Fiestas sin estrés: cómo preparar a tu mascota para las celebraciones de fin de año

La Navidad y el Año Nuevo son las celebraciones más esperas por muchos de nosotros. Las luces de colores que iluminan las calles, las risas y la música que se entremezclan con ese aire lleno de promesas y esperanza de un nuevo comienzo, hacen que vivamos esta época con ilusión y alegría. Sin embargo, mientras nosotros nos emocionamos, algunos miembros de la familia, como nuestras mascotas, podrían tener una percepción y una experiencia completamente distinta.

Aunque los fuegos artificiales se han convertido en una tradición en celebraciones como la Nochebuena o la víspera de Año Nuevo, iluminando el cielo con un espectáculo que para muchos resulta deslumbrante, para nuestros compañeros de cuatro patas pueden representar una verdadera tormenta de estrés. Esto se debe a que el oído de los perros, gatos y otros animales es mucho más sensible que el de los humanos, lo que convierte estos estallidos en detonantes de miedo, ansiedad e incluso reacciones físicas que pueden poner en riesgo su salud y bienestar.

Por esta razón, Hogar y Familia conversó con especialistas en medicina veterinaria, con la finalidad de conocer algunas técnicas o estrategias prácticas y efectivas para garantizar que las fiestas no solo sean mágicas para nosotros, sino también para nuestros pequeños peludos, manteniendo siempre el verdadero espíritu de unidad de la temporada.

¿Cómo afectan los fuegos artificiales a mi mascota?

La sensibilidad auditiva de algunos mamíferos está mucho más desarrollada que la de los humanos. Por ejemplo, como explicó Cecilia Padilla, médica veterinaria especializada en dermatología veterinaria y medicina felina y directora médica de la Veterinaria PetyLab, perros, gatos y otros animales poseen un sentido del oído altamente sensible, por lo que un nivel de decibeles que para nosotros es soportable para ellos puede sonar significativamente más alto. Por lo tanto, ruidos fuertes como los estruendos de cohetes o fuegos artificiales son percibidos por ellos como si fueran explosiones cercanas.

“El miedo desencadenado por ruidos inusuales está relacionado con la secreción de una hormona llamada cortisol. Todos los mamíferos producimos cortisol como una respuesta natural de supervivencia. Ante situaciones de peligro, esta hormona se libera en mayores cantidades, activando mecanismos de defensa como la huida o el escape. En perros y gatos, esta respuesta se manifiesta también con comportamientos como esconderse, taquicardias (aceleración del ritmo cardíaco) e incluso, en casos extremos, problemas graves como paros cardíacos o respiratorios. Además, la elevación de cortisol y otros neurotransmisores puede provocar parálisis muscular temporal, especialmente en animales con afecciones cardíacas o nerviosas preexistentes”.

¿Existen razas o tipos de mascotas más propensas a sufrir ansiedad por ruidos fuertes?

Según el médico veterinario, Pedro Ramos, cualquier especie animal, independientemente de su raza o tamaño, puede experimentar ansiedad a causa de los ruidos fuertes. Sin embargo, en el caso de los perros de razas pequeñas, como yorkshire terrier, chihuahua y pequinés, suelen ser particularmente vulnerables debido a su naturaleza nerviosa y a su mayor sensibilidad frente a estímulos externos. De igual manera, las razas de tipo cazadoras, como beagle, schnauzer y teckel, han desarrollado un sentido del oído y del olfato más agudo, lo que las hace más propensas a reaccionar a estímulos auditivos intensos, agregó la doctora Padilla.

“Cuando comparamos entre especies, las aves y los conejos son los más sensibles a los ruidos fuertes, incluso más que los perros y gatos. Las aves tienen un sistema coclear extremadamente delicado y preciso, pues su oído puede detectar mínimas vibraciones. Por ello, los sonidos fuertes, como explosiones, pueden causarles desórdenes graves, rotura de tímpanos, daños neurológicos e incluso la muerte. Esto aplica no solo en aves pequeñas como canarios o loros, sino también en especies más grandes, como gallinas. Por su parte, los conejos, debido a su naturaleza como animales de presa, han desarrollado un oído muy sensible para sobrevivir en el entorno. Aunque esta característica les ayuda a detectar peligros, también los vuelve especialmente susceptibles a los estruendos”.

