Desde su estreno en 2001, “El señor de los anillos” se consolidó como una de las franquicias más importantes en la historia del cine, obteniendo un récord en los Premios Óscar que no se ha podido romper y que la iguala producciones como “Titanic” y “Ben Hur”, además de acumular una gran cantidad de fanáticos.
Fue debido a este éxito que la franquicia inspirada en los libros escritos J. R. R. Tolkien y dirigida por Peter Jackson dio pie a la creación de la trilogía de “El hobbit” y la serie precuela “Los anillos de poder”, la cual se estrenó en 2022 a través de Amazon Prime Video.
Pese al éxito de la historia, esta se tomó varias licencias a la hora de adaptar a sus personajes y situaciones, algo que si bien permitió hacer de la larga historia una más sencilla de comprender, no cayó bien en algunos seguidores e incluso en la familia del autor de la saga original.
LA MUERTE DE SARUMAN
Para nadie es un secreto que la trilogía de “El señor de los anillos” no fue bien recibida por Christopher Tolkien, el hijo del autor de la saga, quien durante la presentación de la trilogía de “El hobbit” criticó el trabajo de Peter Jackson, acusándolo de no respetar los escritos de su padre.
“Destrozaron el libro para hacer una película de acción para personas de 15 a 25 años”, indicó el hijo de J. R. R. Tolkien.
Y es que dentro de los pasajes eliminados que mayor revuelo causó entre los fanáticos está la muerte de Saruman (Christopher Lee), la cual no se ve en la tercera entrega de la trilogía, y que en el minuto 11 se da en la versión extendida.
Que la caída de un personaje tan poderoso solo fuera referenciada sorprendió a los fanáticos de la saga, pese a que esto fue una decisión del propio Peter Jackson para agilizar la trama.
“Nos diferenciamos de los libros porque la muerte de Saruman ocurre en una secuencia llamada “El saneamiento de la Comarca”, que tiene lugar después de los eventos de Frodo y el Anillo. Es un desenlace de 70 páginas, que para mí es el anticlímax posible de la novela, y no es mi parte favorita. Decidimos en 1998, al escribir los guiones, no incluirla”, explicó.
De acuerdo con el director, necesitaban retirar a Saruman del cuadro y su muerte previa favorecía la desarrollo de la trama.
“Hicimos que Saruman muriera en Isengard, que es completamente diferente del libro, pero queríamos sacar al personaje del camino, y esa era la forma más fácil de hacerlo”, añadió.
Del mismo modo, Jackson confiaba en que la cantidad de situaciones que rodearon la muerte del hechicero sean suficientes para sugerir su caída.
“Sabemos que el público ha visto a los Ents tomar Isengard, que Saruman está prisionero en la torre y que se ganó la batalla del Abismo de Helm. Llegamos a la conclusión de que la mayoría de la gente entendería naturalmente que Saruman fue derrotado. No importaba si estaba muerto o no. Así podríamos interesarnos directamente en la historia”, contó.
Otro de los motivos que esgrimió Jackson fue el tiempo que duró la última entrega, con 4 horas y 15 minutos de material, fueron muchos los detalles que se evitaron para recortar la cinta final.
“No es una buena manera de estrenar una película, por lo que se hace fundamental reducir la duración de la película a algo que la audiencia pueda soportar sin dolor en el trasero”, señaló.
Finalmente, el equipo de Jackson habría entendido que la muerte de Saruman no era el inicio de una cinta, sino que debió ser el cierre de la segunda entrega, con lo cual se dejaba en claro que la influencia del anillo era aún más poderosa que el propio hechicero.
“Sentimos que comenzar ‘El Retorno del Rey’ con siete minutos de la muerte de Saruman era concluir los acontecimientos de ‘Las dos torres’, lo que hacía que el comienzo de la película fuese precario e impedía que se empujasen sus acontecimientos”, explicaron.