CATHERINE CONTRERAS
Carlos de Piérola es optimista y vislumbra un futuro auspicioso para el vino peruano. Y tan convencido está de ello que ha lanzado una gran iniciativa para que los mostos de mayor calidad, nacidos en los diferentes terroir de este humilde Perú vitivinícola, se luzcan junto a lo mejor de nuestra gastronomía.
Se trata del primer Festival del Vino Peruano, un evento que entre el jueves 10 y el jueves 17 próximos buscará elevar la presencia del producto de la industria vitivinícola local en nuestras mesas, pero también educar al consumidor en la apreciación de mostos de calidad, en un país donde el consumo per cápita de vino suelta cifras que oscilan entre los 1.5 y 2 litros anuales.
“El vino peruano en su conjunto es tan grande como lo importado, pero en su gran mayoría son de estilo tradicional (borgoña semiseco y otros), con uvas híbridas o no viníferas”, señala De Piérola, catador en concursos internacionales y creador y promotor de la primera Semana del Vino Peruano, iniciativa que se ha propuesto impulsar los “vinos de calidad, de corte moderno y con potencial para ocupar un sitio importante como complemento de la gastronomía local”.
RECONOCIENDO LO BUENOReposicionar el vino peruano en la mente del consumidor, vincularlo con la gastronomía de calidad y consolidar la categoría vino peruano en la escena local son los objetivos que se ha planteado este festival que rinde honores a nuestra industria vitivinícola nacional.
De Piérola invita a disfrutar en la mesa peruana un syrah de Palpa, un clarete de uva quebranta de Cañete, un moscatel seco de Paracas, un chenin blanc de Chincha o un alicante bouschet de Ica, que entran a competir con la mejor oferta internacional.
Bodegas como Santiago Queirolo (Intipalka), Tabernero y Tacama participan en el festival, que está abierto a que todos los productores de calidad se sumen.
Restaurantes como La Gloria, La Mar, Panchita, Manifiesto, Huaca Pucllana, Fiesta, Matria, La Ladrillera, Lima 27, ámaZ, La Décima, Síbaris, Junius, El Cortijo, entre muchos más, ya han confirmado su participación.
Los restaurantes ofrecerán complementos de copa-vino, promociones de vinos peruanos por copa, menús degustación con marcada presencia del producto local y hasta propuestas de coctelería en base a espumantes hechos en Perú.
Las tiendas y vinotecas harán lo propio, con descuentos que serán atractivos para el consumidor, que sin duda encontrará sorpresas muy agradables en esta experiencia que para algunos será nueva e introductoria a un mundo con el que sin duda se sentirán más identificados.