¿Qué señales indican que una mascota está estresada por los fuegos artificiales?

De acuerdo a los especialistas en medicina veterinaria, en general, los signos más visibles en las mascotas suelen ser los siguientes:

Signos físicos:

• Taquicardia (latidos acelerados).
• Jadeos excesivos.
• Babeo inusual.
• Vómitos, causados por la estimulación del centro del vómito en el cerebro.

Conductas de escape o evasión:

• Rascar el piso o la puerta en un intento de huir.
• Esconderse en lugares seguros, como debajo de la cama o dentro de muebles.
• Escapar por puertas o ventanas abiertas, lo que puede provocar pérdidas o accidentes.
• Lanzarse desde alturas, como techos o balcones, lo que puede causar lesiones traumatológicas graves o la muerte.

¿Cuáles son algunas medidas para prevenir el estrés en las mascotas antes de las festividades?

Refugio seguro en casa

Lo principal es la prevención, por ello, como señaló la directora médica de la Veterinaria PetyLab, debemos designar un espacio tranquilo y cómodo en casa en donde nuestra mascota puede refugiarse durante los períodos de fuegos artificiales. Este debe ser un lugar que le permita estar lo más aislado del ruido, por lo que puede ser una habitación interna o el cuarto más profundo del hogar.

Además, este espacio debe contar con una serie de elementos, como juguetes, mantas y otros objetos con los que la mascota esté familiarizada y se sienta segura. Del mimo modo, debe incluirse una prenda de vestir usada por la persona con quien el animal tiene un mayor apego.

“Las mascotas tienen un sentido del olfato extremadamente desarrollado, y el olor del tutor genera una sensación de seguridad y tranquilidad, ayudándolos a reducir sus niveles de ansiedad y estrés”.

Alternativas naturales

Una de las alternativas naturales aptas para perros, gatos, conejos, entre otros animales son las infusiones de hierbas, como valeriana, toronjil y manzanilla por sus efectos relajantes. Como indicó Padilla, para su preparación se debe hervir unos 30 gramos de hierba en un litro o litro y medio de agua y una vez que esta enfríe, podemos brindársela a nuestras mascotas en pequeñas cantidades con una jeringa, cuchara o incluso en su pocillo de agua.

Otra opción son los aceites esenciales como el de lavanda, el cual es conocido por sus propiedades ansiolíticas y relajantes. Por este motivo, podemos utilizar el aceite en el entorno, como una especie de aromaterapia, creando así una atmósfera calmada y tranquila o aplicarlo directamente en la piel de nuestros engreídos en puntos específicos, como la sien, la frente o la nariz.

“El objetivo de los aceites esenciales es que el animal asocie este aroma con sensaciones de bienestar. Por ejemplo, cuando estamos tranquilos viendo televisión y nuestra mascota está descansando cerca de nosotros, el aroma puede ayudar a vincular ese momento de calma con el olor de la lavanda. Por consiguiente, cuando llegue el momento del evento estresante, podemos colocar en el ambiente o de forma tópica para que nuestro fiel compañero asocie este aroma con la tranquilidad, ayudándolo a reducir su ansiedad”.

Asimismo, la doctora recomendó las flores de Bach, que son extractos de plantas sin efectos adversos ni contraindicaciones. Estas pueden administrarse cuatro gotas durante cuatro veces al día, directamente en la boca o en la comida. Otra alternativa especialmente ideal para los gatos, son las feromonas, las cuales funcionan replicando a ciertas sustancias que transmiten calma y seguridad al animal, como las segregadas por la madre durante la lactancia. Estas pueden utilizarse en sus diferentes presentaciones, como difusores eléctricos, aerosoles o collares.

“Es importante tener en cuenta que, el éxito de las medidas naturales radica en su implementación anticipada y constante. Por eso, deben emplearse desde días previos para lograr un efecto acumulativo y se pueden reforzar durante el evento estresante para mejores resultados”.

