El Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) concluyó que no debe interpretar el contrato de concesión del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez a pesar del pedido de Lima Airport Partners (LAP) para modificar el Plan Maestro de su ampliación. Asimismo, indicó que la entidad encargada de decidir si sus cambios son aplicados o no es la Dirección General de Aeronáutica Civil, adscrita al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
Según indicó Ositrán en el Informe Conjunto 0022-2022 del 11 de marzo, el MTC le solicitó que interpretara el contrato por pedido de LAP, pero indicó que este no sustentaba con claridad cuál era la controversia que debía resolver. “Se verifica que la Dirección General de Programas y Proyectos de Transportes del MTC no ha sustentado adecuadamente cuáles serían los aspectos que denotarían una falta de claridad o una ambigüedad”, afirma el documento al que tuvo acceso El Comercio.
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Asimismo, señala que otros puntos del pedido o no están vinculados al contrato de concesión, sino “a distintas actuaciones y opiniones emitidas por la DGAC del MTC, por el concesionario y el Ositrán en torno a la solicitud de actualización del Plan de Desarrollo Aeroportuario”.
Por este motivo, al no hallar elementos específicos del contrato que requieran una interpretación, indicó que es la DGAC la que deberá tomar la decisión de si acepta o no los cambios propuestos por LAP. “Las partes tienen expedito el derecho de activar la negociación como mecanismo de solución de controversias ante cualquier conflicto o controversia con relación a la interpretación y/o ejecución, entre otros, del referido título contractual”, señala Ositrán.
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De esta manera, el pedido de LAP quedará en manos del MTC. Este periodo de negociación tiene como plazo máximo el 30 de marzo de este año.
El 11 de mayo del 2021 LAP en su condición de concesionario del proyecto propuso actualizar el Plan de Desarrollo Aeroportuario de la ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. En él pedía construir un segundo terminal –que irá creciendo conforme a la demanda– y que opere a la par del actual a partir del 2025. Sumando ambos terminales el aeropuerto podría tener una capacidad para trasladar a 37 millones de pasajeros en un año desde esa fecha. El contrato firmado establece que en esa fecha debe construir un terminal que opere en soledad con la misma capacidad.
Este pedido fue desestimado anteriormente porque “no se evidenció que la propuesta de operación dividida de dos terminales fuese beneficiosa para los usuarios”, según indicó Verónica Zambrano, presidenta de Ositrán, a este Diario en diciembre pasado.
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