La titular del Ministerio de Salud (Minsa), Pilar Mazzetti, informó que 1,5 millones de vacunas contra el COVID-19 llegarán al país durante el primer trimestre del 2021 como parte de un contrato firmado con la farmacéutica Pfizer, que hace unos días inició la carrera para conseguir una autorización de emergencia, luego de que los resultados finales de su ensayo clínico dieran un 95% de eficacia contra el Sars-CoV-2.
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En declaraciones a la prensa, Mazzetti señaló que el escenario “ideal” es vacunar a 24 millones y medio de adultos peruanos. “No depende de nosotros, sino de lo que oferten los laboratorios”, dijo.
La meta es que esas vacunas a la población adulta sean aplicadas antes de las elecciones programadas para el 11 de abril del 2021. Para ello, el Minsa negocia con diferentes farmacéuticas que elaboran su propia candidata a vacuna; la ministra evitó dar nombres debido a acuerdos de confidencialidad. En octubre pasado, el ministerio había adelantado que mantenían conversaciones con 13 laboratorios.
A la fecha, el Minsa ha suscrito acuerdos vinculantes con Pfizer y la coalición global Covax Facility para asegurar 9,9 millones y 13 millones de dosis, respectivamente. Según el convenio firmado el 17 de setiembre pasado con Pfizer, el Minsa pagaría US$118,8 millones por el lote total. Las fechas de entrega están sujetas al éxito de los ensayos clínicos y a las autorizaciones otorgadas por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, por sus siglas en inglés).
En una primera etapa, se ha firmado un acuerdo de compra por las 1,5 millones de dosis iniciales, cuyo pago se realizará a lo largo del próximo año. En el caso de Covax Facility, el gobierno peruano ha adelantado un pago de S/ 75,5 millones, como parte del acuerdo firmado el 18 de setiembre con Alianza GAVI. Este lote no tiene fecha confirmada de llegada al país.
Antonio Pratto, miembro del Comando Vacuna, precisó que solo con las vacunas de Pfizer no será suficiente alcanzar un número importante de población protegida, por lo que se requiere firmar acuerdos con otros laboratorios a fin de frenar el impacto de una posible segunda ola. “Si las vacunas las tuviéramos en enero, se menguaría la segunda ola”, dijo TV Perú Noticias.
Logística a prueba
Como parte del acuerdo con Pfizer, el país recibirá 50.000 vacunas adicionales en diciembre, con las que se pondrá a prueba el sistema de distribución y logística, tomando en cuenta las condiciones especiales de almacenamiento que requieren.
“Va a ser más difícil distribuir una vacuna que tiene una temperatura complicada y poco tiempo de duración. El resto de vacunas tiene una temperatura de 2 °C a 8 °C, y el manejo es sencillo”, dijo Mazzetti. Con este lote se realizará un muestreo de aplicación a fin de estar preparados para el mes de enero.
Juan More Bayona, doctor en Inmunología Comparada e investigador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, explicó que es indispensable que el Perú garantice la logística para asegurar la calidad de una vacuna que requiere mantenerse congelada a -80°C.
“Las candidatas que usan ARN mensajero, como Pfizer y Moderna, necesitan una cadena de frío más estricta, a diferencia de la candidata de AstraZeneca y Oxford, que se puede mantener a temperatura de refrigeración. Desde ese punto de vista, el país en este momento no está preparado para mantener una cadena de frío de -80 °C o incluso de -20 °C”, dijo More a El Comercio.
Por ello, el especialista sostiene que el Minsa debe asegurarse que las futuras compras incluyan la logística de suministro. Según el acuerdo con Pfizer de setiembre, el precio total incluye únicamente el transporte principal de las vacunas.
El acuerdo vinculante con Pfizer especifica que se espera que la vacuna sea “un esquema de dos dosis en una formulación líquida que debe mantenerse a una temperatura de - 80°C”, la cual solo podrá descongelarse el mismo día de su administración y conservarse a una temperatura entre 2 y 8°C hasta su aplicación. “Para su disolución, los vacunadores necesitarán obtener una inyección de cloruro de socio al 0.9%, jeringas y agujas. “Estos insumos no se proporcionarán con la vacuna”, detalla el documento firmado por Mazzetti.
Sobre este último punto, el Minsa ha adelantado que en las próximas semanas distribuirá a los gobiernos regionales un primer lote de 15 millones de jeringas para la futura vacunación.
Estrategia en base a estudios
Aunque la estimación del Minsa es priorizar la inmunización en la población adulta del país, More Bayona indica que urgen estudios de seroprevalencia para conocer el impacto real de la enfermedad por regiones y definir estrategias precisas para enfrentar lo que sigue en la lucha contra la pandemia, tanto en vacunación o reinicio de actividades.
“El impacto ha sido heterogéneo, no es el mismo en Lima, Arequipa o Loreto. A partir de los resultados de seroprevalencia podemos estimar cuánto se necesita de vacunación para una población determinada”, dijo a este Diario.
El Minsa prevé vacunar primero al personal médico y de primera línea. Según el Plan Nacional de Vacunación contra la COVID-19, en una segunda fase se inmunizará a los adultos mayores y a personas con comorbilidades, mientras que al final se espera vacunar a la población restante de 18 a 59 años.
El último viernes, el Minsa informó que hasta el 27 de noviembre se realizará el estudio de prevalencia de COVID-19 en Lima Metropolitana y Callao a fin de conocer la persistencia de los anticuerpos en las personas contagiadas y proteger a la población ante una posible segunda ola. El director del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC), Luis Rodríguez Benavides, indicó que en las jornadas se espera obtener 1.024 y 716 muestras en Lima y Callao, respectivamente. Se espera replicar este estudio en todas las regiones del país.
Ayer se inició la capacitación a 12.477 profesionales que se encargarán de gestionar y aplicar las dosis cuando lleguen al país.