La semana pasada el Congreso aprobó la ley que elimina el tope de tasas de interés en primera votación. Para su entrada en vigor, tendría que pasar por una votación más que se verá en la Comisión Permanente o en la siguiente legislatura. De aprobarse, ¿cómo impactará en el usuario final?
Según Alonso Macedo, economista del Instituto Peruano de Economía (IPE), la derogación del tope es positiva pues, desde que se implementó, ha impedido mayores avances en la inclusión financiera y ha beneficiado al mercado informal de créditos.
Así, en tres años de vigencia, más de 200 mil personas se trasladaron del mercado formal de créditos al sector informal, según estimaciones del Banco Central de Reserva (BCR). Asimismo, se evitó que otras 325 mil personas puedan acceder a su primer crédito formal.
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Según el economista, las personas más afectadas fueron las de bajos ingresos y con poco historial crediticio que tenían deudas bajas o préstamos por pocos montos. Con el tope, ya no era posible otorgarles créditos.
“Se espera que estas personas que fueron expulsadas del mercado formal ingresen progresivamente que, dentro de todo y a diferencia de los créditos informales, son más seguros y tienen tasas más bajas que los créditos informales”, dijo Macedo.
¿Qué sucedió con los 200 mil peruanos que tuvieron que salir del sistema formal? Según el Estudio de Crédito Informal en el Perú elaborado por el IPE a pedido de la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc), en promedio, el 69% de personas que recibieron créditos ilegales pagaron tasas por encima del tope -de 109,83% entre mayo y octubre de 2024-.
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De ellos, en ciudades como Iquitos llegan al 95%, en Trujillo, a 75%, en Lima, a 68%, igual que en Arequipa y en Cusco, a 64%, según el estudio. “Tienen un tope alto y lo que se buscaba era que las personas paguen menos por sus créditos”, agregó Macedo.
Si bien el tope máximo a la fecha está alrededor del 113%, la tasa anualizada de los créditos informales puede llegar a 1000%, porque son préstamos de pago diario y se termina pagando hasta 10 veces más de lo que se prestó.
Sobre el tema, Jorge Carrillo Acosta, profesor y experto en finanzas de Pacífico Business School, agregó que el Congreso se ha dado cuenta de lo nociva que era la ley porque ya se había advertido que destruiría la inclusión financiera y afectaría, principalmente, a los emprendedores y quienes ingresan al sistema financiero.
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“Para que una microfinanciera cubra costos, tiene que cobrar costos que bordean del 150% al 180%, si no, no tiene sentido dar un préstamo. Más de medio millón de personas salieron del sistema o no pudieron entrar por ese tope de tasas y lo peor es que muchas de ellas se van al gota a gota”, dijo Carrillo Acosta.
Según el experto en finanzas, con la derogación de este tope se pondrá freno a este tipo de créditos y se abrirá la puerta a las microfinancieras, pues la normativa no afectaba a los grandes bancos, sino a la financiera especializada en microfinanzas, a las cajas, cooperativas de ahorro y crédito y, con ello, se ven afectados los emprendedores y las personas que quieren su primer préstamo, agregó.
Si bien se está pronto a que se elimine el tope de tasas, aún hay muchas personas que siguen con los préstamos gota a gota o sufriendo extorsiones y su retorno al sistema formal va a ser difícil y lento, y tomará al menos un año que todo vuelva a un cause relativamente normal, explicó Carrillo Acosta.
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Jorge Antonio Delgado, presidente del Consejo Directivo de la Asociación Latinoamericana de Microfinanzas (Alami), también resaltó en que el tope de tasas generó una mayor inseguridad y señaló que, con la derogación del tope, se devuelva el acceso universal a los emprendedores y empresarios a tomar créditos formales.
“La realidad es más que evidente, con inseguridad, chantajes, matanzas, tasas de interés por encima del 800%, lavado de activos. Creo que ha sido bueno que el Congreso haya tomado esta decisión en beneficio de los empresarios y emprendedores”, anotó.
El representante de Alami recordó, además, que, debido a los chantajes y extorsiones, alrededor de 3 mil bodegas han tenido que cerrar. “Si una persona pidió S/ 800 de préstamos y tiene que pagar S/ 100 diarios, en 30 días son S/ 3.000 ¿quién va a soportar una presión así? y si no lo pagas, te matan. No puedes ir a una comisaría a denunciar porque no sabes quién es la persona, no puedes ir al Poder Judicial. Las personas quedan expuestas a estas bandas organizadas”, agregó.
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