El verano es una etapa en la que disfrutamos de la playa, las vacaciones y por supuesto, de los días soleados. Sin embargo, también tiene un aspecto poco favorable sobre todo para los bebés, debido a la hipersensibilidad de su piel, dado que durante los primeros meses de vida la dermis todavía está en proceso de maduración.
Uno de los principales problemas que afrontan nuestros pequeños, es el sarpullido. Según el Ministerio de Salud (MINSA), durante el verano aumentan en un 50% los casos de este problema en bebés.
¿Por qué ocurre el sarpullido?
“Esto se debe a que la función de las glándulas sudoríparas ecrinas es escasa en el momento del nacimiento y se va incrementando desde el tercer día de vida, pero su actividad completa recién se alcanza casi a los dos años. Un sarpullido no tratado a tiempo puede evolucionar y complicarse con la presencia de microorganismos como hongos o bacterias, que necesitarán la consulta médica de inmediato”, explica la Lic. Raquel Quincho, docente de la carrera de Cosmiatría en el Instituto Carrión.
¿Cómo cuidar a mi bebé del sarpullido?
El salpullido viene como consecuencia de la sudoración excesiva del bebé, y producto de ello la piel se enrojece, aparecen pequeños granitos y se origina picazón e irritación; lo cual tiene como efecto un malestar intolerable para nuestros pequeños. Para que esto no le ocurra a tus hijos, te dejamos algunas recomendaciones para que puedas ponerlas en práctica.
Ponle ropa fresca
“Evitar el uso de ropa muy abrigadora, recordemos que en los bebés las glándulas sudoríparas no funcionan al cien por ciento de su capacidad y es justamente la transpiración uno de los principales mecanismos que permite la regulación de nuestra temperatura. Es preferible vestir a los bebés con ropa ligera, especialmente de algodón”, detalla la cosmiatra del Instituto Carrión.
Mantén su aseo
Procura bañar a tu pequeño diariamente, empleando agua tibio y productos neutros, a fin de mantenerlo fresco y con la piel hidratada.
Evita emplear talco
“Muchas mamis lo hacían como prevención para tratar de mantener sequitos a sus bebes, pero se ha comprobado que este tipo de sustancias crean un clima propicio para la proliferación de microorganismos como la cándida albican, un hongo de fácil contagio que complica la situación del sarpullido y puede derivar en pañalitis, requiere tratamiento médico con antimicóticos”, comenta.
Seca el sudor
Revisa cuáles son las áreas del cuerpo de tu pequeño en las que suele presentar mayor transpiración. Mantente al tanto y procura secar la zona en el instante que se presenten estos signos.
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