Sobre José María Eguren se desconocen aún muchas cosas. Y quizá no hay mayor prueba de ello que su fecha de nacimiento: la que se consideraba hasta hace poco como la oficial –7 de julio de 1874– es errónea. En realidad, el poeta nació un día después, el 8 de julio. Es decir, hoy se conmemoran 147 años de su natalicio, ni más ni menos.
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El hallazgo y la corrección llegan de manos de Isabel López Eguren, investigadora y sobrina bisnieta del autor de “Simbólicas”. Ella acaba de publicar el libro “Rastros familiares”, una interesante pesquisa que, si bien se centra en el poeta, en realidad abarca a muchos más personajes que formaron parte de su árbol genealógico, con no menos atractivo.
El libro es, pues, el proyecto de seguimiento de una saga familiar que comienza con Andrés de Eguren, el abuelo del autor, quien en 1810 llegó al Perú proveniente de Bilbao, España, tras un largo y penoso viaje en barco. En el Perú mandaba el virrey Abascal y nuestro personaje arribó a nuestro país contratado por la Corona para administrar la factoría de tabaco de Chachapoyas.
Allí, en la ciudad norteña, conoció a Josefa Cáceda, una mujer de la localidad, con quien tuvo 13 hijos. Uno de estos fue José María Eguren Cáceda, quien a su vez contrajo matrimonio con Eulalia Rodríguez (‘Mamá Tatana’), quien dio a luz a su vez a 11 pequeños, siendo el último de ellos el poeta José María.
La genealogía que traza Isabel López es ambiciosa en detalles y en el descubrimiento de las diversas facetas de los personajes que la componen. “La vida familiar de Eguren ha dejado al descubierto la participación de parientes por línea materna y paterna que defendieron a la patria desde la época de la independencia en las batallas de Junín y Ayacucho, el Combate del Dos de Mayo, y la defensa de Lima en las batallas de San Juan y Miraflores durante la Guerra con Chile”, explica la autora.
Las fuentes para su investigación incluyen el Archivo General de Indias, el Congreso de la República, la Municipalidad de Lima, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Justicia, la Biblioteca Nacional del Perú, catálogos notariales de Chachapoyas, entre otros documentos. “Pero la fuente principal es el acervo procedente del archivo familiar transmitido de generación en generación”, detalla López Eguren.
La información volcada en el libro lo confirma: hay diversas cartas, dedicatorias de libros, manuscritos, fotografías inéditas, y algunas de las acuarelas y las diminutas fotografías de Eguren que nunca han sido vistas. Uno de los documentos más llamativos, por ejemplo, es la Libreta de Conscripción Militar de 1897 en donde se corrobora su fecha de nacimiento real.
LAZOS REVELADOS
¿De qué manera, entonces, la composición familiar de los Eguren nos ayuda a tener una imagen más completa de nuestro gran simbolista? Como dice la autora del libro, hasta la fecha eran muy poco conocidos los aspectos de la vida personal y familiar del poeta, hecho que ha impedido descubrir a un Eguren más íntimo y real.
En esa línea, se hace patente el aprecio y la estrecha vinculación que Eguren tuvo con importantes personajes de la intelectualidad de su época; o la importancia que tuvo la hacienda Chuquitanta, a orillas del río Chillón, donde el poeta desarrolló su fascinación por la naturaleza y el perfil lúdico y fantasioso de muchas de sus creaciones líricas y artísticas.
Otro aspecto llamativo de “Rastros familiares” es que no se detiene en los antecesores del autor peruano, sino que alcanza también a generaciones posteriores. “Allí destaco, por ejemplo, a las hermanas Josefina y María Isabel Eguren, bibliotecólogas pioneras que pertenecieron a las primeras generaciones formadas en la Escuela de Bibliotecarios que Jorge Basadre fundó en 1944”, refiere López.
Por último, ¿Cómo se conduce una investigación de este tipo cuando se forma parte de la propia familia? Según López Eguren, su vinculación afectiva no representó problema. “Desde un principio llevé la investigación con la más absoluta rigurosidad académica, sin ningún tipo de sesgo ni apasionamiento que no sea el de un investigador acucioso que desea revelar aspectos que atañen a la historia familiar desconocida de los Eguren”, señala, antes de aclarar que toda la información contenida en el libro –que en muchas casos enmienda repetidas equivocaciones– ha sido refrendada con las fuentes debidas. El material queda allí para su consulta.
El dato
- El libro “Rastros familiares” puede encontrarse en las librerías El Virrey, Sur y Libros Peruanos.
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