La canción Kingdom, tema de entrada de Cody Rhodes, dura 3:30 minutos; sin embargo, sobre el final del Raw posterior a WrestleMania tuvo que sonar más de cinco veces consecutivas. ¿El motivo? La ‘Pesadilla Americana’ se quedó firmando autógrafos, tomándose fotos y devolviéndole el cariño a los que estaban en ringside en el American Airlines Center, en Dallas, demostrando que volvió a WWE con una mentalidad distinta, demostrando que entiende el entretenimiento deportivo a la perfección.
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Para los que no conocen a Cody Rhodes, trataré de resumir la historia: tras hacer su debut en WWE en 2006, el exmiembro de The Legacy estuvo sin pena ni gloria hasta el 2016. El hijo de Dusty Rhodes nunca pudo establecerse en la empresa de Vince McMahon, terminando sus días con el personaje de Stardust, en luchador con poca relevancia en el elenco principal de Raw.
Sin embargo, Cody se fue con Tony Khan para ser un pilar fundamental en la creación de AEW. Junto a los Young Bucks, Rodes fue una de las primeras caras reconocidas que tuvo la empresa que le hace frente a WWE. Su desprecio hacia WWE fue tan importante que decidió crear su personaje la “Pesadilla Americana”, utilizando la canción Kingdom como su tema de entrada. El tema de la banda Downstait es una especie de tiradera hacia WWE, puesto que habla o trata de narrar las “injusticias” que se cometen con los talentos en la empresa de McMahon, siendo Cody uno de los “perjudicados”, puesto que él creía tener el talento para ser estelar y no un jobber.
Seis años después, Cody Rhodes volvió a WWE. WrestleMania, el escenario más importante de la empresa, lo acogió para enfrentarse a Seth Rollins en lo que fue la mejor lucha de las dos noches de la ‘Vitrina de los Inmortales’. Desde la sala de prensa del AT&T Stadium pudimos escuchar la gran ovación que recibió el luchador de 36 años. Incluso, cuando asomó en el estrado, los gritos fueron más ensordecedores que con el propio Stone Cold Steve Austin.
Ello fue el sábado por la noche. El domingo por la mañana, el propio Rodes le indicó a WWE que quería hablar con los medios. El Comercio fue invitado a la rueda de prensa a la que solo fuimos contactados 16 medios de todo el mundo. No obstante, por un tema de agenda, Cody solo respondió nueve preguntas y no tuve la oportunidad de consultarle por su mítico regreso.
Dentro de todo lo resaltante, la “Pesadilla americana” resaltó tres aspectos: gratitud con AEW por permitirle dar un gran salto en su carrera, la alegría de volver a WWE para ser la cara de la empresa o estar en el plano estelar y el agradecimiento con todo el Universo de WWE, incluyendo a los medios, puesto que se mostró muy cordial. Tras finalizar la conferencia, nos recibió a todos, uno por uno, para saludarnos y darnos un abrazo en señal de respeto mutuo.
La noche del lunes, WWE nos invitó a Monday Night Raw en el American Airlines Center, siendo el último evento en el itinerario en la ciudad de Dallas. Como era de esperarse, el show comenzó con Cody, el hombre del momento. Rodes salió al ring para brindar una promo que dejó dos grandes mensajes: buscará el plano estelar debido a que “está listo para el reto” y es evidente que tendrá un push importante en el futuro cercano. Cuando terminó de hablar, en la TV mandaron a comerciales, mientras que en la arena Rodes trataba de saludar a todos los presentes en Raw.
Durante otro segmento, Kevin Owens salió a decir que enfrentará a Cody en el evento principal de Raw. Lo que no sabíamos era que iba a ser un dark match, es decir, fuera de la programación de TV. Para los que no estuvieron en el AAC, el episodio de Raw culminó con Roman Reigns y su promo sobre los títulos unificados.
Tras ello, Rodes y Owens salieron al ring para el main event. Antes de la pelea, Cody saltó del ring y se fue a la zona del público para pedirles su apoyo. Como era de esperarse, recibió muchas muestras de cariño. La ‘Pesadilla Americana’ ha entendido muy bien el negocio del entretenimiento deportivo, haciendo al público partícipe de todas sus decisiones. El combate no desentonó, ganó Rodes, pero lo que más impactó fue la promo final.
“No me gustan los finales. No sé por donde acabar. Solo les diré una cosa: ahora me dirijo a ringside (primera fila) para estar con ustedes. Lo que quieran. Abrazos, fotos, autógrafos. Esto es por ustedes y es una muestra de cariño. Lo haré hasta que la seguridad me saque de la arena. Los quiero mucho, que tengan una gran noche”, afirmó Rodes. De inmediato, saltó a primera fila y fue uno por uno. Autógrafos, selfies, abrazos y saludos. Cody demoró más de 15 minutos saludando a su público, aumentando su star power para futuras presentaciones.
Con ello se puso fin al periplo de El Comercio por Dallas, pero era necesario remarcar la importancia que le da Cody Rhodes al público. Ha entendido que ellos son los que compran los polos, tickets, entre otras cosas. El hijo pródigo está de vuelta en WWE y se espera que vaya al plano estelar de inmediato. Aunque como dijo The Undertaker en su ceremonia de inducción al ‘Salón de la Fama’: “Nunca digas nunca”.
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