En Praia de Miami, en Natal, Sol Aguirre dio por terminado su agitado año con una valiosa victoria a inicios de noviembre. La surfer nacional arribó por primera vez a la capital de Río Grande del Norte, en Brasil, donde se disputó la antepenúltima fecha de la Qualifying Series (QS) –tercera división de la Liga Mundial de Surf (WSL)– para Sudamérica. El objetivo era reencontrarse con su mejor versión, sobre todo tras despedirse rápidamente del Corona Saquarema Pro, en la última jornada del Challenger Series, la segunda división de la WSL.
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Y lo hizo, la piurana de 21 años la rompió en el noreste brasileño y se llena de ilusión en esta Navidad, pues aún restan dos paradas para el QS de nuestra región, a correrse en los primeros tres meses del próximo año y que definirá a las tres clasificadas –el podio del ranking regional en el que ahora es sexta– para el CS del 2025. Desde el norte del país, donde descansa unas semanas previa preparación para la siguiente campaña, Sol conversa con Deporte Total sobre los diversos certámenes en los que se ha presentado dejando en alto la bandera peruana.
¿Cómo te sentiste en Natal?
Al principio me sentí un poco nerviosa porque era un lugar nuevo y había decidido ir sola a Natal. Me quedé sola, competí sola, a puro instinto. Luego ya me sentí súper feliz, como en casa, porque también Brasil es como mi segundo hogar. Creo que logré conectarme al final y así poder hacer mi surfing para ganar el evento.
¿Te habías planteado terminar la temporada con este certamen?
No, realmente fue una decisión inesperada. Yo estaba en el Challenger de Saquarema, Río de Janeiro, e iba a regresar a mi casa, pero me quedé con una sensación de no haber logrado lo que yo quería y estaba con todas las ganas de seguir compitiendo. Entonces cuando vi que había este evento, el QS de Natal, dije, “bueno ya estoy en Brasil, me voy a entrenar allá y a ver qué pasa”. Y mira, salió mejor de lo esperado.
¿Cuál es tu balance de esta temporada en la que fuiste olímpico?
Considero que este ha sido uno de mis mejores años, con buenos resultados. He podido ser más constante, tal vez no en el Challenger Series, que es lo más difícil. Comencé la temporada con un tercer lugar en el Mundial Junior WSL, tercera en el mundo, con los mejores juniors de todo el planeta. He cerrado mi carrera juvenil de muy buena forma. De ahí fui quinta en el Mundial ISA con las mejores también, pues era clasificatorio a los Juegos Olímpicos. Con esta posición logré clasificar a París 2024 y luego estuvo compitiendo en el surf olímpico. Después están los Challenger, la élite, donde en una fecha logré el noveno lugar que es bastante bueno y ahora cerrando de la mejor forma mi participación regional en la Qualifying Series (QS).
Entonces es positivo…
Se podría decir que hay un buen balance porque he podido correr en juvenil, en mayores, en los Challengers y regionales de la WSL. También en los Juegos Olímpicos y en el Mundial ISA. Básicamente he podido desenvolverme bien y mostrar quién soy en cada región, en cada nivel, en cada país.
Esa transición de junior a profesional no es nada fácil, pero llevas ya bastante tiempo compitiendo en mayores pese a tu juventud…
Es verdad, pero creo que en esta temporada de cierre como junior me ayudó que inicié súper bien el año. Conseguí un par de resultados notables que me han ayudado a seguir firme.
Al conquistar el QS de Natal derramaste algunas lágrimas en el mar y también cuando te alzaron tus compañeras como campeona…
Sí. Como te comentaba, comencé súper bien y todo estaba saliendo bien, pero después en los JJ.OO. no logré el resultado que quería. Después me tocó concentrarme en los Challengers, lo cual son bastante difíciles, pero logré un resultado muy positivo al terminar novena en Portugal. Después, fui directo a Saquarema para cerrar el circuito y no terminó cómo esperaba. Entonces, la segunda mitad del año fue un poco dura, sobre todo porque no hubo tiempo de procesar todo, ya que seguí viajando.
