Al otro lado del teléfono, el economista Óscar Ugarteche aún trata de entender lo que su abogado acaba de informarle: el Tribunal Constitucional (TC) rechazó su demanda de amparo interpuesta para que el Estado Peruano –a través del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil– reconozca su matrimonio con el ciudadano mexicano Fidel Aroche, celebrado en el 2010.
Con esta decisión del TC, culminó un proceso que se inició en el 2012 en el Poder Judicial. Sin embargo, aclara Ugarteche, seguirá litigando. Junto a su defensa legal acordó recurrir al ámbito internacional, por lo que presentará su demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Será este fuero el que decida un caso emblemático para la comunidad LGBTI en el Perú.
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–Usted ha señalado que el rechazo del TC en su caso era “un retroceso” para el reconocimiento de derechos de la comunidad LGBTI en el Perú.
En todo el mundo se ve un proceso de avances jurídicos desde el año 1992. Este no es un retroceso dentro del Perú, porque en nuestro país ni siquiera hay jurisprudencia al respecto. Precisamente, queríamos lograr esa jurisprudencia.
–La sesión del tribunal ha sido reservada. No se conocen los argumentos de la votación. ¿Pero a qué atribuye los votos en contra de cuatro magistrados?
No podemos enfrentar el futuro. ¿Cuál es el futuro para ellos: las familias con 10 hijos o las nuevas formas de familia que ya existen? Hay un problema de misoneísmo. En el Perú existe una aversión por el futuro, no podemos enfrentar el futuro. Tenemos un conservadurismo que impide la realización de un Estado laico; entran a tallar valores religiosos y se escudan en la forma.
–La votación en mayoría ha sido por la improcedencia de su demanda. Es decir, se discutió la forma, no el fondo del asunto. ¿Qué le dice eso?
Que esos cuatro magistrados [Augusto Ferrero, Manuel Miranda, Ernesto Blume y José Luis Sardón] no tienen el valor de entablar una discusión jurídica porque saben que no tienen la razón. Si esta decisión del TC no es un acto de discriminación, entonces qué es. Yo vengo de una familia extremadamente conservadora, pero no eran tontos.
–¿Cuál es el siguiente paso legal?
Ayer [lunes] previmos que el TC iba a rechazar nuestra demanda. Por ello, decidimos que seguiríamos la lucha en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde tengo la absoluta certeza que vamos a ganar.
–Lo cual puede tomar dos o tres años más de proceso.
Sí, así es. Pero esto continúa.
–¿En algún momento pensó en renunciar al proceso judicial?
Nunca pensé en tirar la toalla. Lo hubiese hecho cuando en el 2011 un cónsul peruano [en México] me dijo que iba a ser más fácil sacar el pasaporte mexicano, guardar el peruano y olvidarme del asunto. Sin embargo, yo soy más peruano que la chicha morada, y voy a pelear esto hasta el final porque es inadmisible. Aquí estamos y estaremos.
–¿Ya le comunicó la noticia a su esposo Fidel?
Justo acabo de llamarlo. Estamos en Cuernavaca. Ambos agradecemos la solidaridad de todas las personas que se manifiestan a favor del futuro.