La ciudad del Cusco vuelve a adquirir protagonismo este 2022, con el estreno de “Hasta que nos volvamos a encontrar”, primera película hecha en Perú en exclusiva para Netflix, el mayor servicio de streaming del mundo. Este lanzamiento, que llega unos meses de que se filmara también en Cusco la multimillonaria película “Transformers: El despertar de las bestias”; muestra otra vez que la Capital Incaica es atractiva para los estudios que realizan ficción.
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Tanto “Transformers” como “Hasta que nos volvamos a encontrar” son grandes producciones y ambas tendrán oportunidad de mostrar la belleza natural y urbana de esta región del Perú, tan inmersa en nuestra historia, así como la maravilla mundial que es el Machu Picchu. Pero estas cintas están lejos de ser las únicas en ser grabadas en el ‘ombligo del mundo’. En esta nota revisamos otras producciones, sean nacionales o internacionales, filmadas en esta ciudad.
HOLLYWOOD Y EL SECRETO DE LOS INCAS
“El secreto de los Incas” (1954) fue la primera película de ficción filmada en locación en Cusco y lo hizo con todo el poderío de Hollywood. Protagonizada por Charlton Heston antes de su meteórico ascenso a la fama por “Los diez mandamientos” (1956), la cinta trata sobre el cazador de tesoros estadounidense Harry Steele (Heston) quien vive modestamente en la ciudad imperial trabajando como un guía turístico, pero quien sueña con encontrar un mítico tesoro incaico.
Quinientos extras locales participaron en la película, la cual fue también el debut en la pantalla grande de la soprano Yma Sumac, la única peruana en tener una estrella en el paseo de la fama de Hollywood. “El secreto de los Incas” tendría otra razón para ser recordada: el inspirar al icónico personaje de Indiana Jones, precediendo por varias décadas la vestimenta y actitud aventurera del famoso arqueólogo que interpreta Harrison Ford.
EL CINE CLUB CUSCO
Si bien “El secreto de los Incas” trajo atención a la cultura andina al mundo, lo hizo desde la perspectiva del extranjero. Mientras el resto del mundo descubría Cusco, los cusqueños mismos descubrían las películas. De ahí el nacimiento del Cine Club Cusco, fundado en 1955 por los hermanos Manuel y Víctor Chambi, así como Luis Figueroa y Eulogio Nishiyama.
Inicialmente creado con la intención de traer las películas a la ciudad imperial, su propósito pronto evolucionó con las ambiciones cinematográficas de sus fundadores. “Corpus del Cusco” (1955) fue la primera producción de este grupo, un documental de 10 minutos de duración dirigido por Manuel Chambi que mostraba el recorrido de la fiesta religiosa Corpus Christi.
“Las piedras” por Manuel Chambi y Luis Figueroa sería su siguiente producción, para la cual recorrieron las calles del Cusco grabando imágenes de las ruinas incaicas y preincaicas de la ciudad. Le seguirían otras producciones documentalistas de fiestas patronales de la región como “Lucero de nieve”, “Policromía Andina”, entre otros.
Pero no sería hasta 1961 que las ambiciones de los realizadores fueran cumplidas con el estreno de “Kukuli”, la primera película de ficción producida en quechua en el mundo. Dirigida por Luis Figueroa, Eulogio Nishiyama y César Villanueva, se basó en las raíces mitológicas andinas, contando la historia de la lucha de una campesina que es raptada por un ‘ukuku’ (criatura mitad hombre y mitad oso) con el que tiene un hijo. La cinta se estrenó el 27 de julio de 1961 en el cine Le Paris de Lima, aunque su éxito no quedó limitado a nuestras fronteras, al ser presentado en el 2do Festival Internacional de Cine de Moscú.
Su siguiente largometraje fue “Jarawi” (1966), dirigido por César Villanueva y Eulogio Nishiyama. Basado en la novela “Diamantes y pedernales” (1954) de José María Arguedas, no alcanzó el mismo éxito que su antecesora y terminó con las aspiraciones cinematográficas del Cine Club Cusco.
