La lucha contra la pandemia se ha reflejado tanto en la asignación como en el uso de recursos en las principales partidas presupuestales. En lo que va del año, el Ejecutivo ha destinado S/18.137 millones a gastos extraordinarios, de los cuales el 77% (S/14.047 millones) corresponde a actividades de prevención, control y diagnóstico del COVID-19.
Este tipo de asignaciones ha sido financiado con cargo a la reserva de contingencia, partida presupuestal que administra gastos que no pueden ser previstos en los presupuestos regulares de las entidades del sector público, ya sea por su propia naturaleza o por temas de coyuntura. Su administración es competencia exclusiva del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
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Así, casi S/8 de cada S/10 financiados con recursos de esta cuenta se han destinado a atender la emergencia sanitaria. El resto ha sido canalizado para el pago de pensiones, actividades para la reactivación económica o ha cambiado de partida [ver infografía].
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¿En qué se invirtió más? Un análisis de la Unidad de Periodismo de Datos de El Comercio encontró que la mayor cantidad de gastos relacionados a la pandemia (S/6.797 millones) ha ido destinada a subsidios o al reforzamiento de programas sociales en lo que va del 2021. Le siguen los gastos en personal de salud (a través del pago de bonificaciones, contratos CAS COVID-19, seguros de vida, entre otros), y la adquisición de vacunas, rubro en el que se han desembolsado S/2.224 millones.
Uso y financiamiento
El exministro de Economía Luis Miguel Castilla recuerda que esa reserva se fija como un porcentaje de los ingresos del Estado. “Por la Ley General de Presupuesto, dicha reserva debe ser el 1% de los recursos ordinarios. Tanto el ministro de Economía como el director de Presupuesto y el viceministro de Hacienda son quienes van manejando esos recursos”, acotó.
Asimismo, Castilla recuerda que esta partida puede ir creciendo a lo largo del año. “Cuando hay una recaudación por encima de lo previsto, por mayores ingresos o por el pago de deudas tributarias, se destinan a esta reserva como un crédito suplementario”, asevera.
A su turno, Carlos Casas, decano de la Facultad de Economía de la Universidad del Pacífico, explica que en algunos casos también esta reserva recibe recursos provenientes de operaciones de endeudamiento contingentes. “Existen líneas contingentes, que son créditos preaprobados con organismos multilaterales como el BID, el Banco Mundial, entre otros. Estos se activan cuando el país lo solicita y se desembolsan inmediatamente”, asevera.
Tal es el caso del crédito suplementario que autorizó el MEF el pasado 7 de setiembre mediante un decreto supremo y que incorporó recursos a la reserva por más de S/1.270 millones provenientes de un préstamo contingente con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF).
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En este gobierno
El uso de la reserva de contingencia alcanzó sus niveles más altos en agosto, el primer mes de la administración de Pedro Castillo. El monto más alto de inversión (S/3.001 millones) fue destinado al otorgamiento de los subsidios monetarios individuales de S/350 del programa Yanapay.
A través del Decreto de Urgencia 080-2021, publicado por el Ejecutivo el 23 de agosto, se estima que la inversión total de este rubro (incluyendo gastos operativos) alcanzará los S/5.145 millones.
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