En tiempos en los que las redes sociales se han convertido en parte de nuestra vida diaria, no todos reparamos en el impacto que la información que publicamos, o que otros difunden sobre nosotros, podría tener en nuestra imagen profesional y, por ende, en el campo laboral.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Al respecto, Patricia Padilla, gerente comercial de CL Selection, recuerda que además de las consultoras de selección de personal, también los actuales y futuros empleadores, jefes, pares, colaboradores, proveedores y clientes rastrean las redes sociales, por lo que es importante cuidar lo que en ellas publicamos o comentamos.
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“La realidad es que no podemos separar nuestra vida profesional de la personal y ambas deben ser congruentes. Redes sociales como Facebook y Twitter muestran una aproximación pública de nuestra personalidad y de los aspectos que rodean nuestra vida íntima”, señala.
Según revela la experta, los errores más comunes y perjudiciales en redes pasan por realizar comentarios ofensivos hacia personas, organizaciones políticas o religiosas; pelear con la pareja o familia en público; colgar imágenes en estado de ebriedad; promover la violencia o atentar contra la moral en general.
Mientras que en el plano laboral, el hacer comentarios pesimistas referidos al trabajo, criticar a tu jefe actual y ofender a compañeros, no solo es perjudicial para el profesional que los publica, también merma la imagen de la organización donde labora ante sus competidores. “Basta una publicación negativa acerca de tu trabajo para dañar tu marca personal en el mercado laboral y, en el peor de los casos, ser despedido inmediatamente”, añade.
CONSEJOS CLAVES
Para evitar que cosas como esas sucedan, Patricia Padilla exhorta a tener en cuenta estas recomendaciones:
►Evite dar detalles innecesarios de cada momento de su día a día. ¿Por qué? Puede proyectar que siempre está conectado al Facebook y desconectado de su trabajo.
►Las faltas ortográficas en redes sociales pueden descartar de inmediato a los candidatos de los procesos de selección debido a que revelan un bajo nivel de formación académica así como cultural.
►Antes de publicar de manera impulsiva en la red, piense si se trata de algo que le gustaría que sus jefes, compañeros de trabajo o su red de contactos vean.
►Así borre alguna publicación ofensiva o de mal gusto, es muy probable que sus contactos lo hayan visto en tiempo real, por lo que es probable que le hayan podido tomar una foto o realizar una captura de pantalla. Así que piénselo dos veces antes de publicar algo.
►Configure la privacidad de sus redes sociales. De esta manera evitará ser etiquetado en fotos o vídeos que considere comprometedoras o que atenten contra su imagen profesional.
Y aunque se podría pensar que la generación Y es la que comete la gran mayoría de los errores mencionados por su ímpetu y energía característicos, debemos considerar que los profesionales de la generación X –e incluso los baby boomers– también deben comprender la importancia de reflejar una vida ordenada, con un adecuado balance personal y de trabajo.
“Esa concordancia se debe evidenciar mediante publicaciones que expresen la unión familiar, opiniones honestas mas no ofensivas, lazos de aprecio con nuestros amigos así como relaciones laborales positivas con jefes y compañeros”, refiere la ejecutiva.
Finalmente recuerda que frente a dicha realidad, resulta primordial tomar en cuenta cuál es la imagen que proyectamos en las diferentes redes sociales debido que los profesionales especialistas en selección pueden delinear el perfil de personalidad de los candidatos potenciales mediante estas herramientas totalmente accesibles en la web.
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