Para Inés Wiese, la pandemia fue un periodo en el que se estimuló su creatividad, siendo esto precisamente lo que le ocurrió también a muchos artistas que debían mantener su talento dentro de casa. El arte tomó un papel importante al inicio del confinamiento, ayudando a que muchas personas puedan expresar sus emociones, miedos y anhelos, pero también repensar el papel de sus espacios de intimidad, principalmente sus hogares.
Al ser estas cuatro paredes las que nos mantenían con seguridad dentro de lo incierto, es predecible que se empiece a cuestionar la dualidad entre protección y desprotección que estas nos ofrecen. Esto sucedió con Inés, quien percibía un sentido de “fragilidad”, el cual iba más allá de la materia con la que estaba hecha su casa, sino que vulneraba la estructura de un espacio aparentemente estable. Por ello, decidió empezar su proyecto de arte “Solar”.
Pensar la casa desde su dimensión simbólica le daba la oportunidad de conocerse, en la medida que reconocía los atributos del hogar que habitaba durante la pandemia. “Empecé estas piezas pretendiendo construir una casa desde lo subjetivo, sin hablar de un espacio físico, sino de la manera en que me sentía dentro de ciertos espacios”, cuenta la artista.
Comenzando desde la precariedad, Inés sentía que estaba construyendo una casa desde cero. “La exposición lleva el nombre ‘Solar’ porque esta palabra significa que es un terreno destinado a la edificación, me gustaba pensar eso de mis obras”, agrega. De esta manera, en su conjunto de piezas anudan la escultura, el cuerpo y el espacio, con el fin de comunicar desde estructuras inacabadas o desagregadas.
El elemento protagonista de la exhibición es el papel maché, convirtiéndose en el hilo conductor de piezas como Casa I, Casa II y Casa III; las cuales fueron hechas a partir de la unión de numerosas unidades de este material con resina, hasta conseguir un grosor que pudiera sostenerse por sí mismo. “Era como volver a los trabajos escolares”, nos explica mientras ríe. Todo esto realizado encima de elementos de su hogar, como puertas o ventanas.
Asimismo, obras como The Walk of Life, La fiesta u Otra vez Inés son pinturas representadas mediante acrílico sobre tela, cemento o papel; estas nos revelan las palabras, pensamientos intrusivos y objetos caseros con los que contaba Inés a su alcance durante los tiempos de confinamiento. También encontramos Los Novios, la cual nos relata una historia de separación mediante elementos del hogar.
Por otro lado, Inés representa a su propio espacio de trabajo mediante El Taller, una pintura que retrata el proceso de preparación de parte de sus piezas, creando una especie de mise en abyme que imbrica un relato dentro de otro.
De la misma manera, la artista realiza intervenciones mediante la fotografía con algunas de sus obras desde el plano de un techo, sobre el cual se emplazan las piezas como una sola narración de todas ellas, mostrándose en una conclusión de la exposición en un contexto urbano, erguido y de arquitectura lisa.
Lugar: Coleccionista Coffee Gallery.
Ubicación: Av. San Martín 144, Barranco.
Fecha: Del 16 de noviembre hasta el 16 de diciembre.
Horarios: Todos los días de 8:00 a.m. a 10:00 p.m.
Asimismo, en la exposición también se podrá encontrar el catálogo de joyería de Inés Wiese.
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