Pese a que en julio último se dispuso que los 1.800 Centros de Educación Técnico Productiva (Cetpro) públicos y privados del país operen de manera semipresencial, su avance de reactivación a la fecha ha sido incipiente.
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Víctor Hugo Montalvo, vocero de la Asociación Unidos por los Cetpro, revela que en el caso de los centros privados (alrededor de 992, según el último Censo Educativo 2018) entre el 20% y 30% ya ha dejado de operar porque no tuvo respaldo financiero para equiparse a nivel tecnológico, y porque tampoco pudieron adaptar sus sedes y talleres para dar clases prácticas cumpliendo con los protocolos de bioseguridad.
Destaca, incluso, que los ya activos solo operan al 25% de los niveles de alumnado que tenían en los meses prepandemia.
“La recuperación es lenta, por ello es indispensable que se reanuden las clases presenciales. Muchos estudiantes no disponen de la tecnología o no tienen señal en las zonas donde viven o, simplemente, se desaniman porque no les motiva llevar una clase que tiene un gran componente práctico (como peluquería, costura, panadería, entre otras) de forma virtual”, afirma.
Explica que el itinerario formativo en estas escuelas contempla 80% de parte práctica y un 20% de clase teórica; asimismo, recuerda que las clases prácticas tienen un aforo limitado al 50%. “Por tanto, resulta complejo formar a los alumnos de manera remota”, dice.
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CETPROS PÚBLICOS
En el Estado la situación es aún peor. Montalvo señala que de los 808 Cetpro bajo la gestión pública apenas un 10% está activo, que son un gran generador de puestos de trabajo y formador de miles de jóvenes peruanos, en su mayoría mujeres emprendedoras.
“Aproximadamente más de 300.000 alumnos, jóvenes de estratos socioeconómicos C, D y E, se forman en los Cetpros, los cuales lamentablemente han sido los más perjudicados en medio de esta crisis sanitaria”, enfatiza.
Precisa que estos complejos están organizados en un ciclo básico y un ciclo medio, es decir, que no son secuenciales ni propedéuticos sino terminales; por lo que los egresados de cualquiera de ellos están capacitados para acceder al mercado laboral de manera inmediata, pudiendo de esta manera generar ingresos y contribuir con la economía en sus hogares.