LA CONQUISTA DEL CINE
“La caza real del Sol” (1969) fue la siguiente película en mostrar Cusco. Basada en una puesta en escena del guionista británico Peter Shaffer (“Amadeus”) y grabada tanto en España como en el Perú, cuenta la conquista del imperio incaico por las huestes españolas. Robert Shaw interpreta a Francisco Pizarro mientras que Christopher Plummer es Atahualpa.
Una historia del cine cusqueño no puede estar completa sin mencionar “The Last Movie” (1971) de Dennis Hopper (“Easy Rider”). Filmada en Chincheros en 1970 con estrellas como Peter Fonda, Kris Kistofferson y Michelle Phillips, la producción de la película estuvo plagada de escándalos y excesos.
La historia de la cinta es extraña y metatextual. Trata de Kansas (Hopper), un coordinador de dobles de acción que decide retirarse del negocio luego del fallecimiento de un actor durante la grabación de un western en una recóndita aldea del Cusco. Pero su descanso queda interrumpido cuando el cura local le pide ayuda con un incidente: los aldeanos han decidido filmar su propio western, recreando de verdad la violencia del género sin entender que se trata de una ficción.
El tumultuoso desarrollo de la cinta, así como la poca fe que Universal tuvo en la película, hizo que esta fuera un desastre en las taquillas, casi terminando con la carrera de Hopper como realizador. Sin embargo, la cinta ganó el premio de los críticos en el Festival de Venecia. A pesar de que fue filmada en el Perú, la película no fue estrenada en ningún cine limeño hasta noviembre del 2019, cuando una versión remasterizada fue proyectada en el Auditorio Icpna de Miraflores.
Un año después le seguiría “Aguirre, la ira de Dios” del director alemán Werner Herzog. El titánico proyecto fue filmado en locación durante cinco semanas, llevando a los realizadores desde la montaña Huayna Picchu a las selvas amazónicas de Ucayali en una simulación del viaje realizado por el conquistador Lope de Aguirre – interpretado en la película por el actor Klaus Kinski- en su fallida búsqueda por la legendaria ciudad El Dorado.
Si las dos anteriores películas mostraron dos historias relacionadas con la etapa de la conquista, “Tupac Amaru” (1984) se enfocaría en la vida del caudillo inca que lideró la rebelión de 1780 contra el Virreinato del Perú. Dirigida por el realizador cusqueño Federico García Hurtado en una coproducción entre nuestro país y Cuba, la película fue filmada tanto en Cusco como en Lima y cuenta con la actuación de Reynaldo Arenas en el papel protagonista, así como actores como Carlos Cano y Zully Azurín.
MIRANDO AL PRESENTE
La siguiente cinta en ser filmada en el Perú fue “Max ha desaparecido” de 1995. Si las películas antes mencionadas relataban eventos del pasado cusqueño, esta cinta del director Mark Griffiths mostraba el presente del momento, aunque utilizando el formato de las aventuras de niños popularizado previamente por cintas como “Los Goonies” y “Mi pobre angelito”. La película cuenta la historia de Max (Lane Toran), un niño de 12 años que se ve involucrado por una casualidad con el robo de un invaluable artefacto incaico. Ayudado por Juanito (Víctor Rojas), un guía de su edad que ha sido criado por las calles, Max viajará desde Lima a las ruinas de Machu Picchu para reencontrarse con su padre arqueólogo, evadiendo a un grupo de malhechores liderados por Becker (Charles Napier).
En el nuevo milenio, la producción nacional volvió a poner a Cusco y Machu Picchu en la pantalla grande con la filmación de “Un marciano llamado deseo” (2003), una extraña comedia romántica dirigida y escrita por Antonio Fortunic. Trata sobre el joven Jorge González (Christian Meier), que cansado de su realidad busca mejor vida en los Estados Unidos. Luego de que le rechazaran por última vez la visa de residente, urde el plan de buscar a una gringa con la cual casarse. Es así que consigue trabajo como guía turístico en el Cusco, hasta que su camino se cruza con Shirley (Robin Hunter), una bella muchacha que piensa que Machu Picchu fue hecho por alienígenas. Es así que González decide hacerse pasar por un extraterrestre para ganarse el amor de la muchacha, con consecuencias predecibles.
