JOHANA CUBILLAS @jocubillas
Cuando nos imaginábamos un baile apareció una selección peruana seria. Capaz de jugarle de igual a igual a Brasil que todavía resiste la resaca de la eliminación vergonzosa de su Mundial. Al Brasil que tiene a Neymar. Ellos iban a salir a matar y nosotros seríamos sus primeras víctimas. Perdimos, es verdad, pero hay aspectos y jugadores que necesitan ser mencionados por su labor en el debut peruano en la Copa América 2015.
Empecemos por la defensa. Del jugador del que se dudaba -porque aquí somos expertos en avivar el morbo-, el que rompió las reglas, el que salió de noche. Gareca advirtió que lo que le importaba era que sus jugadores dejen todo en la cancha y no lo que hacían fuera de ella. Ante Brasil Carlos Zambrano le dio la razón y mató por la blanquirroja: tuvo un 50% de entradas ganadas, superó a sus rivales en un 75% de los duelos y estuvo atento en dos oportunidades, cuando el gol brasileño pasaba la línea. Demostró una vez más por qué la selección necesita a tres más como él para sentirnos seguros. Tres más con esa picardía, con esa astucia que incomoda al rival, lo frena. Con la jugada al límite, el foul que hace dudar al árbitro y lo confunde a seguir jugando. Ese zaguero que no se achica ante ningún rival y tiene siempre la actitud ganadora. En Alemania jugó 17 partidos en la temporada2014/2015 y en 16 fue titular. A Zambrano dámelo siempre.
Y cuando el fútbol se complica, cuando el partido se va cerrando, cuando necesitamos que alguien la ponga al piso y le de esa ligereza muchas veces necesaria, aparece Carlos Lobatón. Un 90% de precisión en los pases, sin ataduras, pelota al piso. Simple. Un jugador que se anticipa, con el retrovisor incorporado. Parece que los años por él solo pasan para darle esa pausa básica, ese control del balón, esa pegada única. De los pocos jugadores elegantes que encontramos en el fútbol peruano. Un jugador que por razones extrañas nunca salió, pero que nos deja pasmados con ese juego exquisito que dan ganas de mostrar al mundo.
Más adelante estaba él. Si creyeron que Dunga no nos tenía respeto, revisen la marca a Paolo Guerrero. Qué delantero. Jugó los 90’, nunca perdió un duelo con los centrales brasileños, tanto por abajo como aéreos y fue uno de los jugadores más emotivos del encuentro. Claramente un nivel superior al resto, un escalón más arriba. El primer gol de Perú llega por terquedad suya, pura garra, un jugadorazo. Y eso pasa cuando te formas afuera, tácticamente diferente. Fue fundamental hoy, es fundamental siempre. Y no quiero quitarle mérito a Cueva, quien a pesar de las críticas metió el gol. Hizo la que muchos no pudieron. Nadie se acordó de Benavente.
Bien Perú, que tiene una idea: jugar. Tenemos muy poco pero de eso se trata en equipos como el nuestro. Se trata de administrar pobreza.
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#Dunga: “Si #Per juega como hoy, va a tener muchas chances” ⏩ http://t.co/kYr8BgLUDl pic.twitter.com/YvoYKiv98T— DT El Comercio (@DTElComercio) June 15, 2015