A tres semanas del accidente en el cerro San Cristóbal, la División de Prevención e Investigación de Accidentes de Tránsito de la Policía Nacional del Perú (PNP) entregó al Poder Judicial el informe sobre las causas de la caída del bus turístico que causó la muerte de 10 personas y dejó más de 40 heridos.
El coronel Franklin Barreto, jefe de la mencionada división, precisó a TV Perú que la causa de la caída del bus fue la excesiva velocidad del chofer Goytzon Bravo Tocas, quien manejaba por encima de los 40km permitidos en la vía.
Además de la imprudencia del conductor, otros factores contribuyeron a la tragedia en el cerro San Cristóbal son las modificaciones por las que pasó el vehículo de Green Bus.
Las investigaciones policiales determinaron que el bus fue alterado para aumentar un segundo piso con 36 asientos. Originalmente tenía capacidad solo para 35 pasajeros. Esta modificación hizo que la mayor cantidad de peso se encuentre en la parte superior del vehículo, haciéndolo inestable.
Los asientos del bus tampoco eran los adecuados. En el primer piso habían sido colocados muebles de tipo oficina que no estaban sujetos con nada, permitiendo que los pasajeros los coloquen en cualquier sitio.
“El desplazamiento de este vehículo era por un circuito turístico donde en la parte izquierda había un cerro y la derecha era más atractiva. Podríamos suponer que en algún momento los pasajeros que iban en el nivel inferior habrían orientado sus asientos hacia el lado derecho”, precisó a TV Perú.
Por si fuera poco, las llantas estaban desgastadas, pero habían sido “maquilladas” para aparentar menos deterioro. En imágenes difundidas por TV Perú se observa cómo les habían marcado rayas en los bordes de los neumáticos.
El coronel Franklin Barreto agregó que además del conductor y el dueño de Green Bus, Víctor Ayala, otras ocho personas tendrían responsabilidad por las muertes en el cerro San Cristóbal.
“Son dos ingenieros que dieron la certificación de la fabricación y montaje del vehículo, el registrador, el que funge de tramitador para lograr la inscripción. Obviamente, el que hace la modificación artesanal y el que da la factura para darle la legalidad a un trabajo que no se realizó en la empresa sino en otro taller”, puntualizó.