José Arista Arbildo fue designado este jueves 12 de noviembre como el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) del gabinete de Ántero Flores-Aráoz, en reemplazo de María Antonieta Alva, luego de que se concretara la vacancia presidencial a Martín Vizcarra el último lunes.
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La relevancia de esta cartera radica en su rol para reactivar una economía que, por primera vez en más de treinta años, tendría una caída de doble dígito.
CUIDAR LOS (POCOS) SOLES
Los analistas consultados por El Comercio coinciden en que es muy relevante que Arista Arbildo brinde señales de un manejo responsable de las finanzas públicas.
Por un lado, Paola del Carpio Ponce, coordinadora de investigación de la Red de Estudios para el Desarrollo (Redes), indicó que esto es importante para contrarrestar la incertidumbre por la concentración de poder, lo que afecta la capacidad de conseguir financiamiento del país.
“La vacancia se trajo abajo el precio de los bonos. Mientras más se eleva el riesgo-país, más caro es acceder a financiamiento, pues el nivel de recaudación es bajo. Esta es una de las grandes preocupaciones”, dijo.
Esto ocurre también en un contexto donde el Congreso venía promoviendo proyectos de ley de materia económica cuya constitucionalidad es cuestionada.
Una de estas es la que plantea la devolución de los aportes a la Oficina de Normalización Previsional (ONP), cuyo costo para el fisco se calculó en más de S/15.000 millones (casi 3% del PBI de este año).
Eduardo Jiménez, economista senior de Macroconsult, indicó que el nuevo MEF debe respaldar la postura de contraponerse a esta medida, considerando llegar al Tribunal Constitucional (TC), pues darle luz verde –si bien sería bien recibida popularmente– supondría incrementar aún más el déficit fiscal.
Luis Fernando Alegría, analista senior de macroeconomía y estrategia de Seminario SAB, estimó que esta norma elevaría el déficit para este año de alrededor de 9,5% a 11,2% del PBI.
Mientras que Del Carpio anotó que esta medida no solo tendrá implicancias en el 2021, sino también en los años siguientes.
“La inversión privada -junto al empleo formal- es lo primero que se afecta ante la incertidumbre”, acotó la coordinadora de investigación de Redes.
Así, Jiménez consideró que la designación de Ántero Flores-Aráoz como presidente del Consejo de Ministros brinda en parte un contrapeso, pues su perfil no es el de alguien irresponsable en lo económico. Pero igual consideró clave la designación del titular del MEF.
“No es un punto en agenda, pero es muy importante el nombre del nuevo ministro. Una persona calificada con un perfil de responsable y técnico dará una impresión muy distinta a alguien que no los tenga”, indicó.
A su turno, Alegría subrayó que lo que observan fuera del Perú sobre el MEF, más allá del gobierno de turno, es que no se corte el “récord de aplicar buenas políticas macro y manejar adecuadamente las cuentas fiscales”.
“El principal reto es no perder esto. Se trata de los mejores activos del país”, dijo el analista de Seminario SAB.
Sobre otros proyectos como la liberación parcial de la AFP o el congelamiento de las tasa de interés, Alegría indicó que representan forados para el sector privado y perjudican la predictibilidad para la inversión.
“Todos estos proyectos populistas debilitan el crecimiento potencial del país. El sector privado necesita predictibilidad para invertir, pero si las apruebas lo único que haces es desalentar la inversión. Por cada 1% que crece la inversión privada, el empleo formal aumenta en 1,5% y esto lo desaparece. Lo de las tasas de interés afecta más directamente en que los créditos serán más costosos para los usuarios y los bancos estarán menos dispuestos a brindar préstamos”, explicó.
Del Carpio añadió que, bajo cualquier escenario, se debe priorizar políticas que no ralenticen la recuperación económica.
“Se venían generando medidas para evitar el empleo informal como el subsidio a las planillas. Pero mientras haya incertidumbre hay menos disposición por contratar, pues el costo para las empresas es inmediato y el beneficio es incierto por la coyuntura”, indicó.
AGENDA SIGUIENTE
Jiménez indicó que un tema preocupante por este contexto es la evolución de la inversión pública que venía recuperándose en los últimos meses y que en octubre creció 6% interanual.
“En los próximos meses iba a ser un factor positivo para salir de la crisis. Ahora preocupa que, con el cambio de autoridades, viceministros y otros, se terminará por ralentizar”, manifestó.
Alegría destacó la relevancia de esta actividad indicando que, a partir de información del Banco Central de Reserva, por cada S/1 que se destina a este fin durante recesiones, el PBI crece en S/1,40.
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“Este efecto multiplicador es clave y surge a partir de la política fiscal, que es importante para reactivar la economía. Pero hoy la inversión pública está deprimida y justamente en los últimos meses del año se dan los mayores niveles, pero tenemos esta crisis. Se requiere ejecutar proyectos de alto impacto, un plan de infraestructura. El tema está en que no pasa solo por el MEF, sino por todas las unidades ejecutoras que tienen recursos a cargo, principalmente, los sectores de Transportes y Comunicaciones, Salud y Educación”, refirió.
Asimismo, Jiménez señaló que Arista Arbildo debe ser precavido con la aprobación del presupuesto público para el 2021, que bajo la gestión de la exministra de Economía María Antonieta Alva fue elaborado de manera austera.
“El nuevo MEF tiene que controlar esos ímpetus de gastos y dejar las cuentas claras. Parte de la idea que se tiene sobre el Perú es que se hace el mayor esfuerzo para cumplir con las reglas fiscales”, remarcó.
Alegría acotó que otro gran pendiente es la calidad del gasto a fin de reducir la brecha fiscal.
Por su parte, Del Carpio señaló que para conseguir el mejor escenario económico que se transfiera al gobierno 2021-2026 se debe apuntar a generar empleo formal y transparentar la mayor información posible, pues a partir de ello se genera confianza para las inversiones.