Contar pronto con una ley que regule las fintech manteniendo un espíritu orientado hacia la prevención de riesgos sin trabar la innovación es necesaria en el país, estimó Ljubica Vodanovic, socia fundadora de Vodanovic Legal.
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Coincidió con dicha advertencia Roberto Borrás Polanía, socio de Garrigues Colombia, quien especificó que el lavado de activos y el fraude son las principales delitos que se deben evitar a través de la regulación de estas nuevas formas de financiamiento.
“Nos falta mucho, es cierto, pero no podemos detenernos o ir despacito, pensando en estar listos para el 2022”, advirtió. En su país, añadió, ya se está trabajando una norma, al igual que en varias otras economías de la región, y se tiene prisa por encontrar el modelo idóneo, porque la “revolución” en la forma en que se ejecutan las finanzas es hoy inminente.
La regulación, agregó Ljubica Vodanovic, debe ser neutral, proporcional al tipo de negocio y no convertirse en una traba para la innovación. Se necesita establecer normas pensando en los riesgos y no según quien emite la moneda u operación financiera, dijo, porque lo importante no es el canal usado (digital o físico) sino salvaguardar al ciudadano que realiza una transacción.
En el Perú, añadió, lo que se tiene es algunas reacciones para evitar riesgos, pero falta diseñar un plan de acción con metas completas que incluyan una regulación proporcional al desarrollo de este mercado. Aquí, citó, tenemos reglas para pagos arriba de US$1.000, pero eso no basta. Poder tener claro el origen de los fondos de quienes invierten en las fintech es, por ejemplo, alguno de los puntos que deberán estudiarse en la norma que ha ofrecido desarrollar la SBS.
EXPERIENCIAS DE FUERADurante su exposición en el I Congreso Internacional de Pagos Digitales organizado por Asbanc (Asociación de Bancos del Perú), Ljubica Vodanovic comentó que en el mundo ya se han dado importantes avances en torno a la regulación que podemos observar e imitar. En Singapur, detalló, la regulación es una reacción ante una oferta que surge en el mercado y en forma proporcional a este, no previa, porque frenaría la innovación. Incluso se tiene un sistema o plataforma en donde se prueba a cada nueva fintech para ver si es segura y ofrece garantías a los ciudadanos.
En Inglaterra, añadió, se va monitoreando las innovaciones que surgen y se establecen normas acordes a ello. No las prohiben, solo las analizan y se van amoldando. Ese espíritu se mantiene en China, en donde además los bancos digitales (puramente virtuales) se someten a la mismas leyes que aquellos con agencias físicas.
Roberto Borrás Polanía detalló que en Colombia incluso se está pensando especialmente en una norma para las crowdfunding, las plataformas web que recogen capitales de pequeños inversionistas para financiar proyectos. El temor ante el surgimiento de estafas piramidales (en el pasado han superado los US$1.000 millones) hace que la regulación sea muy rígida y por eso se está trabajando en normas que garanticen la seguridad de estas operaciones sin frenar la evolución tecnológica imperante. Para lograrlo están trabajando en un diálogo abierto entre el Estado y el sector privado y se cuenta con la asesoría del Banco Mundial.
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