“Yo solo sentí un pequeño impacto en el ojo (izquierdo), y cuando lo abrí, ya no podía ver nada”, le cuenta a El Comercio Fernando Nicho Muñoz, un joven de 22 años que fue herido la noche del 14 de noviembre durante las movilizaciones registradas en el Cercado de Lima.
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Para Fernando y su familia estos días han sido intensos, sobrecogedores y confusos. Mientras que ellos se encontraban buscando opiniones de especialistas tras su trauma ocular y luxación de cristalino, el país continúa a la deriva.
Recién se asimila la pérdida de Inti Sotelo y Jack Pintado Sánchez, se sigue a la expectativa de que aparezcan los dos jóvenes desaparecidos tras las marchas y, aun se busca qué rumbo seguir tras la designación de Francisco Sagasti como nuevo presidente de la República.
“Yo les pido a los jóvenes que sigan. Es hora de lograr un cambio”, dice el muchacho que cursa el octavo ciclo de Ingeniería Civil en la Universidad Privada del Norte y que ayer fue atendido de manera gratuita por la clínica Oftalmosalud.
Para Fernando y su familia estos días han sido intensos, sobrecogedores y confusos. Mientras que ellos se encontraban buscando opiniones de especialistas tras su trauma ocular y luxación de cristalino, el país continúa a
Allí los médicos iniciaron los exámenes para evaluar sus lesiones y hoy, a las 11:30 a.m., será su primera consulta para seguir con el tratamiento.
“Vamos a evaluar cómo está la comunicación entre el nervio óptico y el cerebro. En general, él percibe la luz y lo que estamos viendo hasta ahora es una hemorragia vítrea, es decir, sangre en la cavidad del ojo”, señala a este Diario Luis Izquierdo, director médico de la clínica.
De acuerdo con el especialista, el panorama es alentador ya que existe, además de la cirugía de limpieza, la posibilidad de que su cuerpo reabsorba la sangre y se sane progresivamente. “En realidad, el pronóstico es favorable”, acota Izquierdo.
Rocío Muñoz Zelada, madre de Fernando tiene sentimientos encontrados. La noticia la encontró cuando regresaba, junto a su esposo, desde Amazonas hacia Lima. Se enteró a mitad de camino y pasó ocho horas con el corazón en la mano.
Apenas llegó fue directo al Instituto Nacional de Oftalmología (INO) en el Cercado. Allí le hicieron los análisis correspondientes y le recetaron inyecciones y gotas para el dolor. “Espero que el panorama sea alentador para mi hijo”, dice.
“Uno como padre los forma y los guía, pero él decidió que ir a la marcha era correcto y que debía defender sus ideales. Yo pido que si estas movilizaciones continúan no se dañe a los jóvenes”, señala la mujer.
Fernando fue herido en el cruce de las avenidas Nicolás de Piérola con Abancay a solo dos horas de haber llegado a la marcha. Él fue auxiliado por dos desconocidas quienes ayudaron a conseguir una ambulancia para su traslado.
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La familia ha puesto a disposición el número de cuenta BCP soles 191-98063303-040 y el Yape 931 339 509, a nombre de Marilia Alexandra Nicho Muñoz (hermana), para recibir ayuda económica ante la difícil situación que atraviesan.
“La juventud ya se está dando cuenta de los problemas por los que atraviesa el Perú. Si salimos a las calles no es justo que nos traten como delincuentes porque no representamos ningún peligro. El destino lo dirá todo”, sentencia Fernando.
Hasta la misma clínica también llegó otro joven de 24 años acompañado de su madre. Ella se enteró a través de su esposo que Oftalmosalud viene ofrecido sus servicios gratuitos para atender a las personas cuyos ojos resultaron afectados o experimenten molestias tras participar de las movilizaciones.
Alex Hilton Flores Laura también fue herido el sábado y le diagnosticaron trauma ocular, retina desprendida y coágulos en el INO, y llegó hasta San Isidro para agilizar la atención y recibir una segunda opinión.
“Cómo creen que se siente una madre al ver a su hijo así, él es una víctima del abuso y queremos que todos los responsables paguen por esto. No es justo que seamos olvidados, nosotros somos pobres y no por eso se nos debe condenar al olvido”, señala Ángela Laura a El Comercio.
La familia Flores Laura ha puesto a disposición el número 990301942 para recibir apoyo económico.
“En general estamos viendo traumas contusos con baja visual. Algunos pacientes tienen lesiones menos graves porque han sido superficiales por gases y son temporales. Los más graves son los de impacto directo”, señala el doctor Izquierdo.
Asimismo, el especialista exhorta a las personas a acudir a la clínica y no esperar a que las lesiones empeoren. “En temas oculares cada segundo cuesta y estamos dispuestos a ayudarlos en todo lo que necesiten”.
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