Los precios del cobre retrocedían el lunes desde máximos de más de dos años ante el incremento en los nuevos casos de COVID-19, lo que amenazaba con frenar la actividad económica y la demanda por metales.
A las 10:00 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) cedía un 0.3% a US$ 6,800 la tonelada, luego de trepar más temprano a US$ 6,877.50, máximo desde junio de 2018.
La mayoría de los metales industriales cotizaban a la baja, de la mano del crudo y de las bolsas europeas. El incremento en las tasas de contagio en Europa hizo temer nuevas medidas de contención en algunos países, con un ánimo afectado también por la falta de estímulos en Estados Unidos.
“Nos encaminamos a la temporada del otoño/invierno (boreal) y no hay indicios de que el coronavirus se desvanezca, con el aumento de casos en Europa y Estados Unidos. Eso afectará los datos económicos en las próximas semanas y meses”, advirtió Xiao Fu, estratega de Bank of China International.
“Además, mientras nos acercamos a las elecciones en Estados Unidos, podríamos ver algo de turbulencia en los mercados, y además hay factores de riesgo geopolítico a nivel global, así que eso podría contribuir a un desinterés por el riesgo”.
El índice dólar se afirmaba, encareciendo las materias para los tenedores de otras divisas.