La exministra de Economía y Finanzas, y actual presidenta del Perumin 35, destacó el ánimo del evento y la disposición que tuvieron todos los actores presentes para llegar a consensos. El primero de ellos, dijo, ”es que la minería es clave para el desarrollo del país y, más aún, para el desarrollo de las regiones”.
Mencionó la importancia de la presencia de los principales proyectos mineros del país en Rumbo a Perumin, quienes son actores en el PBI regional, los ingresos del Estado, la inversión privada y pública y, sobre todo, las mejoras en los indicadores de desarrollo humano.
Señaló, al respecto, que entre el 2005 y el 2021 las transferencias se cuadruplicaron y la pobreza se redujo a la mitad, pero que no debe perderse de vista que, sin el crecimiento económico, los derechos fundamentales peligran.
Fue crítica sobre las equivocaciones cometidas por el sector. “No hemos hecho cosas que otros han hecho para llegar al desarrollo, ya que cuando las minas terminan su operación, la productividad de las regiones atadas a la operación minera, también. Estos errores se traducen en el hecho de que contamos con una cartera de proyectos de millones de dólares que no cuentan con viabilidad social”.
Se pronunció también sobre la necesidad de generar inversiones sustanciales que vayan de la mano con la lucha para combatir el cambio climático y el calentamiento global. Respecto a las brechas sociales, destacó que “el Perú tiene proyectos con potencial para llenar las brechas, en caso de que el país pueda atraer inversión”, pero reconoció que será una competencia dura.
“Quiero recalcar, y hemos recalcado a lo largo de todo el de toda la semana, que estamos enfrentando un cambio de paradigma a nivel mundial, donde la competitividad y la sostenibilidad ya son caras de la misma moneda”, agregó.
En cuanto al tema social, consideró que es necesario reinventarse en el manejo de las expectativas sociales. “Ello requiere, sobre todo, aprender a escuchar; lo que requiere, a su vez, construir un proceso de diálogo. Las empresas en el Perú están buscando, en ese sentido, una mejor relación con la sociedad peruana. Solo a través del diálogo podremos definir una estrategia de desarrollo y, para poder aspirar a una visión compartida de éste, debemos evitar estacionarnos en el corto plazo sin saber a dónde ir”, dijo.
Resaltó la necesidad de terminar con los mitos de que el derecho a la salud no está en la Constitución; y de que en el Perú existe un grupo importante y mayoritario que está en contra de la minería. Consideró que es necesario seguir conversando constantemente y entender que el concepto de responsabilidad compartida generará un nuevo contrato social entre la empresa, el estado y la sociedad.
“El concepto antiguo que hemos venido manejando es el de la responsabilidad, donde la empresa está al centro. Hoy debemos compartir esa responsabilidad. En este pacto, las empresas son responsables de una inversión eficiente y responsable, ya que las empresas no pueden prosperar en sociedades que fracasaron”, puntualizó.
Pero, para lograr todo ello, resaltó la necesidad de que el Estado dé reglas claras y una normativa mucho más eficiente.
“Quiero concluir diciendo que la batalla de la comunicación no la podemos perder, no habrá desarrollo sin minería y no habrá derechos sin desarrollo”, finalizó.