Además de Meier y Hunter, la cinta contó con la actuación de Bruno Odar, Aristóteles Picho, César Ritter, Adolfo Chuiman, Mónica Sánchez, Carlos Alcántara e incluso el polígrafo Marco Aurelio Denegri. Y si bien la cinta no fue muy bien recibida por la crítica, la misma muestra impresionantes tomas de Machu Picchu, las calles del Cusco y el tren que conecta a la ciudad con el poblado de Aguas Calientes.
Dos años después Fortunic volvería a explorar los paisajes cusqueños al escribir el guion de “Cuando el cielo es azul”, ópera prima – y única película- de la directora peruana Sandra Wiese. La cinta protagonizada por Andrea Montenegro y Juan Pablo Gamboa nos muestra nuevamente una historia de amor hecha en entornos cusqueños, aunque en esta ocasión más bucólicos.
Nuevamente desde la perspectiva de un director extranjero llegaría “Postales” (2010) del estadounidense Josh Hyde (“American Hemp”). Trata de dos familias: una estadounidense y una peruana, cuyos destinos se cruzan en las calles de la ciudad de Cusco. Pablo (Guimel Soria Martinez) se gana la vida vendiendo postales en la plaza de armas, ayudando a su familia a subsistir en un pequeño terreno que llaman hogar. Mary (Nadia Alexander) llegó a la misma ciudad con su familia para apoyar los planes de su padre de construir un lujoso hotel, coincidentemente en el lugar que ocupa actualmente la casa de Pablo.
Ese mismo año, el director ayacuchano César Galindo estrenó “Gringas”, una comedia negra que, como “Un marciano llamado deseo”, explora el fenómeno del ‘brichero’: aquellos hombres (y mujeres) que entablan relaciones con turistas europeos o norteamericanos en búsqueda de conseguir una codiciada visa. Hecha como una coproducción sueca-peruana, la cinta cuenta con la actuación de Nivardo Carillo y Gunilla Röör.
Galindo perdería el cinismo de “Gringas” en su siguiente película. “Willaq Pirqa, el cine de mi pueblo” (2019) es un enternecedor relato ambientado en lo años 70 de una pequeña aldea cusqueña que descubre el cine por primera vez. El nuevo descubrimiento trae emoción al pueblo, pero también un impacto cultural debido a que la mayoría de los habitantes del pueblo solo hablan el quechua.
Un niño de 10 años de nombre Sistu se vuelve el encargado de ser el embajador entre los dos mundos, viajando cada semana al pueblo cercano de Ollantaytambo para ver las películas y luego volver a relatarlas en la plaza central del poblado. El cierre de la tienda donde solía ver los filmes despierta en Sistu las ganas de crear su propia película, pero esta vez mostrando su propia cultura y en su propio idioma.
No podemos dejar de mencionar “Vientos del Sur” del director cusqueño Franco García Becerra. Estrenada en el 2018, cuenta la historia de Nina (Carlina Niño de Guzmán), una joven que regresa luego de 15 años a la hacienda donde se crió, ubicada en un remoto pueblo del Cusco. Será en este alejado paraje en el que se encontrará con su abuelo Fausto (Raúl Chaparro) y tendrá que enfrentar su historia familiar y su relación con la tierra que la vio crecer.
La historia es algo similar a la de su director García Becerra, quien regresó a su Cusco natal para realizar su primer largometraje después de años de estudios. Egresado de la Escuela de Cine de Lima en el 2001 y del Centro de Formación Profesional del Sindicato de Cine Argentino en el 2009, el realizador publicó su primer cortometraje, “Lima”, en 2011. Y aunque en entrevistas ha negado pertenecer a alguna “escuela cusqueña de cine”, “Vientos del Sur” es la primera cinta de un realizador cusqueño filmada en Cusco en llegar a los cines tiempos del “Tupac Amaru” de Federico García Hurtado.
Datos
- “Transformers: El despertar de las bestias” llega a los cines en 2023.
- “Hasta que nos volvamos a encontrar” llega a Netflix el 18 de marzo.
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