Rosa Waller llegó al Perú desde Alemania en las primeras décadas del siglo pasado. Su bisnieta, Gretchen Contreras, recuerda lo que fue ese evento, el cual conoce solo a través de historias familiares. Nacida en altamar, en una embarcación de la que llegaban migrantes europeos ante la Primera Guerra Mundial, Rosa Waller y sus parientes se establecieron en la localidad de Pozuzo, en Oxapampa, y fue responsable de sacar adelante a ocho hijos.
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Una de ellas fue la abuela de Contreras, Rosa Gustavson. “Mi madre y mi abuela fueron los mejores ejemplos de resiliencia en mi vida”, resalta Contreras, tras detallar cómo el entonces esposo de su abuela, un policía, la abandonó a ella y a sus hijos cuando estaba embarazada por tercera vez.
Rosa Gustavson no permitió que ello la detuviese, menciona Contreras. Por ello, tras construir su hogar en Pozuzo y trabajar en sus chacras, migró a la capital con sus tres hijos en busca de mayores oportunidades.
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Rosa Rodríguez, madre de Contreras, vivió un destino similar: debió sacar adelante a sus cinco hijos como madre soltera, ya establecida en Lima. Por ello, la empresaria reconoce que está rodeada por mujeres fuertes que han sido piezas claves en su desarrollo como lideresa empresarial, un título que impulsa en la actualidad para motivar a otras empresarias con las que interactúa a diario.
PERSEVERANCIA
Desde hace seis años, Gretchen Contreras es gerenta general de Fusion Foods, empresa dedicada a la agroexportación que fundó junto a su hermana menor luego de tener a su primera hija. En su tiempo de operaciones, las ventas de la compañía han aumentado en 300%.
Contreras dice que la firma cuenta con diversos proveedores de alimentos en todo el país, en especial productores pequeños, y negocia con compañías de gran tamaño a escala internacional. Además, destaca que un activo partícipe de los resultados de la empresa y un apoyo incondicional para ella es su compañero de vida, Ricardo Castillo, quien también forma parte del negocio.
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Junto a los ejemplos familiares que tuvo a lo largo de su vida, un elemento clave para Contreras, desde el momento en que empezó a ejercer su profesión de administradora, fue su cercanía con la industria alimenticia. Lo vivió desde antes de cumplir los 30, cuando trabajó como gerenta de una tienda de comida de la cadena Delossi por siete años. Su abuela ya había tenido una chacra en Pozuzo, y ello también le dio cercanía con el rubro.
A Contreras, quien es Líder Empresarial del Cambio (LEC) este año, la definen su fortaleza y resiliencia, aspectos que heredó de las mujeres que la rodearon. Ella puntualiza que, sin la guía de ellas, la perseverancia para hacer que su negocio creciera y se mantuviera incluso en los momentos más difíciles, hubiera sido imposible.