Hay alrededor de 3 millones de techos de cemento y concreto armado en las áreas urbanas del país, según el Instituto Nacional de Estadística (INEI). La gran mayoría de estas estructuras son grises azoteas, a medio construir, con desperdicios y en mal estado.
A manera de contraste, en algunas zonas de Lima se viene observando cada vez más edificaciones con techos verdes. Se trata de vegetación, jardines y biohuertos instalados en zonas altas de diferentes estructuras.
A través de un sistema artificial, ofrece un espacio verde natural, creado por la adición de plantas a un medio de cultivo compuesto por capas que cumplen distintas funciones, como irrigación, drenaje y barrera para las raíces.
Esta tecnología conlleva varios beneficios para el hogar, la comunidad y el medio ambiente.
Respecto al primero, protege el suelo de las fluctuaciones de temperatura y la radiación ultravioleta, que pueden causar microfisuras en él. Asimismo, reducen los costos de aire acondicionado y calefacción, pues mejoran la climatización del edificio.
Los techos verdes también sirven como herramienta de gestión de las lluvias, pues gracias a la tecnología empleada almacenan el agua, la cual es tomada por las plantas y luego devuelta a la atmósfera.
Asimismo, transforma espacios muertos o en desuso en jardines o cultivos de frutas y verduras.
Por otro lado, los beneficios para la comunidad y el medio ambiente también son innumerables. A través del rocío y la evaporación diaria, las plantas son capaces de enfriar las ciudades durante los meses de verano, reducen la contaminación y mejora la calidad del aire, atenúan el ruido y reducen el riesgo de inundaciones al retener hasta un 65% del agua de lluvia.
Además, reducen las emisiones de gases del efecto invernadero con la filtración de contaminantes y dióxido de carbono, brindan un hábitat para la vida silvestre, permiten el empleo de materiales reciclados y proporcionan pulmones ecológicos y una mejor imagen del área urbana.
En diálogo con El Comercio, Ofelia Vera Piazzini, docente de la carrera de Arquitectura de la Universidad de Lima, indicó que la iniciativa “techos verdes” nace a razón de la degradación del paisaje natural debido al acelerado crecimiento urbano, que tiene efectos directos en el ambiente, la salud y el confort de las personas.
“Esta iniciativa nace como medida mitigadora al contar con beneficios sociales, económicos y ambientales. Las cubiertas vegetales conservan la biodiversidad al albergar flora y fauna local, y tienen como objetivo primario disminuir el efecto ‘isla de calor’ de nuestras ciudades, y mejorar el aislamiento térmico de las edificaciones debido a la absorción solar”, explicó.
El Comercio recorrió algunas zonas de Lima para constatar el avance de edificaciones con techos verdes, y comprobó que los distritos con mayor presencia de estas tecnologías son Miraflores, San Isidro, San Borja, Barranco y San Miguel.
—Labor municipal—
Vera Piazzini comentó que diversos distritos limeños vienen promocionando las edificaciones sostenibles en los últimos años, siendo una de las estrategias la implementación de techos verdes.
Por ejemplo, en San Borja, con la Ordenanza 5573, la municipalidad ha creado incentivos como el bono de altura, para las edificaciones que incorporen áreas verdes, espacios públicos y que se desarrollen en un contexto de respeto del medio ambiente. Asimismo, con la Ordenanza 496-MSB, indistintamente de bonos y/o beneficios, toda construcción nueva, destinada a comercio u oficina, debe implementar techos verdes.
En el caso de Barranco, el municipio creó el programa Techo y Muro Verde, bajo la Ordenanza 427-MD, en el que incentiva a los vecinos a instalar progresivamente cubiertas vegetales en los techos y terrazas de sus viviendas, por el beneficio de obtener un descuento del 20% en el monto pendiente de pago de arbitrios de mantenimiento de parques y jardines públicos.
Al respecto, la gerenta de Desarrollo Urbano de la Municipalidad de Miraflores, Ruth Fernández, indicó que han emitido las ordenanzas 5110 y 539, a fin de promover la construcción de edificaciones sostenibles y la generación y recuperación de espacios públicos y áreas verdes.
Explicó que la norma propone una serie de incentivos para los desarrolladores inmobiliarios, entre ellos un 10% adicional de área techada, si estos cumplen con los requisitos establecidos, como cercos transparentes, segregación de residuos diferenciados, jardines arborizados en retiros, estacionamiento para bicicletas, techos verdes, entre otros.
“Estas ordenanzas lo que buscan es que las edificaciones sean sostenibles. Brindan una serie de beneficios muy atractivos para los desarrolladores inmobiliarios, pero a la vez tienen ciertas exigencias. Esta opción está abierta a edificaciones nuevas en ciertas avenidas que la norma precisa”, señaló.
