Un ciudadano identificado como César Meza Salas denunció a través de las redes sociales que sufrió un accidente en la ciclovía ubicada en la avenida Prolongación Tacna, distrito del Rímac, debido a que había arrojado aceite de motor en esta vía exclusiva.
El accidente ocurrió la noche del miércoles a la altura de la cuadra 7 de la citada avenida. En fotografías compartidas en la publicación se muestra la pista usada por ciclistas y las llantas de su bicicleta manchada de aceite. Incluso añade una imagen donde muestra la herida provocada en su brazo derecho.
“Tirarle grasa a la ciclovía de Prolongación Tacna generando accidentes y por ahí puede haber uno que caiga hacia la pista y muera atropellado”, se lee en la publicación en la cuenta oficial de Facebook del ciclista afectado.
El ‘pincha-llantas’ de Chorrillos: sujeto arroja clavos en ciclovías para beneficiar a talleres
En un video Meza Salas muestra que al frente de donde ocurrió el accidente hay una automotriz. “Me he caído de la bicicleta porque acaban de tirar grasa acá en la ciclovía. El único local es este de la cuadra 710. Es que dice el Rey David”, señala.
La Municipalidad de Lima en coordinación con la comuna del Rímac limpió la ciclovía una vez reportada la denuncia y colocó a un trabajador para que orientara a los ciclistas que reduzcan la velocidad. El noticiero anunció que ambas coordinarán también para la respectiva investigación del caso.
No obstante, el noticiero 24 horas mostró quejas de otros ciclistas que aseguran que aún quedan rastros de aceite en la vía exclusiva. “Acá estoy frenando todo lo que da el freno; sin embargo, la bicicleta no se detiene. El mayor peligro es que el aceite se impregne en la llanta y en cualquier cruce por más que intentes va a patinar pudiendo ocasionar daños a un peatón o un choque con otros ciclistas u otro automotor”, señaló.
El ‘pincha-llantas’ de Chorrillos
El pasado mes de septiembre, un informe de El Comercio reveló que un sujeto arrojaba clavos en ciclovías para beneficiar a talleres. El sujeto actuaba en complicidad con llanteros informales, que le pagan entre 20 y 30 soles diarios con el fin de conseguir clientes, reventando sus neumáticos de manera planificada. Este fue retenido por sus propias víctimas.