En “El discurso del rey”, película de Tom Hooper estrenada en el 2010, Colin Firth interpretó al inseguro duque de York que, tras la abdicación de su hermano mayor, se convirtió en rey de Inglaterra con el nombre de Jorge VI y quien, desde el inicio de su reinado, tuvo que lidiar, entre otros problemas, con su tartamudez. La actuación de Firth fue tan convincente que dejó al público y a la crítica sin palabras, literalmente, y lo hizo merecedor a un Óscar, un Globo de Oro y un Bafta. El filme sirvió también para visibilizar la importancia del lenguaje y la oralidad como instrumento de persuasión y para concientizar acerca de los trastornos del lenguaje que, en nuestra época, son más comunes de lo que se piensa.
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Aunque no existen datos actualizados sobre este tópico en nuestro país, un estudio del INEI del 2013 indicaba que los problemas lingüísticos afectaban, entonces, al 16,6% de la población infantil peruana. Por otro lado, en agosto del año pasado, el Ministerio de Salud alertó a los padres sobre la posibilidad de un incremento de estas dificultades en los niños debido a la pandemia y recomendaba estar atentos ante cualquier cambio.
Música y canto, los mejores aliados
Los problemas más recurrentes asociados al lenguaje son dislalia o mala pronunciación, espasmofemia o tartamudez y retraso del habla. La niñez es la etapa adecuada para detectar, diagnosticar y empezar a tratarlos, y la música, uno de los recursos más útiles y efectivos para superarlos. “La música es una de las mejores herramientas con las que contamos para estimular el lenguaje y el habla, pues permite incrementar vocabulario, identificar, discriminar y producir sonidos”, señala Gabriela Gutiérrez, terapeuta del lenguaje. “Puedo asegurar que los pequeños se divierten cantando sin percatarse de que mientras lo hacen, están estimulando y retroalimentando los ejercicios para lograr una correcta pronunciación”, añade Gutiérrez quien es también la autora de los 15 temas del disco “La, la, la, vamos a hablar”.
Este álbum es una iniciativa de Gutiérrez y Effeta (centro de terapias integrales) que el año pasado resultó ganador del concurso “Estímulos económicos para la cultura” del Ministerio de Cultura, por lo que recibieron el financiamiento para producirlo. El disco, que se lanzará este sábado en todas las plataformas musicales, contó también con la participación de Luis Linares (compositor y productor) y Verónica Noriega (cantante).
Gutiérrez explica que la idea del álbum surgió con la intención de ayudar a niños que, por diferentes motivos (económicos, de tiempo o disponibilidad) no tienen acceso a una atención fonoaudiológica. “Nuestro propósito es que la mayor cantidad de niños se beneficie de este recurso y que pueda ser usado por padres, docentes y especialistas. Es importante conocer la importancia de una buena pronunciación para el desenvolvimiento profesional, social, emocional del individuo a lo largo de su desarrollo”, comenta la experta. Por ello, el álbum estará disponible de manera gratuita en Spotify, Apple Music, Soundcloud, Deezer y Youtube.
Sobre el apoyo y participación de la familia dice, “es en este entorno donde los niños y las niñas descubren su identidad, forman su personalidad y una serie de elementos fundamentales para el resto de su vida. El nivel de influencia de la familia es altísimo. Los niños que tienen refuerzo y acompañamiento familiar durante y post terapia logran solucionar o mejorar las dificultades en un tiempo mucho más corto en comparación con los niños que asisten solos a sus sesiones. Además, cuando el niño trabaja en familia, se siente acompañado, disfruta de las actividades lúdicas y esto lo motiva a repetir las prácticas que van a permitir su rehabilitación”. Gutiérrez destaca la importancia de que los padres aprendan a estimular a sus hijos adecuadamente para que puedan ayudarlos en el tiempo que compartan juntos. Cantar las canciones de “La, la, la...”, por ejemplo, es un buen inicio.
Playlist
El disco está estructurado en cuatro partes. Las dos primeras canciones, “La lengua bailarina” y “La hora de bailar”, tienen como objetivo preparar al niño con la realización de movimientos intraorales de lengua, labios, paladar para que pueda reconocer y movilizar cada estructura y así, posteriormente, hacer los sonidos. La canción “Arita, la pirata” nos enseña a hacer los sonidos de la ‘r’ suave. Luego, las canciones de “Drilo el cocodrilo”, “El colibrí”, “El príncipe del prado”, “El ogro Gregorio”, “El gallo kiri kiri”, “En un tren” y “Frida” enseñan a pronunciar los sonidos de las trabadas. Las canciones “Ronronea Ramón”, “Ardi la ardilla” y “Carta a Marti” enseñan a pronunciar el sonido de la “r” vibrante al inicio, intermedio y final de las palabras. Cada canción contiene principios del método Effeta que hace uso de canciones y retahílas como herramienta pedagógica para promover una correcta pronunciación, estimular los sonidos del habla, incrementar palabras nuevas, entender pequeños relatos, mejorar el ritmo, prosodia, memoria y atención.
Finalmente, Gutiérrez anuncia que después de este disco vendrá otro del que ya está escribiendo algunas canciones. “Quisimos empezar con estos sonidos que suelen ser los más engorrosos para los pequeños. Pronto tendremos más sorpresas”, apunta.
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