Al ser los techos verdes una iniciativa relativamente nueva, Fernández agregó que la normativa requiere ser revisada y perfeccionada permanentemente.
“Estamos en continua revisión, viendo cuál es el impacto en el desarrollo de la ciudad, cómo están respondiendo los desarrolladores inmobiliarios y cuál es la respuesta de los consumidores. Lo que buscamos a la larga es que todo el distrito pueda tener edificaciones sostenibles”, comentó.
En el 2019, en Miraflores se presentaron 37 expedientes para construir edificaciones con techos verdes; en el 2020, la cifra aumentó a 61; y en lo que va de este año, se han presentado 24, en el contexto de la pandemia.
—A tener en cuenta—
La arquitecta Vera Piazzini resaltó que el problema hídrico de Lima es una de las principales condicionantes ambientales a tener en cuenta antes de proponer manejos ecosistémicos específicos. A eso se suma la densidad poblacional, los asentamientos informales y la falta de planificación urbana.
“Todo esto nos ha llevado a tener una ciudad caótica, contaminante y que no valora sus recursos naturales. Por ello se hace imperante el cuidado de nuestros valles y cuencas que se encuentran degradados, y proponer áreas verdes acordes con el territorio donde nos encontramos, mejorando la calidad del aire, disminuyendo la acumulación de calor y promoviendo las interacciones sociales”, dijo.
La experta añadió que Lima, al tener una muy buena ubicación en relación con el sol, debería promover la incorporación de paneles solares en las edificaciones urbanas.
“Los paneles y colectores solares en las superficies horizontales evitaría el sobrecalentamiento de los materiales de construcción, generaría una eficiencia energética al edificio y a la ciudad, evitaría el efecto isla de calor y evitaría el sobreuso de agua, recurso natural carente en nuestro territorio”, detalló.
—Entrevista—
El Comercio entrevistó a Marco Pacheco, gerente general de Arve, empresa dedicada a la instalación de áreas verdes:
¿Cómo nace Arve y cuál es el trabajo que realiza en el rubro de estructuras verdes?
La empresa se crea en el 2010, con el sueño de generar una nueva forma de construir, mucho más amigable con el entorno y que genere valor. A través de la tecnología aplicada a las edificaciones, creamos techos verdes o jardines verticales. Algunas otras tecnologías que manejamos nos permiten hacer revegetación, por ejemplo.
¿Qué se debe tener en cuenta para construir techos verdes?
En una primera parte del diseño se debe manejar todas las variables, como el clima de Lima, la altura de la estructura y la tipología de la planta. Así se va graduando el perfil de inversión de un proyecto.
¿Qué tan importante es contar con una estructura verde?
El área verde dentro de un edificio termina siendo tan o más importante que un metro cuadrado de oficina, ya que opera las 24 horas, plasmando todos sus beneficios: climático, estético y psicológico.
¿El diseño de Lima es propicio para infraestructuras verdes?
Lima nunca ha tenido un desarrollo paisajista. No hay espacios naturales, aunque tenemos un gran potencial que no lo hemos visto. Por eso casi siempre trabajamos con el privado.
—¿Cómo crear un techo casero en 5 pasos?—
1. Conocer la ubicación, el ángulo y el peso de tu techo verde.
Los techos verdes son más fáciles de instalar en una superficie lisa, aunque también se puede en los tejados inclinados. Hay que tomar en cuenta que los techos verdes simples pesan entre 60 y 150 kilos por metro cuadrado.
2. La mayoría de techos verdes tienen una membrana impermeable.
Esta debe ir en una sola hoja que cubra toda la superficie. Las cubiertas resistentes para estanques de 1 milímetro de grosor, que se puede hallar en tiendas de jardinería, son ideales. Se fijan al techo con sellador convencional.
3. El drenaje y la profundidad del sustrato son muy importantes.
Usa capas de piedritas para evitar bloqueos en las salidas de desagüe. El sustrato determina la vegetación que en él crecerá. La mayoría de techos tienen una profundidad de 7 a 20 cm. El sustrato debe ser ligero y bajo en nutrientes.
4. La siembra es la parte que más se disfruta al hacer tu techo verde.
Muchos proveedores de jardinería ofrecen ya mezclas de semillas para techos verdes, para resistir las condiciones del clima y la elevación. La vegetación se puede aplicar en tapetes presembrados o por siembra directa.
5. Mantener en buenas condiciones tu techo verde.
Solo debes revisar que las plantas tengan suficiente agua, asegurarte de que las salidas de drenaje estén libres, y replantar con semillas las áreas donde no creció vegetación.