Nuestro país celebró 202 años de Independencia en medio de una agitada coyuntura, marcada por protestas y manifestaciones anunciadas contra el Gobierno de Dina Boluarte. Desde el jueves 27 de julio y durante el fin de semana se registraron movilizaciones en todo el país, fundamentalmente en Lima, Arequipa y Puno. Mientras en las calles se registraban enfrentamientos y hechos violentos, en las actividades oficiales encabezadas por la mandataria se rompían récords de duración: el discurso más largo por Fiestas Patrias y uno de los desfiles militares más extensos de los últimos años.
Antes del mediodía del sábado, en la plaza Dos de Mayo, manifestantes y policías se enfrentaron tras el intento de ciudadanos de desplazarse por la Av. Nicolás de Piérola. Los agentes del orden dispararon bombas lacrimógenas y perdigones de goma contra los huelguistas, quienes emplearon objetos contundentes para atacarlos.
Así comenzaba la tercera jornada de marchas convocadas para las Fiestas Patrias. El Comercio registró la brutal agresión de una turba a un sujeto sindicado como un policía infiltrado. La víctima resultó con graves heridas en el cuerpo, incluyendo la cabeza y la cara, producto de las patadas y golpes. El herido fue atendido por brigadistas y trasladado en un patrullero de la Policía Nacional del Perú (PNP).
Para las 4 p.m. los manifestantes abandonaron la plaza en separadas direcciones. El grupo mayoritario se movilizó hacia la División de Asuntos Sociales de la policía para exigir la liberación de los detenidos en la protesta del viernes 28. Tal fue el caso de Kenty Aguirre, documentalista y docente retenido y presuntamente agredido por las fuerzas del orden. Su abogada señaló que cuenta con 17 lesiones y se vulneró su derecho a la representación legal. Aguirre permaneció recluido hasta este domingo, cuando fue liberado. La Fiscalía no abrió una investigación en su contra.
Según el mapa interactivo de la Sutrán, hasta las 6 p.m. del sábado patrio, los puntos de bloqueos en el país eran solo dos: Ilave y Azángaro (Puno). Cabe mencionar que en horas más tempranas se identificaron otros tramos inhabilitados por manifestantes, que fueron recuperados por las fuerzas del orden en breves periodos de tiempo.
Jueves 27
El jueves 27 por la mañana, el comandante general de la Policía Nacional, Jorge Luis Angulo Tejada, dejó un mensaje claro: quedaban prohibidas las movilizaciones en la avenida Brasil y alrededores, donde se realizará la Gran Parada Militar.
“Nosotros seguimos con la posición de que cualquier persona, grupo o colectivo se puede manifestar en cualquier área de la ciudad, menos en esta. Esta es una área que estará restringida. Obviamente que aquí no se va a permitir ningún tipo de manifestaciones”, expresó a la prensa.
El comandante Angulo añadió que serían 10.700 agentes policiales destacados en este sector para mantener el orden y seguridad de la Gran Parada Militar. Hasta la avenida Brasil llegaron cerca de 30 mil asistentes, sin contar con personas que se apostaron en las zonas adyacentes al desfile.
Desde tempranas horas del jueves 27, ciertas ciudades de Puno amanecieron acatando el paro seco de 72 horas, una medida en la que no está permitido el tránsito vehicular. Se había confirmado la participación de los pobladores de los distritos de San Antón, Asilo, Mañazo, Vilque, Atuncolla, Ácora, Laraqueri, Tiquillaca, Santa Lucía, Juliaca, Rinconada, Ilave, Puno, Juliaca, entre otros, quienes exigen nuevas elecciones generales y el cierre del Parlamento.
En Juliaca, manifestantes se concentraron en la plaza de Armas y lograron suspender las actividades programadas para el aniversario de Fiestas Patrias. El evento organizado entre la Policía Nacional, el Ejército Peruano y la Municipalidad Provincial de San Román, se vio afectado por la presencia masiva de protestantes, según reportó el medio local Pachamama radio.
Además, familiares de quienes murieron durante las protestas en enero, junto con representantes del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep) y más ciudadanos, marcharon para exigir justicia. “Protestar es un derecho, no un delito”, decía en sus carteles. Las manifestaciones continuaron hasta horas de la tarde.
En cuanto a la ciudad de Puno, el desfile militar se realizó sin autoridades: no participó ni el alcalde de la ciudad, ni el gobernador regional. Esto a pesar de que no había manifestantes a los alrededores, según informó Exitosa.
La región Puno fue la única que registró bloqueos de carretera por protestas. Al cierre de edición de dicho jueves, eran nueve los puntos interrumpidos. Algunas de las vías fueron Puno - Desaguadero, el puente internacional de Ilave, las carreteras que unen Macusani y Juliaca, así como la vía Puno - Cusco, a la altura de Ayaviri, y la vía que une Juliaca con Arequipa.
Viernes 28
Mientras la presidenta Dina Boluarte daba su mensaje en el parlamento, un gran grupo de manifestantes se enfrentaba a agentes policiales en el Centro de Lima, principalmente en las avenidas Abancay y Nicolás de Piérola. La plaza San Martín y plaza Dos de Mayo fueron otros puntos críticos de concentración y violencia. Diversos videos grabados por asistentes registraron a asistentes agrediendo policías y a estos repeliendo con violencia los protestantes.
Antes del mediodía, los manifestantes se posicionaron tanto en la Av. Abancay como en la Av. Nicolás de Piérola, generando así presión por dos frentes. Por motivos de seguridad, la policía mantenía un cerco policial en dirección hacia el Congreso de la República. Tras largos minutos de protesta pacífica, algunos huelguistas empujaron a los policías e inició la trifulca.
Momentos luego, la policía desplegó su barrera para perseguir a los violentistas, utilizando gas lacrimógeno, perdigones de goma y los bastones tonfa. Tras esta acción, los manifestantes se dispersaron y los diversos grupos se separaron. De a pocos, fueron reencontrándose en la plaza San Martín y en la Av. Nicolás de Piérola.
Si bien la marcha fue mayoritariamente pacífica, se fueron registrando más enfrentamientos en esta zona. En muchas ocasiones, la policía optó por retirar a los manifestantes de la vía, por más de encontrarse protestando sin violencia. Estos actos generaron respuestas violentas por parte de los manifestantes, quienes también respondían agresivamente.
Durante las pugnas, la policía optó por detener a diversos ciudadanos. Uno de ellos fue el documentalista y docente Kenty Aguirre. La Defensoría del Pueblo emitió un pronunciamiento invocando a la policía a respetar el uso proporcional de la fuerza y a no incurrir en detenciones arbitrarias. “Hacemos un llamado a la Policía Nacional del Perú a hacer uso proporcional de la fuerza en situaciones estrictamente necesarias”, dicta el comunicado. Institución pública pidió a la PNP no incurrir en detenciones arbitrarias.
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