Ahora uno busca el nombre de Juan Pablo Varillas y aparece ahí, junto al de Alexander Zverev, cerca al de Andy Murray, en el mismo cuadro de Novak Djokovic, en el mismo torneo que Rafael Nadal. Eso es estar en el Australian Open, eso es jugar un Grand Slam, es estar donde están los más grandes o cómo él mismo nos dijo hace poco, es cumplir los objetivos de siempre. “Uno juega al tenis y piensa en jugar este tipo de torneos, estar en estas canchas, en el mismo torneo de nuestros ídolos”.
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A sus 27 años, Juanpi está experimentando lo que soñaba de niño, aunque recién a los 18 decidió inclinarse por esta profesión y apostar todo a la raqueta. “Él está pagando esos años, por eso es un proceso más largo”, nos explica su preparador físico Matías Rizzo. Por eso, recién estamos disfrutando de verlo en la élite.
Y este domingo por la noche inician las acciones en Melbourne, lunes ya para los australianos. Nuestro compatriota tendrá que esperar a la segunda jornada para su partido ante Zverev -a la 1 a.m. del martes-, en un duelo en el que, si bien el alemán es favorito por nombre y ránking, los momentos de cada uno pueden marcar un panorama distinto.
Pero jugar un Grand Slam también significa prestigio para el jugador, que ya empieza a ser visto como parte de la élite. Diego Schwartzman nos decía en Tokio 2020 que conocía a Juan Pablo porque entrenaba con otros argentinos y destacó su juego. “Sé que lo viene haciendo muy bien, un paso anterior a los ATP. Si sigue de esta manera seguramente empezará a competir más en este tipo de torneos”. Y así se está dando.
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Competir en los torneos grandes te da competitividad y los puntos para el ránking que son necesarios para siempre estar a ese nivel. Con sus dos victorias en la Qualy del Australian Open, Juan Pablo Varillas ha sumado 16 puntos, que hoy lo meten nuevamente al Top 100 ATP. De ganar su partido ante Alexander Zverev sumaría 10 unidades más. Hoy el peruano marcha en la casilla 103 en el ránking que se actualiza cada semana.
“Mira a Baez, está 45 en el mundo con 14 primeras vueltas seguidas. El circuito ATP es muy competitivo y uno tiene que balancear sensaciones, puntos, confianza, partidos ganados y malestares físicos”, nos dice Sergio Galdos. Y su ejemplo es sobre el argentino Sebastián Baez, quien compite en el circuito ATP y con solo ganar un partido de primera ronda de los 250 ATP suma 20 puntos, jugar en un Master 1000 le asegura otros 10 puntos más con solo disputar la primera ronda y cuando gana partidos su cuenta va aumentando.
Además, están los ingresos que generan los jugadores por competir en este tipo de torneos. Amén de la exposición que hacen de las marcas que los auspician, jugar la primera ronda del Australian Open le garantiza a Juan Pablo Varillas 73 mil dólares. Un ingreso importante para la organización de su temporada.
Un jugador de élite del tenis juega un torneo cada semana y estos en distintas ciudad y países, por lo que continuamente están viajando, lo que es un gasto importante en viáticos. Se estima que para una gira Challenger, Juan Pablo debe invertir unos 150 mil dólares al año porque se juega muchas veces en Sudamérica. Si se trata de una gira ATP, que involucra países del primer mundo, esta cifra se multiplica.
El tenis peruano volverá a estar en lo más alto, esta vez gracias a Juan Pablo Varillas. Cuando Lucho Horna perdió – en el lejano 2008 – su partido de primera ronda del Abierto de Australia contra el argentino Agustín Calleri, no imaginábamos que la espera para volver a ver a un jugador nacional compitiendo en el primer Grand Slam del año iba a ser de 15 años. Pero así fue.
Juanpi Varillas se ha encargado de romper esta mala racha y, este martes, estará haciendo su debut en el cuadro principal del torneo contra nada más y nada menos que Alexander Zverev. El alemán, quien en su mejor momento alcanzó la segunda casilla del ránking mundial y logró clasificarse a la final del Abierto de Estados Unidos en el 2020, atraviesa un momento delicado desde que una lesión en el tobillo lo alejó de las canchas en junio del año pasado.
La primera raqueta nacional llegará a la primera ronda con tres partidos encima de los cuales dos fueron triunfos y el tercero una ajustada derrota que hizo que su clasificación al cuadro principal se tenga que dar mediante el cupo de ‘lucky loser’. Al peruano solo le han quebrado el servicio tres veces en ocho sets, estadística que ilusiona y que nos invita a soñar con un batacazo en el partido del domingo.
Pase lo que pase, Varillas ha devuelto al tenis peruano a los ojos del mundo y es momento de disfrutar. Esperemos que el sacrificio siga dando frutos y, por mi parte, espero que mi siguiente columna sea sobre otro momento histórico del deporte blanco en nuestro país.
—Así llegan—
Para Juan Pablo es el inicio de la temporada luego de entrenar en Buenos Aires. El peruano cerró el 2022 con el título del Challenger de Sao Leopoldo el 16 de noviembre y luego reapareció en la qualy del Australian Open, donde ganó dos partidos y cayó en la ronda 3, pero el sorteo de ‘lucky loser’ lo favoreció para entrar al cuadro principal.
Zverev por su parte llega a Melbourne a recuperar sensaciones. Pasó siete meses lesionado (ligamento de tobillo derecho) y reapareció en noviembre en partidos de exhibición donde venció a Djokovic, pero en diciembre en la United Cup perdió sus dos partidos oficiales de singles ante Jiri Lehecka de 21 años y 81 ATP y ante Taylor Fritz (9 ATP) , pero ganó jugando dobles mixtos. El torneo le sirvió para tener ritmo de juego. Pese al momento, portales especializados como ‘Punto de Break’ colocan al alemán en la segunda semana de competencia.
“Lo he visto jugar una vez contra Auger-Aliassime en París, después no pude ver más. Subió bastante rápido en el ránking el año pasado y obtuvo algunos buenos resultados en arcilla”, dijo ayer el alemán sobre Varillas, según cita “Tenis peruano”.
Juan Pablo ha preferido mantener el perfil bajo y como cada vez que afronta un torneo, se centra en ello: en su preparación. Junto a su entrenador Diego Junqueira y su preparador físico Matías Rizzo, preparan el gran golpe.
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