En medio de la polémica concesión del gasoducto al sur, el director ejecutivo de Odebrecht (principal accionista del consorcio ganador), Jorge Barata, sale a defender este proceso que ha sido acusado de serias irregularidades.
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Se comenta que las bases del concurso del gasoducto sur peruano (GSP) fueron cambiadas a último momento para permitir que ustedes califiquen, a pesar de no tener mucha experiencia en construir ductos. ¿Qué dice a ello?
La construcción del gasoducto está garantizada solamente con la experiencia de Odebrecht. Enagás agrega bastante a la parte de operación, pues ha construido, si no me equivoco, 11.000 km de ductos en España. Pero Odebrecht es la mayor constructora de ductos de América Latina.
¿Es cierto que Edgar Ramírez, presidente del comité de Pro Inversión que condujo el proceso del GSP, trabajó antes para Kuntur y, por tanto, para Odebrecht? ¿No hay conflicto de interés allí?
Eso es falso. Los informes periodísticos señalan que él asesoró a Kuntur en el 2008, pero nosotros asumimos el proyecto en el 2011. En el 2008, el proyecto era de Conduit Capital, un fondo de inversión estadounidense. En ese entonces el gerente general de Kuntur era Alejandro Segret. Es él quien origina la confusión al sugerir que Ramírez trabajaba para Odebrecht, cuando en realidad trabajó para Conduit. Segret debió haberlo contratado. Nosotros nos enteramos de que Ramírez había prestado servicios a Kuntur por los diarios.
¿Entonces, Ramírez no tuvo ninguna relación con ustedes?
Más bien él debe ser amigo de Segret.
¿Y qué hay de las movidas que hubo en Pro Inversión semanas previas a la adjudicación de la buena pro, para incluir a especialistas que sí trabajaron con ustedes?
Se han dicho muchas cosas en este proceso, pero por personas que no están autorizadas a hablar. Por ejemplo, entiendo que todo esto ha sido propalado por Alejandro Segret, quien no representa a Suez, Sempra, TGI o Tecpetrol. Él no es funcionario de ninguna de esas empresas y ha salido a hablar un montón de cosas. Pero esas empresas son serias, no hablarían así nomás. ¿Pero él no hablaba en nombre del consorcio?
Esa persona no es representante legal del consorcio [Gasoducto Peruano del Sur] ni de ninguna de las cuatro empresas que lo conforman. Yo no sé por qué le han dado espacio a ese señor.
¿Y el EIA de Kuntur lo van a utilizar ustedes?
Nosotros pretendemos conversar con el gobierno y hacer toda la sinergia que sea posible para utilizar todos los tramos que ya están diseñados con el EIA aprobado.
¿Si ese fuera el caso, cuánto se agilizaría la etapa de elaboración y aprobación del EIA?
Un EIA suele demorar dos años. Nosotros debemos bajar eso bastante. Usted ha señalado que si se concretan los contratos de transporte de los clientes, se podría evitar el uso de la garantía de red principal (GRP). ¿Es así?
Mientras más pronto entren en operación los contratos de transporte, menos necesidad habrá del GRP. Ojalá que no se necesite esa garantía.
¿Podría ser que no se necesite la GRP?
Podría ser el caso. Eso es lo que busca el Estado y también nosotros, porque permitirá financiar el proyecto en esta etapa, que es en la que se tienen dudas.
El GRP en Camisea costó US$400 millones a los usuarios eléctricos, pero el beneficio para la economía fue de US$6.000 millones, en ahorros. Pero con el GSP no habrá ningún ahorro.
Hay un estudio de ESÁN que prueba que Camisea en sus seis primeros años de operación ahorró al Perú US$13.800 millones. Usando las mismas premisas, el GSP ahorrará al Perú US$3.000 millones por año en el largo plazo.
¿Hay un estudio que verifique eso?
No. Es un estudio interno nuestro, usando las mismas premisas y forma de hacer cálculos, que es el diferencial de usar gas versus carbón o diésel.
PROYECTO EN MARCHA
¿Cuándo firmarán el contrato del gasoducto?
Estimamos que el contrato se firmará a fines de este mes o en la primera semana de agosto. Naturalmente, estamos trabajando para dejar en orden toda la documentación y la inscripción de las empresas del consorcio.
¿La firma se hará antes de que se definan las negociaciones con los operadores de los lotes de gas?
La gestión con los operadores de los lotes es un tema independiente. La gran ventaja de este proceso es que hay una demanda garantizada de 500 millones de pies cúbicos por día (mmpcd) de gas, que permite que podamos avanzar con la estructuración financiera y la construcción, mientras negociamos en paralelo con los operadores de los lotes.
¿Con qué operadores negociarán?
Con los chinos de CNPC y Repsol, en el caso de los lotes 57 y 58; con Pluspetrol en el caso del lote 88 e, inclusive, con el futuro productor del lote 76, Hunt Oil. Necesitamos entender cuáles son sus necesidades, para ver la posibilidad de transportar líquidos de forma paralela al ducto de gas.
¿Van a incluir una adenda para la construcción del poliducto?
El contrato ya prevé que se podrá agregar un poliducto hasta Ilo en paralelo al ducto de gas. Si en el contrato ya existe esto, no habría necesidad de agregar una adenda.
¿Qué diámetro tendría el poliducto?
Se piensa que podría tener un diámetro de 18 pulgadas, pero eso dependerá de lo que conversemos con los productores para adecuar la perspectiva y apetito que ellos tienen
¿Esto resolvería el tema de la petroquímica que ustedes quieren desarrollar por medio de Braskem?
Ese tema Braskem lo está estudiando con Petro-Perú desde hace un tiempo.
¿La demanda para el GSP está garantizada?
El gasoducto fue diseñado sobre una demanda de 500 mmpcd, que es lo que tenemos ahora. Pero la demanda registrada por Pro Inversión, a través de un levantamiento con las empresas, asciende a 800 mmpcd. El ducto puede superar los 1.200 mmpcd.
¿Pero de dónde provendrán esos 800 mmpcd?
La demanda del nodo energético (1.440 MW), la central de Quillabamba (200 MW ) y la reserva fría (540 MW) suman 500 mmpcd en conjunto. Pero también tenemos los requerimientos del grupo Gloria, Cemento Yura, Aceros Arequipa, Braskem y Endesa, que suman 300 mmpcd adicionales.