En lo que respecta a este 2022, sin duda, unos de los grandes impactos a nivel económico fue el alza del dólar a nivel regional. Las divisas de algunas de las economías más importantes de la región sufrieron fuertes caídas. Pudimos ser testigos de ver máximos históricos en países como Chile, cuando el dólar superó la ‘luca´ (1.000 pesos chilenos) o en Colombia sobrepasando la barrera de los 5.000 pesos, algo sin precedentes y el reflejo de un efecto dominó que se expandió por gran parte de Latam. ¿Qué pasó?
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Aunque no podemos explicar a ciencia cierta qué decisiones o situaciones afectan directamente estas fluctuaciones, sí es cierto que algunos temas relacionados con la coyuntura política, nacional e internacional, confluyen para generar impactos económicos de este estilo. Como los mercados cambiarios son altamente volátiles -suben y bajan constantemente-, cualquier cambio en las condiciones nacionales o externas puede transformar las proyecciones.
Por ejemplo, la inflación en Estados Unidos fue uno de los detonadores del incremento del dólar en una escala global. A eso hay que sumarle la subida de las tasas de interés ejecutada por la Reserva Federal de Estados Unidos, la guerra entre Rusia y Ucrania, el ingreso de los nuevos gobiernos en cada uno de los países y las incertidumbres que estos generan.
En la región, mientras que el peso argentino (-33,2%), el colombiano (-16,99%), el chileno (-12,34%) cayeron frente al dólar, desde inicios de año y con corte al 21 de octubre, según data de Bloomberg Línea; no todo es negativo para otras divisas que, por el contrario, en el mismo periodo, registraron una valorización o estabilización como el peso uruguayo (8,48%), el real brasilero (7,99%), el peso mexicano (3%) y el sol peruano (0,38%).
En la práctica, cuando en el mercado de un país existe un buen flujo del dólar, su precio se reduce, esto, claro, sumado a otros factores coyunturales. Sin embargo, cuando es al contrario, el incremento en el valor de la divisa afecta negativamente el consumo interno del país, a excepción si se trata de una nación cuya economía se basa en las exportaciones, en ese caso se beneficia del alza.
Si bien el impacto de la volatilidad del dólar en el Perú fue más estable con respecto a sus países vecinos, en casos como el de Colombia, por ejemplo, si actualmente a una persona le envían US$100 va a notar una variación en el monto recibido de un 20% con respecto a la misma fecha el año anterior, es decir, va a recibir más dinero. Pero si hablamos de un empresario que importa materia prima o paga nómina en el exterior en dólares, las transacciones que realiza hoy en día van a ser más costosas y se verá afectado.
Ante tanta volatilidad e incertidumbre lo importante es conservar la calma y poner las cosas en perspectiva para tomar las decisiones acertadas dependiendo del caso. El panorama no es local sino regional e, independientemente de lo que suceda, la mejor decisión siempre será tener cierta proporción de nuestros activos en dólares para resguardarse en una divisa de reserva dominante.