No estoy segura de si haya algún peruano menor de 30 años que imagine un mundo en el que la televisión tenga menos de 50 canales. O si personas menores de 20 imaginen el ver televisión sin pensar inmediatamente en “conectarse al streaming”. Dicho esto, quienes nacieron en los setenta y entendieron el ver televisión como un ritual familiar donde había que pararse del asiento para girar una perilla (además de mover una antena) para elegir entre solo tres canales (4, 5 y 7) seguro sienten que han visto cambiar el mundo.
Pero son, justamente, las personas que pertenecen a esa generación —y a las anteriores— las que más curiosidad deben sentir al escuchar términos como “apagón analógico” o “televisión digital”. Es decir, ¿de qué analogía hablamos en la era en la que no necesitas el aparato llamado “televisor” para ver televisión? ¿Es que acaso se puede ser más digital en la era digital? Bueno, sí.
Señal abierta y TV digital
Cuando hablamos del apagón analógico, nos referimos a que los canales de televisión nacional cambiarán la tecnología con la que transmiten sus contenidos audiovisuales para que estos lleguen al público con una mejor calidad de imagen y sonido. ¿Qué necesitan cambiar los canales para lograr esto? Todo.
Hugo Coya, periodista y presidente ejecutivo del Instituto de Radio y Televisión del Perú, lo dice en palabras sencillas: “Hay que cambiar hasta el maquillaje”. Para demostrar su afirmación prende un televisor conectado a la televisión digital: no son ni diez los canales en parrilla. Haciendo un breve zapping se detiene en uno de ellos. “Mira cómo se ven todas las imperfecciones en el rostro. Y no es solo por la calidad del televisor, sino porque este canal ya tiene equipos para realizar transmisiones digitales”, explica. En contraparte, en ese mismo ejercicio de zapping, encontramos un canal de alcance nacional cuya imagen se veía borrosísima. “Ese canal no se ha adecuado aún”, explica Coya.
Entonces, la televisión digital terrestre (TDT) tiene que ver con la forma de transmisión y de recepción de los contenidos audiovisuales en señal abierta; y el cambio más evidente para el televidente tendrá que ver con la necesidad de añadirle una antena a su decodificador para poder disfrutar de dichos productos con imagen y sonido de alta definición. Eso y que tal vez se amplíe la cantidad de canales de televisión de señal abierta. Pero todavía hay más.
Un artículo publicado en la revista Comunicación y Medios, de la Universidad de Chile, aborda los retos que la TDT supone para el, hasta hoy, tradicional sistema de elaboración de contenidos audiovisuales en nuestro país. Los autores Tomás Atarama-Rojas, Lucía Castañeda-Purizaga y Mateo Londoño-Moreno, investigadores de la Universidad de Piura (UDEP), sostienen que al hablar de la televisión y su relación con el entorno digital es necesario atender por lo menos a tres fenómenos básicos: la multiplicación de las pantallas por las que se pueden ofrecer los contenidos audiovisuales, la generación de material complementario propio del entorno digital que acompaña a los programas de TV, y el cambio en los hábitos de la audiencia que exige un rol activo en relación a lo que se le ofrece.
Es decir, ¿cuál es la propuesta de la televisión de señal abierta en la era de YouTube, del consumo de productos audiovisuales en dispositivos móviles y, por supuesto, del streaming? ¿En qué se sustenta para asegurar su sobrevivencia? Tiene que ver con la tecnología, pero va más allá de ella.
Alexander Chiu, comunicador y publicista de la UPC, toma en cuenta esta pregunta en el artículo “Televisión digital: una nueva perspectiva en la comunicación audiovisual”. En él señala que “Para un comunicador audiovisual implica una nueva lógica en la elaboración y producción de conceptos audiovisuales, ya que deberá tomar en cuenta la alta definición, la multiplicidad de canales, la posibilidad de interacción y la variación de los formatos convencionales a pantallas más pequeñas o más grandes, todos elementos que conducen a una experiencia nueva de consumir contenidos audiovisuales”.
¿Cómo no desaparecer?
