El caso de Lyle y Erik Menéndez ha vuelto a captar la atención del público gracias a recientes producciones que han explorado la trágica historia de los hermanos, quienes asesinaron a sus padres en 1989. Entre estas producciones destacan el documental de Peacock “Menendez + Menudo: Boys Betrayed”, la serie de ficción de Netflix “Monsters: la historia de Lyle y Erik Menendez” y el más reciente documental de la misma plataforma, “The Menendez Brothers”. A diferencia de otros, este último documental incluye entrevistas directas con los hermanos, quienes actualmente cumplen su condena juntos, aunque por más de dos décadas estuvieron separados, temiendo no volverse a ver jamás. Pero, ¿cómo fue su reencuentro?
La separación inicial fue devastadora para ambos, y así lo refleja la recreación que hicieron Cooper Koch y Nicholas Alexander Chavez en la serie de ficción. Sin embargo, las propias palabras de Erik revelan el impacto emocional de ese momento: “Pensábamos que iríamos a la misma prisión. Lo metieron en una camioneta y yo no entendía por qué a mí me metían en otra camioneta. Empecé a gritarle a Lyle y cerraron la puerta. Fue la última vez que lo vi”, recordó Erik en el documental, que se estrenó el 7 de octubre de 2024. Este testimonio permite comprender la angustia que vivieron al ser separados tras el juicio.
En 1996, Lyle fue trasladado a la prisión estatal de Mule Creek, ubicada en el norte de California, mientras que Erik cumplió su condena en varias instituciones hasta ser finalmente transferido al centro penitenciario Richard J. Donovan, en el sur del estado, en 2013.
Durante años, ambos hermanos lucharon por reunirse, y aunque el proceso fue largo y doloroso, finalmente lograron estar juntos nuevamente en prisión, algo que les brindó consuelo y apoyo emocional después de tantos años de separación.
¿POR QUÉ LYLE Y ERIK FUERON SEPARADOS DE PRISIÓN?
Lyle y Erik Menéndez, los famosos hermanos condenados por el asesinato de sus padres, fueron separados en prisión debido a que las autoridades descubrieron un supuesto plan de escape que habrían ideado juntos. La medida de mantenerlos en cárceles diferentes fue considerada la opción más segura, ya que la confabulación para escapar los convirtió en un riesgo.
Sin embargo, esta separación fue devastadora para Lyle. En el reciente documental, Lyle, ahora con 56 años, comparte lo difícil que fue estar lejos de Erik: “Temía no poder protegerlo. No sentía paz. Era como si una parte de mí estuviera al otro lado del estado”.
A lo largo de los años, luchó incansablemente para que lo transfirieran a la misma prisión de San Diego, donde estaba Erik.
¿CÓMO FUE EL REENCUENTRO DE ERIK Y LYLE MENENDEZ?
El tan esperado reencuentro de Lyle y Erik Menéndez, después de más de dos décadas pidiendo ser trasladados a la misma prisión, fue un momento profundamente emotivo. Los hermanos se reencontraron en una cárcel del sur de California, y para Lyle, fue el comienzo de un proceso de sanación: “Sentí que era una oportunidad de sanar y estaba empezando ese día”, expresó en el documental.
Erik también compartió la alegría del momento, diciendo: “De repente, la súplica por poder volver a ver a mi hermano fue escuchada. La alegría de poder verlo, de poder rodearlo con mis brazos y darle un abrazo fue sobrecogedora”.
Hoy, Lyle afirma con gratitud: “Lo veo todos los días, hablamos y somos muy cercanos. Pasaron 21 años”.
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