Imaginemos un cuento de hadas del siglo XVIII, pero adaptado a nuestros tiempos virtuales. ¿Qué hubiese pasado si la bella y la bestia se conocían por Internet? ¿Habrían maquillado con filtros sus fotos de perfil? ¿Se hubiesen inventado talentos y atributos, a la par que escondían sus peores defectos? ¿Habría tenido éxito su romance a través de la pantalla?
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Eso es más o menos lo que propone “Belle”, película de animación japonesa que le da una vuelta a la mencionada historia tradicional para situarla en un mundo digital llamado “U” (una especie de metaverso como el que alista Mark Zuckerberg), donde cada persona tiene una personalidad alternativa, un avatar construido a su voluntad. Y en esa dimensión es que Belle, la protagonista, es una exitosa cantante con millones de seguidores. El detalle es que detrás de su fama se oculta una tímida adolescente, Suzu, agobiada por problemas familiares y miedos propios de su edad.
El sucesor de Miyazaki
El director del filme es Mamoru Hosoda (Toyama, 1967), puntal del Estudio Chizu y uno de los cineastas más reputados en el mundo de la animación nipona. De hecho, es considerado por muchos como el heredero natural de Hayao Miyazaki (“Mi vecino Totoro”, “El viaje de Chihiro”), aunque en realidad guarden varias diferencias estilísticas e incluso ideológicas (hace unos meses, Hosoda hizo algunas críticas a la forma en que Miyazaki retrataba a las mujeres en sus filmes).
El Comercio pudo conversar en exclusiva con Hosoda antes del estreno de “Belle” en la cartelera peruana el próximo 13 de enero. “Siempre me gustó el personaje de la bestia por su duplicidad –cuenta el cineasta japonés desde Barcelona, a través del Zoom–. En el exterior es temible y agresivo, pero por dentro resulta ser una persona muy sensible. Creo que todas las personas tenemos también esa duplicidad. Mostramos a la sociedad un rostro, pero hay otro que no mostramos. Y ese es el rostro de quien somos en lo más profundo”.
Un doble rostro que, en la maraña de avatares que ofrece Internet, puede radicalizarse aún más, aunque Hosoda no lo vea necesariamente como algo negativo. De hecho, su película no es ni por asomo una crítica al mundo del ciberespacio. “Las redes sociales a menudo son concebidas como una distopía. Yo no estoy de acuerdo con esa aproximación”, afirma.
“En toda la historia de la humanidad, las nuevas ideologías o tecnologías siempre han generado rechazo dentro de la sociedad –agrega el director de “Belle”–. Con Internet aún estamos atravesando por esa fase. Un caso concreto fue ‘Tiempos modernos’ de Chaplin [sátira de la industrialización de 1936], película que fue muy criticada cuando se estrenó. Creo que las personas les tenemos mucho miedo a los cambios. Pero solo criticar las redes sociales me parece muy aburrido, y no mejora en nada a la sociedad. Yo prefiero ubicarme desde el punto de vista de las nuevas generaciones, que rompan la estructura social en la que han vivido hasta ahora, y que creen un ecosistema nuevo, más innovador, que realmente pueda mejorar sus vidas”.
CINE DE ALTO VUELO
“Belle” es una película ambiciosa y deslumbrante, que no por nada tuvo su estreno mundial en el prestigioso Festival de Cine de Cannes el año pasado. Y no es solamente una metáfora sobre las contradicciones entre el mundo físico y el virtual: también es una reflexión sobre el doloroso proceso de crecimiento infantil, con todas sus transformaciones; sobre la necesidad de la compañía, de gente ayudándose entre sí para salir adelante; y en especial sobre la noción del duelo y la pérdida.
“Las personas perdemos cosas todo el tiempo –responde Hosoda al ser consultado sobre esta cuestión que se repite en sus películas–. Perdemos a nuestros padres y otros seres queridos, perdemos a nuestras mascotas, incluso perdemos dinero y nos afecta. Y ninguna de estas cosas las recuperamos de la misma forma en que queremos. Las recuperamos en una forma distinta, a través de reemplazos. Y eso es lo que yo exploro en mis películas: el cómo buscamos recuperar ciertas cosas, pero en una forma diferente”.
La notable filmografía de Hosoda está cargada de reflexiones como esa: en “Wolf Children” (2012) abordaba la cuestión de la madurez mediante una mirada que no romantiza las relaciones familiares; en “The Boy and the Beast” (2015) también examinaba las tensiones entre lo civilizado y lo salvaje y en cómo estas repercuten en nuestro interior; y en “Mirai” (2018, cinta nominada como mejor película de animación en los Óscar) volvía al tema de la familia y de la soledad con gran tacto para delinear el complejo tramado de nuestros sentimientos.
Un cine de alta factura que también nos lleva a preguntarnos, hoy más que nunca, sobre la pertinencia de apreciarlo en la gran pantalla. “Las plataformas de streaming han traído una situación favorable en cuanto a la distribución de contenidos –afirma Hosoda–. Pero no podemos olvidarnos de la experiencia cinematográfica: ir al cine para apreciar la creación de un director y de todo un equipo detrás. Por eso yo siempre animaré a la gente a que vayan a los cines a ver las películas como originalmente han sido concebidas”. Bajo esa óptica, el estreno de “Belle” en las salas peruanas es una de esas raras ocasiones en que la experiencia resulta mágica e irremplazable. No hay que perdérsela.
El dato
- “Belle” se estrena en salas de cine este jueves 13 de enero.
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