Durante la niñez, los seres humanos sentamos las bases de nuestro organismo, por tal motivo es esencial que los niños y niñas reciban una alimentación balanceada, que les garantice un desarrollo optimo y saludable en las siguientes etapas de su vida. Para ello eso, además de frutas, verduras y carnes, es importante integrar suplementos, como minerales, en su dieta diaria.
Magnesio, un gran aliado
El magnesio, por ejemplo, no solo favorece la salud de los adultos. También posee grandes cualidades que influyen en el desarrollo de los más pequeños de casa. Según una investigación realizada por la Academia de Sociedades de Pediatría de Estados Unidos, este mineral tiene un gran aporte en el desarrollo del sistema óseo de los niños.
Los huesos son el soporte del cuerpo, brinda protección a los órganos y nos permite estar en movimiento. De igual forma regulan el calcio que ingresa en la sangre y forma los glóbulos rojos en el organismo. Por eso es vital que durante la primera etapa de vida se fortalezca, de este modo evitarás desencadenar alguna afección o enfermedad en la adultez.
Otros beneficios del magnesio
Asimismo, posee otras bondades, como contribuir a la producción de proteína, regula el ritmo cardiaco (la ausencia de magnesio podría producir arritmia, fortalece el sistema nervioso, regula los niveles de azúcar en la sangre, ayuda con el estreñimiento y a tratar los problemas respiratorios.
En menores de edad, la carencia de la ingesta de este mineral provocan apatía, fatiga, pérdida de apetito y debilidad muscular.
¿En qué alimentos está el magnesio?
Este mineral se encuentra presente en ciertos elementos propios de la naturaleza, como acelgas, dátiles, lentejas, frutos secos, plátano, albaricoque, frejoles, semillas y arroz integral. Se sugiere integrar estos ingredientes en la preparación de las comidas de tus hijos.
¿Cuántas dosis de magnesio es recomendable?
En niños pequeños las cantidades varían según el grupo de edad en el que se encuentre. En bebés hasta los siete meses, la dosis adecuada es de 30 miligramos, después de ello hasta el primer año, aumenta a 75 miligramos. Al cumplir tres años se modifica a 65 miligramos, de cuatro a ocho años la ración que debes darle al infante es de 110 miligramos. Ahora bien, de los nueve a trece años la ingesta de magnesio es de 240 miligramos.
No obstante, hay que precisar que antes de incluir algún suplemento alimenticio en infantes es importante contar con la autorización de su pediatra.
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