen igual a la de Ferguson, Lobanovskiy, Wenger. No por la calidad como entrenador, sino por una base diseñada a largo plazo desde los mismos clubes. Sin embargo, existen algunos casos como el mismo Jürgen Klopp. Por ejemplo, el de Marcelo Gallardo con el River Plate, el del ‘Cholo’ Simeone con el Atlético de Madrid, o incluso en nuestro entorno tenemos a Ricardo Gareca con la selección peruana