Métodos no invasivos

Uno de los métodos más conocidos es el de Tellington Touch, que consiste en un vendaje que se coloca alrededor del cuerpo del animal, generalmente en el torso o el abdomen, aplicando una presión ligera y uniforme. Esta presión genera una sensación de seguridad similar a la que experimentamos los humanos al abrazar, lo que puede ser muy tranquilizante para los animales estresados o ansiosos.

“Otro método muy sencillo y económico es utilizar algodones en las orejas de nuestras mascotas. Aunque no eliminan el ruido por completo, ayudan a minimizar su impacto de forma más adecuada y efectiva en nuestros amigos cuadrúpedos. Si bien existen hoy en día auriculares u orejeras para mascotas, en realidad no siempre logran bloquear el sonido de manera efectiva”, sostuvo Cecilia Padilla.

Alimentos y suplementos para la ansiedad

Actualmente, existen suplementos, especialmente los que contienen triptófano que pueden ayudar a mascotas como los perros a mantener la calma, ya que es un aminoácido que tiene un impacto directo sobre la serotonina, el neurotransmisor asociado con el bienestar y la tranquilidad. Sin embargo, es importante considerar que su efecto no es inmediato, por lo que deben tomarse de forma regular durante varios días o semanas previas al evento estresante para que los resultados sean notables.

Por otro lado, también hay unos productos basados en probióticos que ayudan a regular los niveles de cortisol en sangre, lo cual contribuye a reducir el estrés. Una de las ventajas de los probióticos es que su efecto puede ser más rápido que el de los suplementos de triptófano, además, de que se pueden mezclar fácilmente con el alimento o el agua del perro, lo que facilita su administración.

Musicoterapia

Si bien diversos estudios han demostrado que las técnicas de desensibilización a ruidos fuertes, como los fuegos artificiales, pueden ser efectivas, estas siempre deben ser aplicadas bajo la supervisión de un médico etólogo. Como alternativa práctica y fácil de realizar en casa, se puede recurrir a la musicoterapia, colocando música clásica o relajante para mascotas, lo que ayuda a minimizar el impacto del ruido externo.

¿Cuáles son los errores más comunes al intentar calmar a las mascotas?

Uno de los errores más comunes es el uso de productos farmacológicos, como las gotas tranquilizantes cuyo compuesto principal es la acepromazina, sin la prescripción de un especialista como un etólogo, neurólogo o cardiólogo. “En mi opinión, estos productos deberían estar prohibidos, ya que la acepromazina es un sedante con efecto disociativo. Esto significa que el perro permanece consciente de todo lo que sucede a su alrededor, pero sus músculos se paralizan, incluido el corazón. Esta situación puede provocar colapsos, convulsiones o incluso un paro cardíaco. Aunque la mascota parece tranquila o dormida, en realidad está sufriendo, ya que su cerebro sigue activo y percibe todo lo que ocurre”, advirtió la médico veterinaria

Por otro lado, el doctor Ramos refirió que, otro error es cómo manejamos nuestra propia ansiedad durante el evento. Por lo general, cuando vemos a nuestra mascota asustada, a menudo nos sentimos igualmente nerviosos, lo que solo aumenta el estrés del animal. Por ello, es fundamental que el tutor se mantenga calmado, ya que quien esté más tranquilo será el más adecuado para asistir a la mascota durante la crisis.

“Generalmente, las mascotas pueden mostrar signos de estrés antes, durante y después de un evento con fuegos artificiales; no obstante, lo más importante es acompañar al animal y mantener la calma en todo momento. Sin embargo, si observamos que, pese a toda la preparación previa y las medidas adoptadas, el nivel de estrés de nuestras mascotas no disminuye, mostrando síntomas durante más de dos o tres horas, como taquicardia, nerviosismos, jadeos, etc., es crucial acudir de inmediato a una clínica veterinaria para un abordaje médico apropiado. En estos casos, el especialista podrá administrar ansiolíticos, sedantes suaves o incluso fluidoterapia si es necesario para estabilizar al animal”, recalcó la experta.