Después de haber pasado por la pintura figurativa, el arte cinético y la abstracción, Ella Krebs iniciaba hace 45 años sus exploraciones con el tapiz. Entonces, decidió exponer sus obras en una pequeña galería que comenzaba a abrirse camino en el medio limeño y que apostaba por propuestas arriesgadas. Las piezas de Krebs hechas con fibras vegetales cumplían este requisito. La crítica las recibió con entusiasmo, pero sin atisbar todavía la dimensión que cobraría su trabajo tres años después, cuando en 1978, tras un provechoso viaje a México, presentó sus fibroestructuras, esos telares inmensos y trenzados con los que Ella se acercó a la materialidad y belleza de los tejidos precolombinos.
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Ambas muestras fueron presentadas en Forum. La segunda de ellas se montó en el nuevo local que desde entonces ha ocupado la galería en la avenida Larco, en Miraflores, y marcó un hito en la relación entre la artista y esta sala que ahora, en su aniversario 46, le rinde homenaje. Se trata de una exposición conformada por nueve óleos representativos de sus diferentes etapas creativas y dos telares, uno de ellos es quizás su trabajo más emblemático: el tríptico Chancay.
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Krebs tiene ahora 94 años y vive desde hace unos meses en Toledo, España, con su hija, la escritora Fietta Jarke. No está bien de la vista, pero hay algo en ella que no se agota y es el deseo de seguir creando. “Hace unos meses me vine a España a vivir con una de mis hijas y todavía me estoy adaptando. Ya tengo un pequeño caballete, tela, óleos, pinceles y lo que necesito. Todos los días pienso en que quiero volver a pintar, pero me cuesta empezar. ¿Qué me saldrá ahora?”, dice en un mensaje dejado en el correo electrónico.
Papeles de la memoria
“Tengo algunos problemas de memoria —cuenta luego— pero felizmente he guardado casi todos los recortes de prensa de lo que se ha publicado sobre mis exposiciones y muchos de ellos están en el libro sobre mi obra que publiqué hace algunos años. Eso me ayuda a recordar”. Apoyada por esos papeles y fotos, Ella puede contar lo sucedido en el año 1978 cuando inauguró su exposición hecha con telares y fibras.
“Yo había vuelto de México, donde había estado viviendo durante unos tres años y allá expuse mis primeros tapices en la galería Kin, especializada en el movimiento internacional conocido entonces como la Nueva Tapicería. Ahí también exponían la colombiana Olga de Amaral o la española-mexicana Martha Palau. En ese momento yo ya empecé a llamar a mis obras ‘fibroestructuras’, donde se combinaba lo táctil, lo visual y lo espacial. El crítico mexicano José Luis Colín escribió que debería llamarse “estructuralismo fibromático”. Cuando los expuse en la galería Forum llamaron la atención pero no hubo tanta expectación como en México u otros países. Me invitaron a exponer en el Museo de Arte Contemporáneo de Kioto, en una serie de exposiciones de tapiz contemporáneo, representando al Perú”.
Creación sin límites
“Recuerdo que alguna vez me contó que descubrió los telares por un taller de artesanía que había frente de su casa”, le comento.
“Al lado de mi casa en Barranco había un centro artesanal —responde— y yo veía desde mi ventana algunas de las clases que daban. A mí siempre me gustó la costura, me he diseñado y cosido ropa desde muy joven. Podría haber sido diseñadora de moda, pero me atrajo siempre más la pintura. Empecé con clases de telar para hacer mis propias telas, pero al aprender sobre tintes naturales empecé a teñir en mi casa fibras diversas y los colores y texturas despertaron mi imaginación. Empecé a armar con ellas otro tipo de formas que creo que tenían algo que ver con la pintura abstracta que yo he hecho por tantos años. La composición, los relieves, las formas que encontraba en las ramas retorcidas o en los vellones de lana cruda fueron dándome las ideas. Hasta me hice construir un telar vertical para poder tejer con las manos obras más grandes y sin los límites del telar convencional”.
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Desde que egresó, con méritos, de la Escuela de Bellas Artes a inicios de la década de 1950, el trabajo de Krebs se ha desarrollado a partir de apuestas personales que la han llevado a descubrir técnicas como la pintura rasgada, lo cinético y la abstracción. “Después de terminar en Bellas Artes con el gran premio de honor de mi promoción fui a Europa y vi mucho arte moderno”, relata. “Al volver fui encontrando en la pintura abstracta mi forma más natural de expresión. Lo ha sido desde los años 50 y así sigue siendo. Como le decía, desde hace un par de años los problemas de visión y las mudanzas me han alejado de la pintura. Pero todavía sueño que pinto y eso me da mucha paz”.
Como ella misma dice: “un artista no se retira. Su actividad, si no se realiza, queda como algo latente, algo posible. Y esa posibilidad siempre me eleva el alma. Tal vez hoy me anime a continuar”. Y, obviamente, esta muestra de homenaje es una forma de mantener vigente su arte. Esta será su novena exposición individual en Forum, lo cual la entusiasma: “Ha sido mi galería casi desde que se inauguró. Ahí me siento como en casa”, añade. Y por eso mismo es un espacio al que siempre vuelve.
Más información
Conexiones / Ella Krebs
Exposición virtual y presencial Inauguración: miércoles 9 de noviembre del 2020. Clausura: viernes 15 de enero 2021. Lugar: Galería Forum (presencial previa cita) y virtual a través de sus Redes sociales. Teléfono: 4461313 – 980306551 Facebook: www.facebook.com/galeriaforum/ Instagram: @galeriaforum Web: https://galeriaforum.net/conexiones/
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