Mientras más de 5.700 personas esperan un órgano en el Perú, el registro oficial indica que hay tan solo dos donantes por cada millón de habitantes. De 2 a 3 personas mueren diariamente esperando un trasplante. Estos números alarmantes se vuelven una mayor preocupación cuando se revisa la Ley N° 30473, que entre sus especificaciones otorga a los familiares del paciente fallecido la autoridad de revocar su consentimiento para extraer sus órganos y/o tejidos. En los últimos años, diferentes ONG y figuras públicas han iniciado campañas para concientizar a la ciudadanía sobre el tema.
Existen varios factores que alteran la lista de espera para recibir un órgano. “Primero, tiene que haber compatibilidad, se tienen que tener en cuenta las proporciones del órgano, pues en el cuerpo de un niño pequeño no va a entrar un órgano de un adulto”, explica el Juan Almeyda, director ejecutivo de la Organización Nacional de Donación y Trasplante (ONDT) del MINSA.
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Si el donante es joven, es preferible tener un receptor joven. También se prioriza a las personas que tienen más chance de sobrevivir según su edad y estado de salud. Generalmente, un niño o adolescente sano y con un órgano compatible disponible se considera antes que otros pacientes, pues sus probabilidades y expectativas de vida son mayores. El tipo de órgano requerido también cambia la prioridad, pues algunos - como los riñones - pueden aguantar más tiempo. “Pasan también a ser primero en la lista los pacientes cuyos órganos no pueden esperar, como el corazón”, agrega. En lo que va del año se han hecho 110 trasplantes de órganos y 225 trasplantes de tejidos. En total se registran 31 donantes, algunos vivos.
La realidad del porcentaje de personas que figuran como donantes de órganos y tejidos en el Perú no necesariamente corresponde a la de órganos donados, pues no todos los pacientes cumplen con los requisitos ni sus muertes resultan en donación. “Es necesario que el fallecido sea una persona sana, sin ninguna enfermedad o condición que haya alterado el funcionamiento de sus órganos”, explica el Dr. Almeyda. Otro punto crucial es la forma en que murió. “Tiene que ser por muerte cerebral, no se puede haber afectado el sistema del paciente al fallecer”, añade.
El Comercio conversó con Lucía Salem, directora de proyectos en Lucha Movimiento, un grupo que busca general soluciones para diferentes problemáticas sociales del Perú. En el mes de agosto iniciaron un proyecto con la finalidad de incrementar la taza de donantes de órganos en el país, que a la fecha cuenta con 13% de personas registradas oficialmente. “Nosotros queremos abarcarlo desarmando los mitos y la desinformación que existe alrededor del tema, movilizando a la ciudadanía, recolectando firmas que respalden el proyecto de ley que cambie la situación de presunto donante y modificar el artículo permite a la familia modificar la voluntad del paciente”, señala Salem. “El año pasado tan solo 38 personas fallecidas donaron sus órganos”, agrega.
Entre los mitos más comunes se encuentra la creencia de que los médicos no harán esfuerzos en salvarle la vida a un paciente que figura como donante de órganos en su DNI. Por otro lado, también existe el miedo de que los mismos hospitales secuestren a los donantes para traficarlos. Si bien pueden parecer creencias sin sentido, el Dr. Almeyda indica que parten de la masiva desinformación
En la actualidad, RENIEC registra a los ciudadanos en su sistema como no donantes automáticamente, y le corresponde a cada individuo cambiar ese estado con un trámite de por medio. “La ley no solo desfavorece la donación de esa manera, sino que muchas veces incluso no se fijan en el DNI, le preguntan directamente a la familia si ellos quieren hacer efectivo o no el trasplante”, señala la directora de proyectos de Lucha.
Por otro lado, Dr. Juan Almeyda, explica que el artículo de ley que respalda la decisión de los familiares está diseñada para favorecer la donación.
“Se considera que una persona, al fallecer, deja de ser un sujeto de derecho y pasa a ser un objeto de derecho. Al tener un 80% de personas que están registradas como no donantes, es finalmente la familia que da el sí”, explica a este medio. Sobre el registro a cargo de RENIEC, indica que hay un gran debate sobre si es la entidad adecuada para realizarlo. “Muchas veces los encargados ni siquiera preguntan, de frente marcan un ‘no’, nosotros estamos trabajando con el Ministerio de Educación y otras entidades para educar a la población sobre la donación, hay mucha desinformación”, agrega Almeyda.
El Perú es el penúltimo país de Latinoamérica en cuanto a la taza de donación de órganos. En el marco del día Mundial de Donación de Órganos y Tejidos, Lucha Movimiento se encuentra desarrollando un video con el fin de derribar los mitos más conocidos que disuaden a los ciudadanos. “Hemos jugado un poco con el humor para acercarnos más a la población, y al final redirigimos a los usuarios a nuestra página web, donde recolectamos las firmas”, finaliza Salem. Más detalles sobre este movimiento se pueden encontrar en www.otravida.pe.
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