¿Fue un desfogue por esa irregular segunda parte del año?
Tú me preguntas por qué lloré. Realmente no sé, pero sí te digo que soy una persona bien emocional y no me da vergüenza porque siento que es algo que, si lo sientes, tienes que soltarlo. Bueno, también de felicidad porque ese triunfo no lo saboreaba desde hace un año. La última vez fue un evento, precisamente, en Brasil, mi segunda casa, un lugar que siempre me manda las mejores vibras. Derramé esas lágrimas como botando un poco todas esas derrotas las cuales cualquier atleta pasa por ello. Es duro seguir insistiendo y todo, por eso fue la emoción y la alegría de poder ganar en Brasil, un resultado que no estaba en mis planes pues no iba a viajar a Natal. No estaba planeado, fui a pura fe, garra y valentía, sola.
El tema de viajar en soledad es algo habitual en los surfers peruanos en la WSL, mientras que los rivales tienen un equipo multidisciplinario detrás de ellos…
Sí, totalmente. Los rivales tienen mucho más apoyo y bueno, me encantaría que haya apoyo para nosotros durante toda la temporada porque es muy costoso. Creo que sería increíble viajar con todos los que clasifiquen al Challenger Series, como un equipo, como equipo peruano porque la verdad eso suma bastante, es una gran diferencia. Afuera están todos unidos y necesitamos un respaldo. Sin embargo es difícil porque, no sé, a veces el grupo se divide y uno no quiere y el otro tampoco, pero por mi lado, yo siempre he tratado de subir al barco con todos y feliz, me encantaría que todos los peruanos accedan al Challenger Series para poder hacer un gran equipo.
Con este resultado en Natal, ¿cómo te va en la clasificación al Challenger Series 2025?
Ahorita soy sexta en la clasificación regional (Qualifying Series de Sudamérica) y clasifican las tres primeras, pero aún quedan dos campeonatos más por disputar el próximo año. Entonces todavía hay posibilidades de clasificar. Yo estoy muy positiva y creo que todo va a salir muy bien.
¿Esos torneos serán en Brasil o al menos uno de ellos será en Perú?
Hay uno acá en Perú que es el Señoritas Open Pro, en marzo, y un 3.000 puntos que es el que va a hacer la diferencia en Brasil.
Terminaste esta temporada en el puesto 35 del Challenger Series y de clasificar en el 2025, buscarás mejorar esa posición…
Cada año voy evolucionando en los Challengers. Inclusive, el año pasado terminé mejor que en esta temporada (puesto 27). La única diferencia fue que en un evento pasé una ronda más. Si yo pasaba una etapa más en esta campaña iba a subir 15 puestos. Pero nada, estoy preparada para estar entre las diez mejores con mucha seguridad, pero también todas quieren estar ahí, todas la rompen y algunas vienen del CT inclusive (Championship Tour). Es increíble estar dentro de las 35 mejores del Challenger Series, pero se puede mucho más y esa es mi meta el próximo año.
Empiezas tu preparación para esos dos torneos QS de Sudamérica del 2025 ahora mismo o te tomarás un respiro…
No tengo nada planeado, ha sido un año súper largo. He competido en todo lo que he podido y he competido al más alto nivel en el Challenger Series y en los Juegos Olímpicos. Por ahora voy a disfrutar en casa y relajarme un poco para luego iniciar la temporada 2025.
¿Ya estás en Piura?
Estoy en el norte ahora mismo. Me vine directo a casa. Acá me voy a relajar, que es lo principal para cualquier atleta. Uno tiene que volver al lugar en el que está tranquilo, donde tiene paz mental.
La familia debe ser la más feliz con tu retorno tras un año lleno de competencias…
Mi familia siempre me da apoyo moral, me da motivación. Están en las buenas y en las malas. Agradezco mucho eso. A veces me dicen que deje de llorar un poquito, pero en verdad no puedo. Y es que cada vez que lloro, me siento más liviana, más fuerte. Yo veo eso como una fortaleza, eso me diferencia y me hace ser especial. Mi familia es increíble, es mi base.
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