La Fundación Japón ha elegido al Perú para abrir su vigésima sexta oficina. Enfocada en su zona de influencia asiática y en el continente europeo, en América Latina solo había echado raíces en las ciudades de Sao Paulo y Ciudad de México, donde se estableció en 1986. Treinta y siete años después, abre una nueva oficina en Lima, como parte de las celebraciones de los 150 años de relaciones diplomáticas entre Japón y nuestro país.
Esta primicia la anuncia Hiroyuki Ueno, director de la futura sede limeña. De la misma forma que el Goethe Institute o la Alianza Francesa, esta institución se constituye como un ente oficial con carácter independiente. La Fundación Japón cuenta con presupuesto del Gobierno Japonés para difundir la cultura y la lengua, así como promover el entendimiento mutuo entre los países.
La institución trabaja en tres áreas definidas: la primera, la difusión del arte y la cultura, auspiciando o produciendo espectáculos escénicos, exposiciones de artes visuales y actividades vinculadas al cine, la literatura o la gastronomía. También capital es su compromiso con la enseñanza de idioma y el perfeccionamiento en su metodología. Finalmente, explica Ueno, la fundación se enfocará en la promoción de los estudios japoneses y el diálogo intercultural.
“Hemos elegimos al Perú como sede de nuestra oficina 26 después de muchos años. Y si bien hay países como Argentina o Colombia, de mayor población, escogimos este país por su larga historia de relaciones con el Japón y la presencia de muchos japoneses inmigrantes. Son 150 años, algo que no se compara con ningún otro país de la región. Por eso queríamos estrechar aún más los lazos entre ambos pueblos” explica Ueno.
Por cierto, el director de la sede local de la Fundación Japón no es un recién llegado a nuestras costas. Su interés en el Perú empezó en la universidad, donde participaba en un grupo de música andina tocando la zampoña. Tras graduarse, llegó a Lima en 1988 como voluntario, para enseñar japonés en el colegio la Unión, como profesor de Idioma japonés. Tenía 26 años entonces, y sus mejores recuerdos tienen que ver con sus visitas a peñas para escuchar música negra, marinera y valses criollos.
Actualmente la institución se encuentra en proceso de establecerse en Lima, a la búsqueda de local, y dedicada en la preparación de su página web. Ueno adelanta que las actividades darán inicio desde la segunda mitad del año, anunciando proyectos como una exposición de fotografía japonesa histórica y contemporánea en agosto próximo, la colaboración con el Festival de Cine de Lima, así como la presentación de la novelista y fotógrafa nipona Kyoko Aihara, autoridad sobre el fenómeno de las geishas, el centro de una forma de entretenimiento tradicional tan exclusivo que resulta desconocido incluso para los japoneses de hoy. En visita al Perú, en octubre próximo, participará de exposiciones y conferencias itinerantes.
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