El próximo 4 de mayo podría ser un día decisivo para los movimientos ecologistas y para la industria de hidrocarburos, pero por diferentes razones. Y es que la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Ecología del Congreso de la República discutirá un proyecto de ley que propone desincentivar la producción de petróleo y gas a fin de conseguir que las energías renovables no convencionales (RER) puedan acceder a una mayor participación en la oferta y consumo final de energía en el país.
El Proyecto de Transición Ecológica (P.L. 6935) promovido por el colectivo Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (Moccic) busca conseguir que las RER accedan al 45% de la potencia instalada eléctrica y al 35% del consumo final de la energía para el 2030 (actualmente participan con menos del 5% y el 1% en ambas categorías, respectivamente).
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Para ello, la norma propone medidas frontales, como la declaratoria de emergencia climática y el cese de la oferta de nuevos lotes de petróleo y gas a partir del 2025.
“Este no solo es un proyecto para hacer atractivas las RER. Es un proyecto que establece metas claras para que empecemos a dejar de usar los combustibles fósiles”, comenta Augusto Durán. especialista en Energías Renovables de Mocicc
NO MÁS LOTES DE PETRÓLEO
Durán precisa que la norma no va dirigida a conseguir el cierre de “ningún pozo petrolero” o la “paralización de la producción de petróleo y gas” sino a desincentivar su desarrollo futuro para generar la necesidad de consumir las energías renovables.
“Por eso proponemos al Estado peruano el cese de la oferta futura de fuentes de energía fósil, mediante la eliminación de los lotes de hidrocarburos que aún no han sido materia de adjudicación”, señala.
En su opinión, esta es la solución que el Perú necesita para hacer frente de manera efectiva al cambio climático.
Para ello, el proyecto de ley propone eliminar también los subsidios a la promoción de combustibles, como las exenciones tributarias en la Amazonia, el Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles, el Fise y otros, a través de un “proceso planificado que debe durar hasta el 2030”.
Del mismo modo, la norma plantea elevar la cuota de vehículos eléctricos e híbridos a un 25% para el 2030.
Pero ¿cómo piensa Moccic lograr estos ambiciosos planteamientos.
FONDO ECOLÓGICO
Para conseguir sus metas, el colectivo ha propuesto la creación de un Fondo para la Transición Ecológica, que se financiará con cinco fuentes de recursos.
La primera es un recargo en el costo del gas natural para generación termoeléctrica. La segunda es un recargo en la tarifa eléctrica de los grandes usuarios comerciales e industriales. Y la tercera es otro recargo, esta vez a la venta de hidrocarburos para la exportación.
Como complemento, la norma plantea la elevación de los aranceles a la importación de vehículos a combustión y la transferencia de todos los subsidios a los hidrocarburos al Fondo para la Transición Ecológica.
Con este dinero, Moccic propone financiar una serie de actividades, como la ejecución de proyectos RER de electrificación rural, la creación de cooperativas y empresas comunales de generación eléctrica, la investigación en nuevas tecnologías renovables, la remediación de pasivos ambientales generados por la actividad petrolera, programas de promoción a la electromovilidad en la selva y la compensación económica a los sectores vulnerables afectados por la eliminación de los subsidios a los combustibles.
El proyecto de transición ecológica de Moccic será debatido el martes 4 de mayo en la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Ecología.
Si es aprobado en esta instancia, pasará al Pleno del Congreso para su discusión en mayo en el denominado Pleno Verde, donde se debatirán más de 10 proyectos en temas ambientales.
“Nuestra expectativa es que el proyecto se promulgue antes de que termine esta legislatura”, apunta Durán.
De acuerdo con cifras de Moccic, el 30% de las emisiones de gas de efecto invernadero (GEI) en el Perú se explica por la combustión de energía fósil, mientras que el 50% obedece al cambio de uso de suelo o deforestación.
Moccic articula a organizaciones sociales de 17 regiones, como Cooperacción, CEAS, Caritas Chosica, Grufides, Asociación Civil Labor, Red Acción Ambiente Perú y el Instituto de Montaña.
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