Orson Welles dejó una película por terminar, “The Other Side of the Wind”, más de 1.000 bobinas guardadas bajo llave en un almacén parisino cuyo contenido inédito podría estrenarse en 2015, 30 años después de su muerte y un siglo desde que viniera al mundo un 6 de mayo de 1915 en Wisconsin.
Welles rodó entre 1970 y 1976, a intervalos y de forma caótica, un proyecto muy personal que fracasó por falta de fondos, que si bien no era exactamente autobiográfico se centraba en la figura de un legendario director venido a menos después de mudarse a Europa que decide regresar a Hollywood para revivir su carrera.
El material rodado, considerado un tesoro cinematográfico, ha permanecido oculto desde el fallecimiento de Welles, bajo la custodia de su hija y única heredera, Beatrice, celosa protectora del legado de su padre, quien comparte los derechos de explotación con la actriz Oja Kodar y la compañía franco-iraní L'Astrophore.
A pesar de varios intentos por sacar a la luz el material, la falta de acuerdo entre las partes hizo imposible la finalización de “The Other Side of the Wind” hasta que los productores Frank Marshall y Filip Jan Rymsza, bajo el sello Royal Road Entertainment, lograron desbloquear la situación en 2014.
Esa compañía tiene permiso para concluir la película, un trabajo que está ejecutando con discreción, aunque fuentes próximas al proyecto confirmaron a Efe que el proceso avanza.
En estos momentos se está realizando una labor de catalogación y las bobinas aún se encuentran en París en espera de ser trasladadas a Los Ángeles.
Ya en California empezará su edición y los productores tienen aún pendiente contratar a un editor de primera línea capaz de imitar el estilo de Welles e intuir sus intenciones a la hora de juntar los planos.
“The Other Side of the Wind” carece aún de distribución aunque se espera que la cinta esté terminada en 2015, una fecha orientativa ya que no existen obligaciones contractuales para que se estrene en un momento concreto, por lo que podría demorarse su presentación a 2016.
“Welles quería que fuera una película de 2 horas”, explicó Josh Karp, una de las pocas personas que ha podido ver parte del metraje y autor del libro “Orson Welles's Last Movie: The Making of The Other Side of the Wind”, publicado en abril y en el que cuenta los rocambolescos entresijos de la producción.
La idea del filme empezó a germinar en 1937 tras una pelea a puñetazo limpio entre Orson Welles y Ernest Hemingway, un choque de egos en un estudio de grabación de Manhattan.
El joven pero ya famoso Welles había sido llamado por Hemingway para narrar su documental “The Spanish Earth” sobre la Guerra Civil española y se le ocurrió modificar el guión del escritor, para mejorarlo, lo que no sentó bien al temperamental autor que le acusó de homosexual, a lo que Welles respondió con una burla a su pose de macho.
La trifulca acabó entre risas y güisquis, según relató Karp, que señaló las coincidencias entre el protagonista de “The Other Side of the Wind”, Jake Hannaford, y el propio Hemingway.
Hannaford representa el cliché de cineasta machote al más puro estilo John Ford, y la acción narrada en el filme transcurre un 2 de julio, el último día de la vida del personaje. Hemingway se suicidó un 2 de julio de 1961.
Welles, explicó Karp, consideraba una pantomima esa exhibición de testosterona tras la cual se podía ocultar una homosexualidad reprimida, y lo recoge así en la película, en la que de forma sutil muestra la atracción que siente Hannaford por su actor principal, un factor clave en el desenlace de la trama.
John Huston interpreta a Hannaford en la filmación, en la que también participaron Oja Kodar, Peter Bogdanovich y Dennis Hopper, entre otros.
Aunque Welles tenía claro el guión, predominó la improvisación y “las actuaciones que consigue son increíbles, especialmente la de John Huston y Peter Bogdanovich”, afirmó Karp, que describió la cinta como adelantada a su tiempo, de ritmo intenso y planos breves.
Las historias de aquel rodaje, incluida la escena en la que Hudson conduce con unas copas de más en dirección contraria por una autopista para terror de todo el equipo, van camino de convertirse también en una película.
Karp ha vendido los derechos de su libro al productor Joe Infantolino de Beech Hill Films.
“Estamos trabajando en un guión”, dijo el autor, que ya sueña con ver a Jeff Bridges caracterizado como Orson Welles y a Nick Nolte como John Hudson.
“Eso sería fantástico”, afirmó. (Fuente: EFE)