Después de que Jimmy McGill finalmente se convirtió en Saul Goodman (Bob Odenkirk) en el anterior capítulo la sexta temporada de “Better Call Saul”, en el décimo episodio, el protagonista volvió a Omaha como Gene Takavic, un discreto gerente de Cinnabon que utiliza anteojos.
La última vez que Gene apareció en la serie de AMC fue en la quinta entrega cuando un tipo misterioso llamado Jeff lo estaba siguiendo tras reconocerlo cuando lo llevó a casa desde el hospital, y tal como le dijo al limpiador Ed Galbraith arreglaría el problema él mismo, así que, pone en marcha un plan que empieza con ganarse la confianza de Marion (Carol Burnett), la madre del taxista.
Luego de ayudar a la mujer, Gene consigue que lo invite a su casa contándole una conmovedora historia sobre su perro desaparecido llamado Nippy. Cuando Jeff vuelve a casa se sorprende al ver a Saul Goodman y en la primera oportunidad lo amenaza con denunciarlo, pero el protagonista de “Better Call Saul” le tiene una mejor propuesta: ayudarlo a “entrar al juego”.
UN NUEVO JUGADOR ENTRA EN EL JUEGO
Al día siguiente, Saul se pone su clásico anillo y empieza a preparar el terreno para el nuevo golpe: robar una exclusiva tienda de ropa en el centro comercial donde trabaja. El primer paso es llevar uno rollos de canela a los guardias de seguridad y cronometrar exactamente cuánto tarda Frank en comérselo y revisar las cámaras.
Después de hacer los mismo por varios días y ganarse la confianza de Frank y Nick, Gene explora los grandes almacenes Lancaster’s y cuenta lo pasos de cada pasillo para hacer una réplica exacta de las dimensiones en un campo nevado y entrenar a Jeff para que consiga robar las cosas más caras en los tres minutos que Frank tarda en comer su rollo de canela.
Cuando Jeff tiene dudas sobre el plan y lo considera una locura Goodman menciona a Walter White: “Te diré lo que es una locura, un profesor de química de cincuenta años entra en mi oficina. El tipo está tan arruinado que no puede pagar su propia hipoteca. Un año después, tiene un montón de dinero en efectivo tan grande como un Volkswagen. Eso es una locura”.
LA ÚLTIMA ESTAFA DE SAUL GOODMAN
La noche del gran golpe de Jeff, Gene envía una enorme caja de madera a los almacenes Lancaster y cuando la gerente Kathy se pone en contacto con el responsable, Saul le explica que fue un error y la convence de no devolver el paquete hasta el día siguiente.
Poco después, le lleva su rollo de canela a Frank y le envía un mensaje a Jeff para que salga de su escondite y haga lo que practicó por días. Todo va de acuerdo con el plan hasta que Jeff se resbala y queda inconsciente por unos minutos.
Para evitar que Frank los descubra Gene empieza llorar y a quejarse de su solitaria vida. Mientras el guardia de seguridad consuela a su amigo, Jeff despierta y logra esconderse en el baño antes de que lo detecten. Al día siguiente sale como un cliente más y celebra con un amigo.
En ese momento, aparece Gene y le advierte que ese es el final que si el cae ellos también. Jeff cree que se trata de una broma, pero Saul lo obliga a decir que “se terminó”. Marion llega a casa y Gene se ofrece a ayudarla con sus compras y le cuenta que ya encontró a Nippy.
El décimo episodio de la temporada final de “Better Call Saul” termina con Gene volviendo al trabajo con normalidad y dirigiéndose a la tienda departamental para ver una colorida camisa del estilo de Saul Goodman. Tras verse en el espejo, decide dejarla y marcharse.
