Estamos en un momento muy complejo y no quería dejar de responder a quienes se preguntan si los precios de los combustibles y , por tanto, de los artículos de primera necesidad, entre otros bajarán tras las últimas medidas económicas dictadas por el gobierno.
¿En dónde debe estar el foco? Aquí, algunas medidas que podrían ayudar a una verdadera recuperación económica. También mi punto de vista respecto al toque de queda y cómo impacta en el ciudadano de a pie.
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La reducción en los precios de los combustibles, productos de primera necesidad y más no será inmediata. Más en un contexto de incertidumbre y especulación. Pueden reducir o exonerar el Impuesto Selectivo al Consumo o el IGV que es un componente del precio, sin embargo, los costos podrían seguir subiendo debido al contexto internacional y a la inflación global. Lo del IGV en productos de primera necesidad aún es un anuncio. La medida es necesaria, quizá por el contexto actual local (paros, saqueos o presión al gobierno) pero no es suficiente, menos de gran impacto. Una subida o reducción de impuestos no necesariamente se refleja de inmediato en los precios. Hay otros componentes como el tema de stocks, abastecimiento, estrategias de mercadeo y lo que esperan o crean los proveedores que puede seguir sucediendo.
Lo que debe hacer el gobierno es insistir o dictar medidas que vayan enfocadas a una verdadera recuperación económica como promover y facilitar la inversión privada, incluso la pública. Esto tendría más impacto en el crecimiento y bienestar económico del ciudadano de a pie. Generar gasto público o exonerar impuestos en un país como el nuestro, mella el presupuesto y nos llevaría a un déficit. Es importante dar medidas concretas para aquellos sectores que con la pandemia y crisis se vieron más afectados como el de turismo, entretenimiento, comercio, servicios y transporte, darle más facilidades a las pyme, al emprendedor, que vuelvan a la actividad económica bajo la formalidad y no que crezcan los negocios informales; es decir, generar empleo formal.
Actualmente casi el 70% de la población trabaja en condiciones informales. Generar movimiento económico, destrabar los proyectos mineros como Quellaveco, Toromocho, Mina Justa, Río Blanco, incluso Conga y Tía María es clave. El gobierno debe ser el conector para lograr la inversión y la generación de empleos. Incluso, una tarea pendiente e inmediata es generar confianza. Aunque con anuncios de medianoche, como el último toque de queda, será aún más difícil. La imagen del presidente ha quedado más que mellada.
Respecto a este último punto y sumado a lo descrito líneas arriba, medidas de este tipo nos recuerdan que después de la pandemia no hemos aprendido nada. Jamás la solución es restringir la actividad económica, sobre todo sabiendo que la mayoría de la población vive el día a día, trabaja de sueldos diarios y aún más a una población que le está costando salir de la crisis económica, sanitaria y social que se sigue arrastrando por la COVID-19. El más afectados, como siempre, es el pueblo al que tanto hace mención el gobierno.
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