“El tren de la codicia” no es una novela cualquiera, es una ficción bien ensamblada sobre hechos históricos sustentados en fuentes. Está ambientada a inicios del siglo XX. Esta segunda parte de la obra que, su autora, Elizabeth Ingunza Montero, nos entrega continúa la vieja trama familiar y nos catapulta a hechos que ocurrieron luego de la pérdida de Juan Manuel Montero, el último socio de “Montero Hermanos”, una de las asociaciones constructoras de ferrocarriles más importantes en la historia peruana.
La autora, con su prosa fluída, clara y coloquial nos pasea por aquellos tiempos tomando como referencia documentos familiares de inestimable valor histórico y fotografías que nos representa la vida de aquella época.
En el libro podrá reconocer a reputados personajes como Javier Prado y Ugarteche, Manuel Prado y Ugarteche, el Presidente Sánchez Cerro, entre otros.
Esta obra es apreciable por su narrativa y por su revelación histórica. Nos dice su autora: “Esta novela, al igual que la anterior, está basada en hechos reales. Asimismo, las personas que menciono cumplieron en la vida real el rol que describo y también se conocieron entre sí”.
Elizabeth Ingunza, vale señalar, es bisnieta de Emilia Meyerhüber, personaje principal de esta novela. Es investigadora de nuestra historia y promotora y gestoral cultural.