Fernando Vivas, periodista y autor del libro En vivo y en directo. Una historia de la televisión peruana, cree que una de las cosas interesantes que traerá la TDT tiene que ver con qué identidades van a entrar a tallar ahora que se amplía el espectro de quienes podrán colocar un canal en la televisión abierta. “La televisión abierta, el modelo clásico, no va a llegar a cumplir los 100 años. Esa televisión de programación pensada para que te enganches en determinados horarios, que contempla incluso un horario estelar, solo tiene sentido hoy para los programas de noticias. Para la televisión de entretenimiento, para la televisión de ficción, ese modelo dejó de tener sentido cuando la tecnología le permitió al espectador decidir cuándo, cómo y dónde puede ver sus contenidos favoritos. Para mí ya no tiene sentido el modelo actual de televisión abierta, salvo para la prensa”.
No deja de ser interesante que Vivas, reconocido crítico de televisión, diga que para él la televisión abierta ya murió y que el sentarse frente al televisor a hacer zapping, dejando la elección de cómo entretenerse al azar, es un raro ejercicio.
En ese sentido, la TDT tiene otros retos. Alexander Chui explica que, además de contenidos de audio y video, la TDT permite el envío de cualquier tipo de datos, lo que amplía la posibilidad de ofrecer productos y servicios que antes no eran posibles. “Los canales de TV podrán enviar una guía de programación interactiva, juegos, opción de incluir subtítulos o canales de audio en otros idiomas, entre otros. Dicho beneficio puede ayudar a complementar los trabajos audiovisuales y ser accesibles a más personas, sin hacer varias versiones de un mismo producto”, señala.
¿Están preparados los canales de TV para ello? El ya mencionado artículo de los investigadores de la UDEP —que data de 2017— contiene una evaluación de la programación de los canales y su actividad en las plataformas digitales, como potenciales canales para la difusión de contenido audiovisual, y concluye que en el Perú los canales de señal abierta no han desplegado una estrategia para potenciar su contenido audiovisual en las plataformas digitales. “Se aprecia el uso básico de la página web como medio de difusión de información sobre su propia programación y que permite seguir en directo la programación del canal. Y, respecto al tipo de programación, hallaron un predominio del modelo generalista, con escaso contenido para públicos específicos. “En un contexto donde se multiplican los canales de distribución de los contenidos, una consecuencia natural sería justamente la especialización de la oferta”, señalan. Del análisis realizado, los autores destacaron el rol que cumple TV Perú en la elaboración de contenidos de proximidad.
Y dicho esto, Hugo Coya está seguro de que la programación de nicho es la que definirá el futuro de la televisión. “El éxito de las plataformas de streaming —explica— se sustenta en la posibilidad que tiene el consumidor de decidir; eso ya lo sabemos. TV Perú, que ya trabaja bajo los parámetros de la TDT, tiene cuatro canales. Las grandes audiencias desaparecen al generarse diferentes nichos. Nuestro canal para niños y adolescentes (canal IPE) crece exponencialmente, pero las altas audiencias ya no existen, son coyunturales, como los eventos deportivos o las elecciones”.
La TDT empezó a implementarse a fines de los noventa en países como Estados Unidos o Inglaterra y la Unión Europea recomendó a sus integrantes llevar a cabo el apagón analógico el 1 de enero de 2012. En nuestro país se programó el apagón analógico en varias etapas: la primera se aplicaría en Lima y Callao en 2020; y la última, en 2026. En Lima y Callao y en otras siete ciudades, ya se cuenta con TDT, ¿cómo acceder a ella?: con una antena que se puede adquirir en cualquier ferretería, como en los viejos tiempos. Ante alguna duda entre a la web que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones ha creado para ello: tdt.pe
Alerta temprana. Uno de los beneficios de adaptar su televisor a la televisión digital terrestre (TDT) es acceder a un sistema de alerta temprana en caso de, por ejemplo, una amenaza de tsunami. ¿Cómo funciona? El televisor debe permanecer conectado para recibir la alerta. Si está apagado, se prenderá automáticamente para brindar la información